Por Noel David Suárez
El calendario competitivo para el deporte cubano en este 2023 comprende un amplio espectro de compromisos internacionales, entre Campeonatos Mundiales, Juegos del Alba, Juegos Centro y Panamericanos y otros eventos que también acompañarán el accionar de nuestros atletas. De este extenso y complicado período de competencias, el cual forma parte del ciclo olímpico de cara a París 2024, no está exento el judo, uno de los deportes de combate que le ha aportado a Cuba disímiles medallas de todos los colores en juegos múltiples, Gran Prix y Campeonatos Mundiales, y se espera que este año constituya una eficiente fuente de preseas, luego de cerrar el 2022 con el título mundial de Andy Granda en el torneo del orbe efectuado en Tashkent Uzbekistán, en la división de más de 100kg, resultado que lo llevó a alzarse con la distinción de Mejor Atleta del Año en Cuba.
Sin dudas Andy constituye la principal figura del judo masculino cubano en estos momentos, pero son varios los nombres que se manejan con optimismo para el presente y futuro de esta disciplina, y uno de ellos no puede ser otro que el matancero Iván Felipe Silva, establecido hace varios años en el Equipo Nacional con muy buenos resultados en la arena internacional.
Silva ganó el Grand Slam de Antalya en abril de 2022 en su división de menos de 90kg, y fue medallista de bronce en los celebrados en Tel Aviv, y Budapest, además, terminó quinto en el mundial de Tashkent, que se efectuó a finales del año pasado. Un bronce y un subtítulo mundial, siete títulos a nivel continental y tres en Grand Prix, encabezan el medallero internacional del aún joven judoca, el cuál está ocupado por 11 preseas de oro, 4 de plata y 12 de bronce, para un total de 27.
Con Iván Silva tuvimos la oportunidad de conversar en una entrevista exclusiva para Deporcuba, a la cuál accedió de manera muy gentil dentro de su ajetreada agenda competitiva. A continuación, le ofrecemos el resultado de la conversación llevada a cabo vía wasap.
Con el agradecimiento por haber accedido a conversar con nosotros, queremos comenzar conociendo tus expectativas de cara a este año 2023, en el cuál ya estás dentro de la temporada competitiva.
- Sí, primero decirte que este es un año muy cargado en cuanto a competencias, donde las fundamentales son los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, así como el Campeonato Mundial, donde mi meta y la de los demás integrantes del equipo es lograr una medalla, además de las otras competiciones del tour mundial que dan puntos para la clasificación a los Juegos Olímpicos.
¿Cómo calificas tu 2022 en el plano competitivo?
- El 2022 para mí creo que fue un año bastante bueno, no pude culminar con una medalla en el mundial en el cuál quedé en quinto lugar, pero logré tres medallas en Grand Slam, incluyendo una de oro en Antalya, gané el Campeonato Panamericano por sexta vez, y sí, creo que fue un año bastante bueno, pero pudo ser mejor si hubiera obtenido una medalla mundial.
Como decía en tu presentación, ganaste un oro (Antalya, abril) y dos bronces (Tel Aviv, febrero y Budapest, julio) en Grand Slam el pasado año, háblame un poco de esas competencias.
- Me sentía muy bien para esas competencias, hicimos la preparación durante el invierno aquí en Europa, estuvimos en Francia y luego a finales de año aquí en Hungría. Es muy importante ese roce internacional con los principales atletas, no solamente en las competencias, sino también en los campos de entrenamientos, y fue muy importante estar en París, donde se reúnen muchos de los principales judocas del mundo.
El pasado 4 de febrero alcanzaste bronce en París, en tu primer Grand Slam de 2023, y hace apenas una semana terminaste quinto en Tel Aviv. Tus valoraciones sobre el inicio de la temporada en estos dos eventos.
- Bueno comenzando 2023 esa medalla en París fue muy importante, prácticamente veníamos haciendo la preparación en Cuba, y llegar y alcanzar una medalla iniciando el año te da muestras de que estás ahí a ese nivel, entre los primeros del ranking. Una medalla ayuda además a reforzar la confianza, y a saber que seguimos en la élite, y de ahí en adelante a mejorar. Luego alcanzo este quinto lugar en Israel, donde también estuve muy cerca de la medalla, en semifinales de nuevo, discutiendo un bronce, duele mucho quedarse ahí a las puertas, pero sabemos que son sensaciones que quedan, y debemos aprender de los errores. Incluso en los combates que gané cometí errores sobre los que debo trabajar, y creo que es el momento ahora que estamos comenzando, y queda mucho por hacer.
Este año tenemos Centroamericanos y Panamericanos, y los deportes de combate siempre llevan la delantera en cuanto aportes de medallas se refiere. ¿Crees que el judo está en condiciones de ocupar varios podios en estos compromisos que tendremos en San Salvador y Santiago de Chile?
- Creo que el judo como los demás deportes de combate debemos aportarle lo mejor que podamos al medallero, sobre medallas de oro, que son las que adelantan la puntuación general de la delegación, creo que sí, estamos en condiciones para eso, trabajando, hay atletas de mucha experiencia que ya hemos ganado esas competiciones, y otros que están comenzando pero igual tienen muchas ganas, y creo que la preparación aquí en Europa ayuda a eso, a sentirse superior al nivel de los demás rivales de Centroamérica que normalmente no tienen estas competiciones, así como emparejar con otros que entrenan en Japón y en España como es el caso de los dominicanos y los costarricenses.
Vamos a hablar un poco de tus inicios, antes del judo, ¿practicaste algún otro deporte?
- Practiqué béisbol influenciado por mis primos Lázaro Herrera y José Miguel Fernández que fueron jugadores de la selección de Matanzas en Series Nacionales. Ya estaba practicando judo, pero hubo un in paz en los entrenamientos porque mi profesor se fue a Venezuela a cumplir misión, y en ese tiempo practiqué béisbol, me gustaba mucho.
¿Por qué te inclinaste definitivamente por esta disciplina?
- Al final me decidí por el judo porque tenía también influencias familiares en este deporte, como es el caso de Denis Fernández Lastre, el cual es medallista paralímpico y mundial. Mi entrenador también hizo mucho énfasis en que volviera al judo, mi difunto padre que fue boxeador junto con mis tíos me aconsejó, que dependía de mí, de lo que yo hiciera y no de una valoración general como los deportes colectivos.
Debutaste bajo los cinco aros en Río 2016, cuéntanos de esa experiencia.
- Fue una experiencia inolvidable para mí, tenía 19 años apenas y llegaba clasificando prácticamente por los pelos. Llego a esos Juegos Olímpicos y me toca el primer combate precisamente con el primero del ranking, un atleta de Georgia que tenía mucha calidad, nunca había peleado con él en ninguno de los torneos de la IFJ, pero nada, salí a dar lo mejor de mí, a esforzarme, a dejarlo todo arriba del tatami. No pude lograr la victoria, pero fue una experiencia muy bonita, llegar y ver a tantos atletas de tantos países y estar ahí representando a mi país en una cita olímpica.
Cuando llegas al Equipo Nacional te encuentras con unos cuantos judocas destacados, entre ellos el sub campeón olímpico Asley González, con el que posteriormente compartiste división. Cuéntanos cómo viviste ese momento.
- Sí, llego a la Selección Nacional en el año 2012, pero llego en la división de 81kg, y como bien dices, se encontraba Asley González, había acabado de ganar medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y estaba en un buen momento. Nos ayudó mucho a nosotros los jóvenes, él y otros establecidos, nos demostraron que los resultados se podían lograr, que no era nada imposible, además de todo lo que aprendimos por su experiencia y la de Oscar Brayson, que también se encontraba en el equipo en aquel momento.
Llegas y está Justo Noda al frente del equipo masculino, una de las grandes instituciones en este deporte. ¿Qué significó para ti tan joven estar bajo la égida de este grande?
- Sí, el profesor Justo nos acogió muy bien, aunque como era normal estaba enfocado en las principales figuras, en los más establecidos, pero aprendimos mucho de sus años de experiencia, de haber trabajado con tantos jóvenes, y nos preparó muy bien para el futuro. Gracias a eso poco a poco comenzaron a llegar los buenos resultados de los atletas que estábamos, y de los que llegarían después.
Por supuesto que cuando hablamos de grandes del judo no podemos dejar fuera al profesor Ronaldo Veitía, un paradigma en el mundo de los tatamis. A pesar de estar muchos años al frente del femenino, ¿llegaste a coincidir con él en algún momento?
- Sí, el profesor Veitía en el momento en que yo llego al Equipo Nacional aún se encontraba al frente del femenino. Coincidimos durante casi todo un ciclo olímpico, él no llega a ir a los juegos de Río, pero estuvo en varias competencias previas como los Grand Slam y los Campeonatos del Mundo. Se sentía el respeto que le tenían todos en cualquier país que llegara, tanto el profesor Justo como él son dos instituciones en el deporte, son unos de los entrenadores con más lauros a nivel mundial, incluso con más que muchos entrenadores de Japón y otros países que tiene más tradición que Cuba. El profe Veitía es uno de los más grandes de la historia.
Ya te hablaba de Asley, cuando competía por Cuba coincidió en división contigo, y muchas veces tuviste que asumir como primera figura por sus problemas de lesión. ¿Qué significó para ti el hecho de sustituir a un sub campeón olímpico?
- Sin dudas fue un reto muy grande, pero bueno, yo venía de la división de 81kg, y sabía lo que significaba competir a nivel internacional, ya había participado Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos. Cuando subo a su división si coincidimos, pero fue una rivalidad muy sana, entre los dos nos ganamos varias veces, yo gané el Campeonato Nacional, él me ganó en una Gala de Campeones que tuvimos, luego me tocó ganarle en el Campeonato Panamericano en la discusión del oro, y cuando viajamos fuimos los dos al Campeonato Mundial en el que yo gané la medalla de plata en el 2018 en Bakú, y creo que de ahí en adelante seguí al frente de la división, asistiendo a más competiciones. Fue algo muy grande, me ayudó mucho, sabía que tenía que superarme cada día para llegar a alcanzar tantos grandes resultados como lo hizo él.
¿Cómo son tus relaciones con Asley, no te ha tocado enfrentarlo después que se nacionalizó y comenzó a competir con Rumanía?
- La relación mía con Asley es de maravillas, nos llevamos como hermanos prácticamente. En las competencias sí coincidimos, ahora estábamos en Israel los dos, él compitió el mismo día que yo y siempre nos intentamos ayudar, hablamos, nos aconsejamos el uno al otro. Él ahora está en la división de 100kg, no coincidimos, así que la relación es más tranquila por la hermandad que tenemos y la cantidad de años que hace que nos conocemos.
Hemos hablado de varias de tus incursiones internacionales representando a Cuba, ¿recuerdas alguna de manera especial?
- Puedo decirte que los Juegos Panamericanos de Lima 2019, a los cuales participé con el reciente fallecimiento de mi padre, unos días antes de salir hacia Lima. Esa medalla de oro fue muy especial para mí, la preparación fue excelente y pude dedicársela, que era lo que él deseaba. Muy importante fueron esos Juegos Panamericanos.
¿Algún ídolo de la infancia?
- Ídolo en el judo por supuesto que Yordanis Arencibia, así como Shohei Ono, del que me hablaron mucho, son los principales ídolos de mi infancia.
Fuera del judo, ¿te gusta practicar algún otro deporte en calidad de aficionado?
- Además del judo juego muchísimo fútbol, no solo físicamente, también en Play Station, veo prácticamente todos los partidos, soy bastante aficionado del fútbol, del Real Madrid, sobre todo, de las selecciones soy de Brasil, pero sin dudas, el fútbol me gusta mucho, hoy mismo vi el partido del Madrid contra el Liverpool en la Champions.
Hablemos de tu familia, ¿cuánto influye el papel que juegan ellos en cada uno de tus resultados?
- La familia es lo más importante, la mayor motivación. La mayoría de las cosas que hago yo y muchos de nosotros son para ayudar a la familia, para tener una mejor vida, para que estén orgullosos de nosotros, la familia y el pueblo en general. En mi caso mi madre es muy especial para mí, no tengo hermanos, y ella es mi mayor motivación.
El estudio al rival siempre es fundamental en todo deporte, desde el análisis que se hace previo a cada competencia, ¿cuáles son los contrincantes que consideras más exigentes en tu división actual?
- Sin dudas en todos los deportes es muy importante el estudio al contrario, antes y durante la competencia, hay veces que estás compitiendo y estás viendo otro combate para saber cuál será tu próximo rival, y creo que es fundamental, la tecnología hoy juega un papel decisivo en eso también. Entre los principales rivales están los atletas de Georgia que son de gran calidad, los japoneses que siempre están el la élite, también el caso de Cristian Toh, que me ganó en la semifinal de Israel entre otros. Mi división es muy pareja, y entre nosotros ganamos y perdemos en diferentes torneos.
Ya para cerrar, tu mensaje al pueblo cubano, que sigue a sus deportistas sobre todo jornada tras jornadas en juegos múltiples, ¿qué pueden esperar del judo cubano?
- Al pueblo de Cuba y a la gente del judo quiero decirles que esperen el mejor resultado de nosotros, sobre todo en las citas multideportivas, que vamos a ir con todo para darle un alegrón grande de parte del judo y de la Delegación Cubana en general.
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