Por Eddy Luis Nápoles Cardoso

Con mucha sistematicidad encontramos atletas que realizaron la “triada” 100, 200 y 400 metros, sobre todo, entre los estadounidenses, británicos, jamaicanos o italianos, incluso, algunos en una misma temporada, podría mencionar a Steve Williams, Clancy Edwards, Colin Bradford o Pietro Mennea; también más cercanos en el tiempo están Xavier Carter, Wayde van Niekerk, Fred Kerley y otros, Es poco frecuente en el atletismo cubano “moderno” encontrar atletas que realicen esta triada, hoy les comentaré sobre unos de los que la ejecutó, Leandro Peñalver.

Peñalver, es natural de Jovellanos (Carlos Rojas), tierra otrora conocida por ser la cuna de la familia Sánchez González, con arraigo en el béisbol cubano. Quizás, por esta razón Leandro, similar a varios “velocistas” criollos, comenzó sus andanzas deportivas por el béisbol, pasando por los Juegos Escolares, llegando hasta las citas Inter EPEF. Es en 1981 cuando se produce el salto al atletismo y lo hace en grande, logrando tres títulos (100, 200m y 4×100) en las Espartaquiadas de los Ejércitos Amigos en Budapest, su segundo gran evento internacional; el primero había sido un mes antes, la Universiada de Bucarest (4×100).

Es oportuno expresar que, los directivos del deporte cubano siempre han “enfocado” sus metas principales en los Juegos Múltiples, esto se ha visto reflejado, especialmente, en el atletismo y Leandro Peñalver lo mostró en varios momentos de su trayectoria atlética.

La temporada de 1982 constituyó la consagración de Peñalver, entre los mejores velocistas de ese momento, con el décimo puesto en el listado mundial, teniendo el punto culminante durante los Centrocaribe de La Habana, al triunfar en 100 (10.16), 200 (20.42) y 4×100. Antes de llegar a deslumbrar en la capital cubana, Peñalver paseó su estela de éxitos por Europa, en el Golden Spike de Ostrava (100); PTS de Bratislava (100 y 200), Día Olímpico de Berlín (100) y Potsdam (200). El primer encuentro con la “armada” estadounidense se produce en el TAC (Track and Field Championships) de Estados Unidos, celebrado en Knoxville, Tennessee. Allí terminó cuarto (10.36), detrás de Carl Lewis, Calvin Smith y Mike Miller, pero delante de Herschel Walker, Darwin Cook, Steve Riddick, Mark McNeil y Mel Lattany. Posterior a la cita habanera, compitió en el ASV de Colonia, cediendo nuevamente ante Smith, Lewis y también Lattany. Terminando sexto (10.49) en el Van Damme de Bruselas (Smith, Cameron Sharp, Lattany, Stanley Floyd y Anthony Sharpe).

Para 1983 dos eventos marcarían la pauta, el mundial de Helsinki y la cita continental en Caracas, mediando 15 días, entre ambos; “estratégicamente” Peñalver intervino en menos competencias previas, haciéndolo más en 200 metros. A inicios de junio, triunfa en el PTS de Bratislava (20.79), a finales, asiste al Pre-Olímpico de Los Ángeles, allí corre 20.92 (1r2) y 20.73 (2h2).

Con las miradas dirigidas hacia la capital venezolana, asiste al mundial en Helsinki, allí dominó el heat 9 con 10.24 (Anthony Sharpe, Viktor Bryzgin, Antoine Richard…); en cuartos de final, entra tercero (Emmit King, Christian Haas), clasificando a semifinales delante del, luego tristemente célebre Ben Johnson, pero la “cumbre” de Peñalver no era en ese momento; en la semifinal uno entró octavo (10.47), vio llegar delante a Calvin Smith (10.22), Allan Wells (10.35), Juan Núñez (10.36), Emmit King (10.36), Frank Emmelmann (10.40), Ben Johnson (10.44) y Anthony Sharpe (10.44).

El 23 de agosto inició en Caracas la justa atlética panamericana, Peñalver doblegaría a varios contendientes que habían estado en Helsinki, como los canadienses Desai Williams y Johnson, los jamaicanos Raymond Stewart y Everard Samuels, los dominicanos Núñez y Wilfredo Almonte, entre otros. En eliminatorias, Ben Johnson (10.49) dominó la serie uno; Peñalver (10.41) la dos y Osvaldo Lara (10.41) la tres. Peñalver mostró en semifinales que estaba en su momento cumbre, al ganar la serie uno, igualando su marca personal (10.16); mientras la dos fue para Johnson (10.32). Leandro Peñalver se impuso en la final con 10.06, una centésima menos que lo logrado por Carl Lewis, vencedor en Helsinki; marca que lo ubicó cuarto en el listado anual, confirmando las excelentes cualidades del velocista matancero. Además, se colgó al cuello otras dos preseas de plata, 200 metros y relevo 4×100.

La llegada del año olímpico (1984) era esperado por Peñalver, pues constituía la oportunidad de enfrentar a la élite de la prueba (100 metros) y mostrar sus progresos, pero los “sueños” olímpicos se borraron del firmamento, no solo del bólido matancero, también de la mayoría de los atletas, del entonces Campo Socialista, quienes en solidaridad con la Unión Soviética (declinó asistir alegando falta de seguidad) le dieron la espalda a Los Ángeles. Durante esa temporada, Peñalver tuvo poca participación en el circuito europeo, fue segundo en Fürth (Alemania), con el mismo tiempo del ganador, su paisano Osvaldo Lara (10.14).

Como “alternativa” olímpica se celebraron los Juegos de la Amistad, los hombres compitieron en Moscú, las mujeres en Praga. Peñalver no pudo mantener su aureola de éxitos, ocupando puestos secundarios en el entonces Estadio Central Lenin, tercero en 100 (10.21) y cuarto en 200 metros (20.65). Cerrando la temporada, días más tarde, como escolta (10.22) del italiano Stefano Tilli (10.16) en la ronda uno en la Weltklasse de Zürich.

Durante la temporada de 1985, Peñalver no tuvo rendimientos sobresalientes, referidos a marcas, pero se convirtió en un polivalente velocista, capaz de correr 100, 200, 400 metros y ambos relevos (4×100 y 4×400). Durante la Copa Cuba (marzo, 19), venció en 100 metros (10.22), días más tarde, en el Memorial Barrientos, escoltó a Roberto Hernández (45.14) en 400 metros (45.35); luego en el Centroamericano y del Caribe en Nassau, ganó los 200 metros (20.56) y el derecho a asistir a la eliminatoria (WPT) en San Juan, Puerto Rico, para conformar el equipo América II, rumbo a la Copa del Mundo en Canberra. En la capital boricua, terminó cuarto en 100 metros (Ben Johnson 10.04, Desai Williams 10.21, Robson da Silva 10.22), pero aseguró su presencia en la cita australiana (4×100). Ahora vendría la gira “Asía-Pacífico”, que incluyó la Universiada de Kobe y la Copa del Mundo de Canberra, citas donde Peñalver jugó un rol importante. En Kobe conquistó tres títulos, 200 metros (20.57), 4×100 (Ricardo Chacón, Sergio Querol, Andrés Simón) y 4×400 (Lázaro Martínez, Roberto Ramos, Roberto Hernández), mientras que, en Canberra, logró plata en 4×100 (Desai Williams, Robson da Silva, Ben Johnson) y sexto en 4×400 (Ian Morris, Héctor Daley, Roberto Hernández).

En las siguientes temporadas, Peñalver tuvo poco protagonismo en las pruebas individuales, aunque en la temporada 1987, se había acercado a su mejor marca, realizando 10.10. Destacan, los segundos lugares en el BGP de Budapest (100m) en 1986, en el Olympic de Atenas (200m) en 1987 y el cuarto puesto en la ronda dos en el Athletissima de Lausana en 1988. En cambio, se convirtió en una pieza clave de los relevos cubanos, llegando a tener su mayor coronación con la medalla de bronce en el mundial de Roma 1987, en 4×400, junto a Agustín Pavó, Lázaro Martínez y Roberto Hernández, cuarteta que ostenta el segundo mejor tiempo (2:59.16) de una posta criolla en esta prueba. Otras faenas relevantes fueron, las medallas de plata en Indianapolis 1987 (2:59.72) y en los Juegos de Buena Voluntad, Seattle 1990 (4×100), con 38.49 (Andrés Simón, Félix Stevens, Joel Isasi), cuarta mejor marca cubana, hasta ese momento.

Los dígitos que completó Peñalver durante su carrera atlética (100-200-400), lo coloca como el segundo mejor cubano en esa “triada”, detrás de Silvio Leonard (3522), 9.98 (1213), 20.06 (1211) y 46.2 (1098). El bólido matancero, según la Scoring Tables of Athletics (Tablas de Puntuación de Atletismo), acumula 3497 puntos, producto de sus 10.06 (1186), 20.42 (1155) y 45.35 (1156), pudiendo estar ubicado, entre los 50 primeros a nivel mundial, en un apartado, que es liderado por Usain Bolt, con 3867 unidades, fruto de sus 9.58 (1356), 19.19 (1351) y 45.28 (1160).