SOTO11_thumb.jpgPor: René Navarro Arbelo

Este 4 de marzo se festeja uno de esos gloriosos días del deporte cubano que entró en la historia. Así es, en una fecha similar hace 26 años el saltador oriundo del poblado matancero de Limonar, Javier Sotomayor Sanabria, estableció su récord universal bajo techo de dos metros y 43 centímetros. Esa hazaña se produjo en la arena deportiva de Budapest, Hungría. Frente a los rivales más encumbrados del momento, el Soto resultó infinitamente superior a sus oponentes. Unos meses antes, en septiembre de 1988, ya el representante cubano había logrado esa altura a cielo abierto en Salamanca, España. Pero en Budapest -1989, Sotomayor estampó su distintivo sello en un Campeonato del Mundo; allí, frente a los máximos directivos de la IAAF, expertos del deporte rey, la televisión de todo el planeta y varios miles de espectadores presentes en la instalación. El moreno cubano de 21 años resultaba muy superior a sus escoltas en el podio de premiación: Dietmar Mogenburg (FRG- 2,35) y Patrick Sjoberg (SWE-2,35). La primacía del recio exponente antillano acompañaba la alegría del sorprendente guantanamero Andrés Simón, ganador de la medalla de oro en los 60 metros planos.

Más de un cuarto de siglo y Sotomayor sigue vigente. Su casi veintena de marcas por encima de 2,40 y sus inalcanzables saltos de 2,44 y 2,45, constituyen todavía un reto muy complicado para los más talentosos especialistas del siglo XXl. En la actualidad, únicamente el catarí Mutaz Essa Barshim (2,43) se perfila como el hombre que pueda atacar los récords del plusmarquista cubano. Otros atletas europeos y estadounidenses llegaron en diferentes momentos los 2,40 y 2,42, pero sus intentos resultaron fallidos a la hora de levantar más la varilla.
Ahora mismo, en el temprano ranking del presente 2015, reuniones atléticas de nivel intermedio arrojan que los mejores resultados fueron del propio Essa Barshim (2,41 – 2,40- 2,34), Marco Fassinotti (ITA- 2,34), Erik Kynard (USA-2,34), Andriy Protsenko (UKR- 2,33), Dimitrios Chondrokoukis (CYP – 2,32) y Guowei Zhang (CHI – 2,32).
Es decir, que nuestro Javier Sotomayor sigue siendo el rey del salto de altura y su hegemonía del siglo anterior parece pertenecer a un hombre de diferente galaxia.