Por: Reinaldo Cedeño Pineda / Fotos: Cortesía de la entrevistada

1987: Juegos Mundiales Universitarios de Zagreb, récord mundial juvenil  y récord nacional. Juegos Panamericanos de Indianápolis, otra vez por debajo de 13 segundos, bronce continental  ¿Tenías conciencia real de lo que estabas logrando a esa edad?  ¿Cómo lo recuerdas y qué entrenadores te asistían?

   “Me remonto al 1987, año muy importante en mi vida deportiva, mi presentación en la élite mundial.  La verdad, no tenía conciencia de lo que hacía. Los Juegos Universitarios de Zagreb, era mi primera carrera a ese nivel,  tenía 17 años.  Recuerdo que  corrí las semifinales y marqué un tiempo de 12.89… bueno muy bien, voy a descansar para la final. Llegó  la final y me sentía muy bien. Nada de nervios, estaba feliz, mi primera final importante  y… segundo lugar,  tiempo 12.84; pero lo bonito de todo llegó cuando mi entrenador  Santiago Antúnez  me dice: ‛Sabes, has roto el récord mundial juvenil  dos veces’.  Yo quedé alucinando. No tenía conocimiento en esa etapa de récord, era muy niña.

   “Luego llegaron los Panamericanos de Indianápolis. Esa carrera la recuerdo con mucha pena. Iba primera  hasta la octava valla, tropecé  y perdí el ritmo. Quedé tercera con 12.91, fue una pena, porque esa carrera era para récord del mundo juvenil”.

Tuviste una carrera larga y exitosa con títulos en Copas del Mundo, Juegos Panamericanos y Campeonatos mundiales bajo techo…  ¿Cuál de esos momentos recuerdas con particular emoción?  ¿Algunas vivencias por contar?   

   “El momento más bonito de mi carrera deportiva, no te digo ni Olimpiadas, ni Mundiales, no. JUEGOS PANAMERICANOS LA HABANA 91. Correr en tu país, un estadio lleno; pasar primera por esa línea de meta, campeona panamericana, la vuelta a la pista. Y ver a toda mi familia gritando y aplaudiéndome, ver la cara de mi padre, que era mi fan número uno… eso no lo cambio por nada. Es lo más hermoso que he vivido”.

¿Cuán diferentes resultan los 100 metros con vallas de los 60 que se corren en pista cubierta? Parecía que se te daban sin mucha dificultad…  ¿Cuánto exigía de ti la carrera de relevos, donde incluso ostentas aun el récord nacional de Cuba?

   “Los 100 con vallas, mi carrera favorita  en comparación con los 60. Mi fuerte siempre fueron las últimas vallas. Al ser una atleta alta, me costaba mucho coger el ritmo de carrera. Sin embargo, en los Mundiales de Barcelona 95 bajo techo, fui campeona mundial. Esa fue perfecta: una salida espectacular.

“Los relevos los entrenaba con el equipo de velocidad. Trabajábamos  dos veces a la semana, nos conocíamos muy bien y me ayudaron mucho esos entrenamientos para mejorar mi velocidad. La verdad, no me era difícil compaginar los dos entrenamientos, eran muy similares y me encantaba que me tuvieran en cuenta para pertenecer al equipo de Cuba en los relevos y correr la segunda posta. Era una experiencia diferente correr en equipo”.

Tres Juegos Olímpicos (Barcelona, Atlanta, Sidney) y dos finales.  Te propongo un ejercicio mental. Estás otra vez allí en los bloques de arrancada ¿Sí?….  ¿Qué piensa Aliuska López Pedroso un instante antes de la partida? ¿Qué sensación la embarga después de cruzar la meta? / Ahora volvamos a la actualidad: ¿Cómo analizas esas carreras hoy?

   “Olimpiadas, carrera de 100 metros con vallas. Atletas colocadas en la línea de salida. Aliuska López, atleta muy tranquila,  mirada fija en las vallas; pero su mente está en blanco. No para de moverse,  unos golpes en la caras y las piernas. Está preparada para luchar y dar lo mejor de ella.

  “Barcelona 92, primeros juegos,  una carrera muy limpia.

  “Atlanta 96. Es en la actualidad y sigo pensando en esa carrera. Eliminatorias: muy buenas sensaciones y tiempo de 12.67. Semifinales: un desastre, se movieron a mi lado, pensé que había sido salida nula, me paré; pero la carrera era válida. Clasificación, las cuatro primeras: tiempo 12.76,  llegué en quinta posición.

   “Sidney 2000, una buena competencia. Me faltó un poco de final, con  sensación de poder haber dado más de mí”.

¿Qué te dijiste a ti misma cuando decidiste poner punto final a tu trayectoria deportiva?  España, y particularmente Oviedo, es el camino que escogiste para tus últimos años como atleta. ¿Dónde tocar tu huella en suelo ibérico?   

   “El final de mi carrera deportiva fue una decisión que venía dándole vueltas a mi cabeza después de terminar el ciclo olímpico en Sidney 2000. Lo había  comentado con mi entrenador, que era mi momento de retirarme con un buen resultado y… que mejor que un quinto puesto olímpico.

  “Por España corrí el Iberoamericano de Huelva en 2004 y lo gané con 13.25.  Participé  en campeonatos nacionales y de Europa, incluso en las Olimpiadas  de Atenas. Mis mejores marcas como española en cuatro años: 12. 89 en 100 metros con vallas y 8.01 en  60 con vallas”.

¿Qué hace ahora Aliuska López  Pedroso y qué nos cuenta de esos hijos inquietos que tiene?

   “En la actualidad estoy trabajando de monitora de actividades colectivas. Soy madre de dos preciosos niños: Javier de diez años y Víctor, un terremoto de ocho años. Es  la etapa más bonita y feliz de mi vida”.