Cuba gana el atletismo en San Salvador, vuelve a la cima que le arrebató Colombia en la pasada edición…

Lilian Cid Escalona en Exclusivo 09/07/2023

El atletismo cubano ganó los Juegos Centroamericanos. Se lleva de San Salvador 28 preseas (1 más que en Barranquilla) repartidas en 9 títulos, 11 de plata y 8 de bronce.

El atletismo fue un deporte que regaló sucesos cargados de intensas emociones. Algunos tristes, otros exultantes. Las cosas del deporte, que viene para ponerle el extra a la dimensión de estar vivos.

Desde mi punto de vista, la actuación de las cubanas y cubanos se mueve en el entorno de lo previsto y de manera general deja una impresión positiva, marcada por la actitud y respaldada, en muchos casos, por la aptitud para cumplir objetivos y superar metas.

Al margen de las ausencias notables en selecciones potentes como Jamaica que disputa este fin de semana el campeonato selectivo para el Mundial de Budapest y Bahamas que envió un grupo reducido de atletas, los Juegos dejaron gratas impresiones y marcas de importancia.

Cayeron 13 de los récords de la competencia y otro, el de los 100m para damas, fue igualado. Se produjeron registros de alto nivel, liderados obviamente por el 15.16m de Yulimar Rojas en el triple, una prueba en la que el cubano Lázaro Martínez llevó la cota hasta los 17.51, dejando atrás el 17.46 de Yoandri Betanzos que databa de Cartagena 2006. Jasmine Camacho Quinn dejó el tiempo de los 100 con vallas en 12.60 segundos y Marileidy Paulino el de los 400m en 49.95 segundos.

Cuba también fue protagonista, además de Lazarito, las chicas de los relevos 4x100m y 4x400m optimizaron la cota máxima de la competición con tiempos de 43.17 y 3:26 .08, respectivamente.

Entre las agradables sorpresas en el desempeño nacional quiero significar coronaciones como la de Zurian Hechavarría, una atleta que ha mostrado total recuperación tras un largo período lesionada y que ha ganado dos títulos de muy buena forma.

Las tres preseas de Yunisleidys de la Caridad García, oro en 4×100, plata en 200m y bronce en 100m, son un bonito premio al trabajo que se está haciendo en el área de velocidad, y son, también, la confirmación de que el ser humano con enfoque y trabajo, es capaz de vencer todos los obstáculos de la vida y sus demonios.

Foto: Cubahora.

El título de Alejandro Parada en el salto de longitud y el de Marys Patterson en el heptatlón, competidores que tuvieron que sostener la bandera en lo más alto luego de que sus compañeros y principales figuras por demás tuvieran que ser retirados de la competición con lesiones que han terminado por ser graves. Este es unn aspecto que ha sido recurrente en la imagen contemporánea del atletismo, y aunque el alto rendimiento es agresivo, hay que revisar si hay algún factor específico que esté incidiendo especialmente.

Asimismo, hay muchas aristas de valor en la medalla de plata de Greisy Roble en los 100m con vallas, en la carrera de 1500m de Sahily Diago y Dailys Cooper, y en las marcas personales de Anisleidys Ochoa en 5000m y 10 mil y de Daisnel Barban en los 1500m para hombres. Ellos n grupo de bonitos desempeños personales que se quedarán en nuestro imaginario.

Ahora bien, que el registro cuantitativo de esta actuación no nos haga perder la cabeza. Es una buena demostración en un escenario cualitativamente limitado, de lo hecho aquí a pensar en la élite mundial va un gran trecho. Queda un camino largo y escabroso, donde no solo habrá que contar con el talento y los recursos humanos, sino que habrá que inyectar capital, ciencia y un óptimo manejo de las oportunidades para hacer crecer este grupo de jóvenes

En materia de marcas de talla mundial, las triplistas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea lideran entre lo hecho por los nuestros. Sus registros de 14.98 y 14.85 metros para ganar la plata y el bronce en la prueba femenina de triple salto son credencial para pensar en podio en el cercano campeonato mundial y son, precisamente ellas junto a su co-especializado Lázaro Martínez las principales (y únicas cartas) conque Cuba buscará regresar a la senda de las preseas en citas del orbe perdida en Eugene el pasado año.

Maykel Massó era otro de los atletas con posibilidades de cara a Budapest pero su dramática lesión lo sacará del concurso.

Una actuación

Me voy a quedar con la de los relevos; no se si por ser en equipo se tornan emocionantes pero las chicas de ambas postas nos hicieron vibrar. Llegaban con opciones, pero los pronósticos eran conservadores, sobre todo para un 4x400m que tendría que enfrentar a un equipo como República Dominicana que cerraría con quien probablemente hoy es la mejor corredora de 400m planos en activo del mundo.

Sin embargo, se las ingeniaron para trabajar como grupo, para dar lo mejor de cada una en el momento en que le tocó llevar el batón y ganaron las dos preseas de oro con récord para la competición incluido. El resultado logrado también las sostiene dentro del ranking de clasificación al Mundial de Budapest, lo cual es la arista de mayor trascendencia de estos desempeños.

Por cierto que lo del 4×100 es enorme, han hecho una marca de otra época para Cuba. Ese 43.17 que han corrido en la final es la tercera de todos los tiempos para esta isla y emula lo que se hacía en tiempos de ilustres como Marlene Elejalde, Fulgencia Romay, Miguelina Cobian, e icluso, Anay Tejeda, Liliana Allen y Virgen Benavides. Una bonita demostración, si lugar a dudas.

Un gesto

Lázaro Martínez dedicando su triunfo a su compañero Maykel Massó. El deporte propicia estas cosas, donde la hermandad hace que el resultado sea mucho más trascendente.

¿Los medallistas de oro?

Rose Mary Almanza (800m y 4×400), Zuriam Hechevarría (400mV y 4×400), Lisneidys Veitía (4×400), Roxana Gómez (4×400), Yunisleidys de la Caridad García(4×100), Enis Magda Pérez (4×100), Laura Moreira (4×100), Yarima García (4×100), Silinda Morales (Disco), Marys Patterson (Heptalon), Mario Díaz (Disco), Alejandro Parada (Longitud) y Lázaro Martínez (Triple)

Una reflexión

Se hace necesario que el atletismo vuelva a tener su sitio en la información deportiva que circula diariamente en los medios de comunicación de nuestro país. En este 2023 ha sido especialmente decepcionante ver cómo tanto el campeonato nacional Copa Cuba como el Memorial Barrientos pasaron prácticamente desapercibidos durante su realización. La información que se maneja de este deporte ha sido prácticamente exclusiva de mencionar lo que hacen los cubanos cuando van de gira a Europa, y está bien, pero buena parte de los títulos, medallas y lindas actuaciones que hoy se comentan en la calle y/o en las redes sociales se construyeron aquí, en las entrañas del Estadio Panamericano. Ese coloso donde el sol calienta con potencia y a dónde muy pocos llegamos para saber qué está pasando con uno de los deportes de mayor tradición ganadora dentro del sistema deportivo cubano.