por Eddy Luis Nápoles

Durante la jornada inaugural del XVIII Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo con sede en Belgrado, el cubano Lázaro Martínez, se consagró titular en el salto triple, tercer criollo que lo consigue en esa prueba, en estas lides y cuarto, en general. El primero en hacerlo fue el pinero Yoel García, quien se tituló en París 1997; luego lo ha logrado un paisano de Martínez, Ernesto Revé, que había ocupado el segundo puesto en Sopot 2014, pero a posterioridad, el ruso Lyukman Adams fue detectado con uso de doping y tras los procesos legales, ha sido despojado del título mundial. El otro titular mundial del triple cubano es Yoelbi Quesada, actual entrenador de Martínez, ganador en la cita al aire libre de Atenas 1997.

Sobre lo acontecido ahora en Belgrado, con la presencia del portugués Pedro Pablo Pichardo y del estadounidense Will Claye, el guantanamero Martínez con un desempeño general de 17.28, no partía como favorito, los antes mencionados cargan en sus piernas, entre ambos, varias medallas mundiales y olímpicas, pero Lázaro abrió con un triple brinco de título mundial, 17.64, teniendo en cuenta, además que los mejores saltos de Claye en estos recintos, datan de 2012 (17.70, Estambul y 17.63, Albuquerque), mientras Pichardo tiene 17.32 (Braga 2019 y Praga 2014). Los 17.64 dejaron la escena lista para el ajetreo por los restantes lugares en el podio, luego Lázaro completó su faena, con 17.04, 17.32 y 17.62, marcando su soberana supremacía. Pichardo titular en Tokio 2020, logró el segundo puesto, con 17.46, idéntica ubicación en Sopot 2014, como escolta de Revé, mientras el veterano Claye (17.19), cedía el bronce ante su paisano Donald Scott (17.21).

En cuanto al flamante campeón mundial (Lázaro Martínez), decimonoveno que titula Cuba, tuvo un inicio promisorio, con el título mundial para menores de 18 años en Donetsk 2013 (16.63), seguidamente se consagró dos veces entre los menores de 20 años, Eugene 2014 (17.13) y Bydgoszcz 2016 (17.06); con 19 años, se ubicó octavo en los olímpicos de Río 2016. A esto, se suma, con 17 años había logrado un salto de 17.24, que presagiaba una prominente progresión en las temporadas venideras, pero existieron impases en la carrera atlética de Lázaro Martínez, lesiones, cambios de entrenadores, hasta la llegada ahora a la cúspide mundial (sala), bajo las orientaciones del otrora triplista Yoelbi Quesada.

El título de Lázaro se produce en un momento crítico para la prueba (M) en Cuba, deserciones y bajas habían dejado un vacío en la especialidad, que más preseas aporta al atletismo cubano (195). Un breve recuento del medallero bajo techo, nos dice que, Lázaro Betancourt (2) y Lázaro Balcindes (3), escalaron el podio en París 1985; Jorge A. Reyna (2) y Juan M. López (3), lo hicieron en Budapest 1989; le siguen, Yoelbi Quesada (2) en Barcelona 1995; Yoel García (1) y Aliecer Urrutia (2) en París 1997; Quesada (3) en Birmingham 2003; Yoandri Betanzos (3) en Budapest 2004; Betanzos (3) en Moscú 2006; Arnie D. Girat (2) en Valencia 2008; Betanzos (2) y Girat (3) en Doha 2010 y Revé (1) y Pichardo (2) en Sopot 2014. Ahora, el triunfo de Lázaro Martínez, marca la continuidad de los éxitos en esta prueba.