Hoy quiero desde esta página, reflejar la sabiduría, conocimientos e inteligencia emprendedora de quien es considerado, por muchos, el mejor federativo que ha tenido el atletismo cubano, Idalberto Jesús Molina Hernández.
Molina como era conocido por todos, nació en Matanzas, el 15 de octubre de 1948. Quizás, en esas edades tempranas, el atletismo no corría por sus venas, pero como todo, siempre existe una vez. Su vinculación al deporte acontece como integrantes de la, entonces, Columna Juvenil del Centenario, actual Ejército Juvenil del Trabajo, en el caso suyo, desplegado en tierras camagüeyanas, donde inició su etapa de dirigente deportivo.
Graduado de la Escuela Superior de Cultura Física (ESCF) en 1967, al atletismo llega por primera vez, ese propio año, cuando a solicitud del entonces presidente del INDER José Llanusa Gobel, ocupa la dirección técnica. En 1980, se gradúa del Instituto Superior de Cultura Física (ISCF) Manuel Fajardo y es designado comisionado nacional de atletismo. Durante los 17 años ejerciendo al frente del atletismo cubano, ese deporte vivió sus momentos de esplendor y grandeza, con varios títulos olímpicos y mundiales, como lo más relevantes.
Sus cualidades como directivo sobresalieron rápidamente fuera de nuestras fronteras. En septiembre de 1982, en Madrid es fundada la Asociación Iberoamericana de Atletismo, con la presencia de Jesús Molina, quien fue elegido como uno de sus cuatro vicepresidentes (el portugués José Correia de Cunha, el argentino Hugo Mario Lanasa y el chileno Raúl Maturana).
Sus conocimientos y jerarquía en el atletismo cubano y regional, se expandieron por el mundo, siendo elegido por varios períodos, a partir de 1997, miembro del Comité Técnico de la, entonces IAAF, actual World Athletics, aportando valiosos criterios técnicos y actuando como Oficial Técnico Internacional (OTI) en diferentes eventos atléticos, entre los que destacan, Juegos Olímpicos de Seúl (1988), Campeonatos Mundiales de Gotemburgo (1995) y Sevilla (1999), Juegos Panamericanos de Winnipeg (1999) y los Centrocaribes de Cartagena de Indias (2006).
Molina ocupó la vicepresidencia de la Confederación Centroamericana y del Caribe (CACAC), entre 1982 y 2002. De 1997 a 1999, laboró en la dirección técnica del Centro de Desarrollo de la IAAF, en San Juan, Puerto Rico y diez años más tarde, dirigió una entidad similar creada en La Habana.
Fue factor clave para la celebración en Cuba de importantes eventos atléticos, como la Copa del Mundo en 1992, el Campeonato Iberoamericano en 1986, el Panamericano Juvenil en 1997, el Campeonato Centroamericano y del Caribe en 1983, entre otros.
En el plano nacional, la actuación de Molina fue determinante en el fortalecimiento del personal técnico (entrenadores) dentro del equipo nacional, en la realización de planes unificados de entrenamientos, en el establecimiento de la enseñanza del atletismo en edades tempranas. En el ámbito de las competencias, revolucionó el sistema competitivo del atletismo cubano, estableciendo diversas competencias ramales. Así, en diferentes momentos, aparecieren los eventos, Héroes del Moncada, Memorial Rafael Fortún (1984), Festival de Relevos, Festival de Vallas, Memorial Aurelio Janet (1989), más tarde en el apogeo del Período Especial, contribuyó a la creación de otros eventos, Cross Cuontry, Festival de Saltos (1995) y Nacional Femenino (1997).
Los que tuvimos el honor de compartir labores con Molina, no solo apreciamos sus capacidades como dirigente deportivo, su visión para avizorar acontecimientos futuros, también observamos el ser humano, capaz de transmitir un consejo a los más noveles, sean atletas, entrenadores o a otras personas, vinculadas o no al deporte.
Molina falleció, el 5 de diciembre de 2016, pero su legado ha quedado, dentro del atletsmo mundial y cubano. Muestra de ello, es haber sido condecorado con la Insignia de Veterano y la Placa de Mérito de la IAAF, en 1991; en 2002 fue condecorado con la Orden Al Mérito Deportivo y en 2007 fue exaltado al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo, en calidad de directivo.
Sobrados argumentos que enaltecen la trayectoria directiva de Jesús Molina, señor federativo. Sirva este trabajo de homenaje en el 73 aniversario de su natalicio.
Comentarios recientes