Por Lilian Cid Escalona
Al margen de haber sido el primer año de un ciclo olímpico, visto con objetividad, el 2017 no fue un año pródigo para el atletismo cubano. Del Campeonato Mundial de Londres regresamos con una presea: el bronce ganado por Yarisley Silva en el salto con pértiga merced a 4.65 metros; una marca por debajo de su capacidad competitiva. Sin embargo, no todo ha de ser gris ya que lo hecho por los jóvenes es de aplaudir.
En el año que se escapó fueron los noveles quienes sacaron la cara por nuestra isla al ganar cinco preseas de oro en el Campeonato Mundial para menores de 18 años y otras cuatro de este color en el Campeonato Panamericano sub 20. Actuación que nos hace creer en el futuro.
Esta situación se manifestó en el ranking nacional; por esta vez fiel reflejo del nivel mostrado por los competidores de la Mayor de las Antillas. Y lo resalto porque es muy importante constatar que los datos que compila el Licenciado Alfredo Sánchez Barrios son coherentes. Toda vez que no han sido pocas las campañas en que a nivel nacional se consiguen registros interesantes y luego, a la hora de la verdad, nos enfrentamos a una realidad que dista muchísimo de lo que los números llegaban a sugerir.
La heptatleta Yorgelis Rodríguez devino oasis en medio de un panorama desértico en materia de marcas de alcurnia. La guantanamera se reafirmó como recordista nacional del heptalón y se superó con creces en la competencia fundamental. En Londres acumuló 6594 puntos para mejorar el registro anterior de 6481 puntos, hecho por ella misma en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016. Yorgelis facturó otra marca de envergadura al elevarse sobre los 1.95 metros en el salto de altura, lo más destacado de una mujer cubana desde que Lesyani Mayor saltara 1.93 metros en el año 2010.
Obligada mención merece Milena Pérez, una fondista que persevera con las distancias obstaculizadas, y que se convirtió en recordista nacional absoluta para los 2000 metros con obstáculos. Su tiempo de 6:42.86 minutos facturado en la Copa Cuba destrona los 6:52.70 que desde el 4 de mayo de 2002 estaban en poder de la habanera Yenisleydis Peñalver.
Si de destacar se trata, hay que mencionar al triplista Jordan Díaz que con su brinco de 17.30 metros se convirtió en el epicentro de la noticia al instalarse en la cima del listado histórico de las mejores marcas logradas por atletas menores de 18 años, la llamada categoría Cadete.
Una revisión del listado nacional, donde se compilan 50 competencias internacionales y 44 de nivel nacional, denota la labor del saltador de longitud Maykel Massó, dueño de un estirón de 8.33m facturado en Madrid que le convierten en el nuevo recordista nacional juvenil de esta prueba, mejorando los 8.28m que compartia con Luis A. Bueno y que figuraban como el récord nacional juvenil. En esta especialidad no se debe obviar a su compañero Juan Miguel Echevarría que mejoró sus marcas ostensiblemente y pegó un brinco de 8.34 en Padua con el que reafirmó sus buenas maneras como saltador. El registró no se oficializa porque se realizó con viento a favor.
Otro resultado que destaca es el de Yarovis E. Contreras en el lanzamiento de la jabalina. Este villaclareño nacido en el año 2000 llevó el dardo hasta los 73.93 metros y se instaló como recordista de nuestra isla. En el momento que se produjo el resultado, el muchacho no había cumplido los 19 años por lo que su marca vale como récord cubano para ambas categorías: sub 18 y sub 20. Hasta entonces, eran Cleivys García (70.92) y Yudel Moreno (73.72) los autores de los mejores disparos y databan, ambos, del año 2002.
Otra joven que llamó la atención de los entendidos fue la cuatrocentista Roxana Gómez, autora de un par de marcas que clasifican como las mejores de todos los tiempos a nivel juvenil en Cuba. En Monterrey, Gómez detuvo los relojes en 51.59 segundos, días más tarde se superó a sí misma en Trujillo cuando facturó crono de 51.46 segundos. Estos registros optimizan los 51.74 segundos que desde 2007 avalaban a Aymee Martinez como recordista nacional.
También descolló Amanda Almendariz, dorada en el Mundial sub 18 de Nairobi con registro de 71.12 metros que se convierten en lo mejor hecho por cubana alguna con el martillo de 3kg. La jabalinista Marisleisys Duarthe la imitó al conseguir un envío de 55.80 metros que la acredita como recordista nacional entre los menores de 18 años, categoría que mostraba a Lismania Muñoz como recordista con 55.68 metros. Con el implemento propio de su edad, la jabalina de 500g, la muchacha nacida en Santiago de Cuba facturó un envío de 65.44 metros que califican como lo mejor de todos los tiempos a nivel global.
Visto lo visto, es un hecho que los jóvenes fueron los indiscutibles protagonistas de la campaña del atletismo en 2017. Ahora, resultará de vital importancia supervisar minuciosamente cada detalle de su preparación en aras de que estas estrellas nacientes sean capaces de brillar con luz propia. En nuestra historia sobran los ejemplos de muchachos y muchachas que no llegaron a alcanzar los resultados que de ellos se esperaba. Por delante queda el enorme reto de lograr que su rendimiento continúe en ascenso porque en la adecuada conducción del talento de esta generación nos va la vida. De ellos depende el futuro del atletismo cubano.
Descargue Ranking Nacional 2017
(Especial Cubahora)
Excelente el artículo sobre los jóvenes atletas que muchas veces pasan inadvertidos por la prensa a pesar de haberse codeado con los mejores del mundo.
SI, que de verdad se trabaje sin quemar etapas, y dando la atencion que meresen.
Para mi pasaran muchos anos,lo que vi en Toronto no tiene futuro.
Jerzy, los atletas que se mencionan en el artículo como futuras promesas no estuvieron en Toronto y si pensamos en Sotomayor, Quintero, Pedroso, Quesada y Menéndez, entre otros todos a muy temprana edad se metieron en la élite mundial. Entonces no estaría mal Hacer todo lo posible para que algunos de esos atletas cadetes y junior en poco tiempo pasen a ser la figura principal de su disciplina si en esta no hay nadie actualmente y no solo para competir en la región, sino con opciones reales de subirse al podio en un evento global.
O sea que no es necesario que pasen muchos años si se cuida a los atletas.
Un ejemplo en Río en el lanzamiento de la jabalina femenino la atleta polaca que ganó la clasificación tenía 20 años y la atleta croata campeona olímpica tenía 21 años.
Si miramos el desarrollo de atletas cubanos de ambos géneros veremos que la gran mayoría era muy joven cuando irrumpió en la élite. por eso desconfío o quizás sería mejor decir no tengo esperanzas si los atletas cubanos con veintitantos años aún no han hecho sonar nada en competencias globales.
La longevidad no es un dato común de nuestros mejores atletas, muy al contrario.