Por Lilian Cid

Diorges Escobar logró el título de máximo acumulador en la Gimnasia de los Juegos Centroamericanos.
Que Levante la mano quien vio venir esa medalla. Levanten las dos, de hecho.

Este muchacho de 20 años y sus compañeros Alejandro de la Cruz, Yohendry Villaverde, Pablo Pozo han rescatado las miradas sobre un deporte ensombrecido por adioses prematuros y silencios ensordecedores.
Diorges ha llegado para sostener una tradición. Y su victoria nos remonta a las historias inconclusas de Manrique Larduet, Randy Lerut, el profesor Carlos Gil y compañía. Una huella que permanece y una obra que se ha multiplicado en el horizonte. También a Erick López, cuya presencia es enorme..

El técnico Esequiel Varela, entrenador principal de los cubanos significó el mérito de la actuación de sus pupilos. Esculpida en las entrañas de Altahabana. Allí donde se pone alma para disimular que seguimos de espaldas al universo.

La gente que se deja la piel cada día por mantener el deporte cubano con vida sabe hacer música. Y la música, ustedes saben, no sé toca.

Que vengan muchas y mejores sinfonías. De esas que encantan, abren puertas y construyen el futuro. Son nuestras manos las que esculpen el talento, que vivan esas, las que dan vida y cortemos todas esas otras que sin callos aparecen cuando hay que amasar la cosecha. Si vamos a hacer una muralla que sea con las que hacen y fundan.

Diorges, dicen los libros de nombres y sus significados, que denomina a personas que no temen al trabajo duro. Y el espirituano ha dicho que sueña más, mundial , panamericano, el infinito. Así como debe ser.

Enhorabuena.!