Por Noel David Suárez

Es la única explicación que le hallo a lo ocurrido esta semana en las diferentes paradas de la temporada bajo techo del atletismo. Cada vez las capacidades humanas se ponen más a prueba por organismos capaces de correr, saltar y lanzar de manera estratosférica. Nombres como los de la cuatrocentista neerlandesa Femke Bol, el balista norteamericano Ryan Crouser o el pertiguista sueco Armand Duplantis, han sido noticia esta semana por romper barreras que parecían utópicas unos años atrás.

El caso de Femke es extraordinario, la jovencita de Países Bajos ha tenido un mes de febrero genial que lo capituló con un 49.23 indoor en 400m, récord mundial, destrozando el 49.59 de la checa Jarmila Kratochvílová, impuesto hace poco más de 40 años, en Milán en 1982. La medallista de plata en 400m con vallas en el pasado Campeonato del Orbe celebrado en Eugene, Estados Unidos, donde se encuentra nada más y nada menos que el Howard Fields, una de las grandes sedes del campo y pista en el mundo, ha tenido una inmejorable incursión en los 400m lisos, dejando atrás una añeja marca que parecía irrompible. Esta chica hace apenas tres días cumplió 23 años, o sea, tiene juventud y talento para seguir dejando perplejos a todos los que aman este hermoso deporte, como ya lo hecho en reiteradas ocasiones. Tiene en frente a una rival que la privado de ser la reina absoluta en los 400 con vallas, pues la norteamericana Sydney Mclaughlin ha sido la dueña de esta prueba, y es poseedora de la mejor marca de la historia, un 50.68 logrado en el mundial del pasado año. Además, si a Mclaughlin le da por correr 400 planos, prueba en que Femke ha arrasado bajo techo, estaríamos en presencia de otra muy fuerte disputa por el título entre estas jóvenes que sin duda le han dado más vida al Deporte Rey con sus excelsas actuaciones en las pistas.

Femke Bol. Foto: World Athletic

Ryan Crouser es una bestia, dueño y señor de la impulsión de la bala hace ya varias temporadas, pero lo que ha hecho esta semana es una salvajada, una exageración, deportivamente hablando, al mandar su implemento hasta los 23.38m. El norteño campeón olímpico y mundial es de esos atletas que compite contra sí mismo en su disciplina, tiene en su coterráneo Joe Kovacs a uno de sus más fuertes oponentes, pero no llega a la genialidad del nacido en Portland el 18 de diciembre de 1992. Crouser ya mira con atención el mundial de Budapest a celebrarse en julio, al cuál irá en pos de buscar otro título para sus ya muy laureadas vitrinas.

Ryan Crouser. Foto: World Athletic

Y cerramos este recuento de alienígenas del atletismo con el rey del salto con pértiga, el sueco Armand Duplantis. El también muy joven pertiguista saltó en la jornada de ayer 6.22m, para romper su anterior récord de 6.21 y seguir estirando su cuota en la prueba que parece hecha para él. Esta cuota estratosférica Mondo la logró en el evento All Star Perche Clermont Ferrand, en la ciudad natal de otro de los grandes pertiguistas de la historia y organizador de esta prueba, el francés Renaud Lavillenie, quien fue el primero abrazar a su ex rival de manera muy eufórica, tanto así que ambos cayeron en el colchón que era testigo de otra hazaña del sueco, la cual estoy seguro que no será la última, incluso, ¿por qué no pensar en un 6.30m por parte de este genio?

Armand Duplantis. Foto: World Athletic

Visto esto señores, prepárense para disfrutar de un épico Campeonato Mundial. Somos contemporáneos con seres humanos que nos hacen soñar con más récords, que nos demuestran que todo es posible, siempre y cuando se tengan ganas, disposición y sobre todo, un corazón capaz de hacer el resto del trabajo cuando las piernas se agoten y los brazos flaqueen, son esos los motores impulsores de estas hermosas historias que nos regalan día a día estos atletas.