Editorial: Casi cinco meses nos separan del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio. Para ser exactos, 170 días para que nuevamente la llama olímpica recorra el país del Sol Naciente. De la mano del investigador camagüeyano Eddy Luis Nápoles, cada miércoles llegará a nuestros lectores la columna Ruta Olímpica, donde haremos un recorrido por los principales acontecimientos y estadísticas del atletismo olímpico.

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Ha llegado el 2020, año cuyo principal evento deportivo es los Juegos Olímpicos, a celebrarse en Tokio, Japón, entre el 24 de julio y el 9 de septiembre, por lo que les propongo hacer un compendio histórico sobre el atletismo en estas citas estivales.

El atletismo, conocido también como el deporte rey, ha estado presente en todas las ediciones olímpicas, desde Atenas 1896, hasta Río de Janeiro 2016, disputándose más de 970 juegos de medallas. Un total de 96 naciones han logrado, al menos, una presea, siendo Estados Unidos el líder del medallero, con unos 326 títulos, escoltado por la desaparecida Unión Soviética (65) y Gran Bretaña (60). Cuba encabeza los países latinos, con 11 títulos, seguida de Brasil (5) y México (3).

Las competencias atléticas correspondientes a los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, se celebraron en el Estadio Panathinaikó, entre, el 6 y el 10 de abril de 1896, con la asistencia de 64 atletas (masculinos) en representación de 10 naciones. El primer campeón olímpico resultó el estadounidense James Brendan Connolly, al ganar el salto triple (13.71), el 6 de abril; Connolly, un todo terreno, fue, además segundo en salto de altura (1.65) y tercero en longitud (6.11).

Los representantes estadounidenses apabullaron a los griegos, logrando nueve títulos, de 12 posibles, Australia ganó dos (Edwin Flack, 800 y 1500 metros), mientras que el griego Spiridon Louis, salvaba la honra por la sede, al triunfar en la prueba de maratón.

Entre las diez naciones presentes en el atletismo olímpico, en Atenas, estaba Chile, única de Latinoamérica y lo hizo con un atleta, Luis Subercaseaux, primero en hacerlo por la región, quien compitió en 100, 400 y 800 metros y también debió hacerlo en algunas pruebas del ciclismo.

La segunda edición tuvo lugar en París, Francia, en 1900, celebrándose el evento atlético en las instalaciones del Racing Club de France (Croix-Catalan), con la particularidad, que no existió pista, teniéndose que habilitar terrenos irregulares para las pruebas de carreras, mientras que las especialidades de campo, se desarrollaron en terrenos con árboles, siendo los propios atletas quienes las acondicionaron.

En los resultados, nuevamente los representantes estadounidenses lideraron el medallero (16 títulos), pero en ese accionar, sobresalieron tres atletas; Alvin Kraenzlein, ganador en, 60 metros, 110 y 200 con vallas y salto de longitud; Ray Ewry, conocido como El hombre de goma, quien dominó los saltos sin impulso (altura, longitud y triple) y John Tewksbury, con triunfos en 200 metros y 400 con vallas, pero cosechó, además, dos preseas de plata y una de bronce.

Las justas de campo y pista correspondientes a San Luis 1904, se desarrollaron en el Francis Field, perteneciente a la Universidad Washington. Aquí el Hombre de Goma, Ray Ewry, siguió su dominio en los saltos sin impulso, con tres nuevos títulos.

En la prueba de maratón, donde el voluntarioso cubano Félix “El Andarín” Carvajal, terminó cuarto, se produjo una de las primeras “trampas” olímpicas, cuando el estadounidense Frederick Lorz realizó la mayor parte del trayecto montado en un vehículo, al ser descubierto fue despojado del título olímpico, pasando a Thomas Hicks, también con dudoso proceder por ingerir sustancias prohibidas durante el trayecto. A manera de “redención”, Lorz se impuso al año siguiente en la Maratón de Boston.

El White City Stadium fue la sede del atletismo en Londres 1908, cita donde sigue haciendo historia Ray Ewry, con dos nuevos títulos (altura y longitud). Nuevamente la prueba de maratón estuvo en el candelero, ahora, con el dramático final protagonizado por el italiano Dorando Pietri, quien entró al estadio liderando la carrera, pero equivocó el trayecto hacia la meta, y al ser redirigido por los jueces, cae al suelo, siendo ayudado por los jueces hasta cruzar la meta. El estadounidense John Hayes, entró segundo, pero los gringos reclaman y esta procede, descalificando a Pietri. La reina Alejandra como compensación le entrega una copa de plata.

Los juegos de Estocolmo 1912 estuvieron marcados por dos aspectos fundamentales, uno, las hazañas del finés Hannes Kolehmainen, ganador de tres títulos (5000, 10000 metros y campo traviesa individual) y dos, las actuaciones de Jim Thorpe, que le valieron los títulos en pentathlon y decathlon, los que le fueron despojados, al conocerse que Jacobus Franciscus Thorpe, ante de asistir a los Juegos Olímpicos, había jugado durante dos temporadas béisbol profesional, violando los estatutos de la Carta Olímpica vigentes en aquellos momentos.

En 1981 el COI borró la palabra amateur de su reglamento y un año más tarde, el 13 de octubre, Juan Antonio Samaranch en reunión del Comité Ejecutivo, realizó la propuesta de restitución de las medallas, la que fue aprobada por unanimidad. El 18 de enero de 1983 en Los Ángeles, California, se realizó una ceremonia en la que le fueron entregadas medallas conmemorativas a los hijos de Jim Thorpe, Gale y Bill, pues su padre había fallecido ajeno a esta restauración en 1953.

En Amberes 1920 se produce la aparición del finés Paavo Nurmi, quien debutó con la presea de plata en 5000 metros, pero seguidamente triunfa en 10000 metros y en las pruebas a campo traviesa, individual y por equipos. Su paisano Hannes Kolehmainen, con Nurmi en las pruebas de fondo intermedio, se fue hasta la maratón, logrando el triunfo. Los fineses se dieron el lujo de ganar la misma cantidad de títulos que los estadounidenses, nueve, pero cedieron en el resto de las preseas. Como dato curioso está la participación del británico Philip Noel-Baker, ganador de medalla de plata en 1500 metros y quien en 1959 fuera galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo destinado al mantenimiento de la paz y la cooperación internacional.