Metros le ganó a Matanzas, es decir, Metros barrió a Matanzas.  Pero no me parece que por ello hay que pensar que el  béisbol se haya vuelto loco.

Metropolitanos es un equipo. Es un equipo precisamente porque este año  no fue desangrado completamente. Le arrancaron unos cuantos pitcher, los de mejores condiciones que tenía,  pero le han dejado un grupo de peloteros que se conoce y que ha jugado con la solidez que supone haber compartido terreno y horas de juego con anterioridad. De ello penden las dudas de qué sucedería sí en la Serie Nacional la capital tuviera dos equipos y no uno con una sucursal fogueándose al mismo nivel. Mas,  este no es el tema…

La contraparte del asunto reza: Matanzas es barrido en el Latino, por Metros.. y,  ¿qué hay con eso?…. Matanzas es un equipo que ha lucido un mundo pero tiene lagunas. Nadie se hace de una escuadra invencible de un año a otro, eso es algo utópico en cualquier nivel amateur del deporte; máxime cuando usted debe representar a su lugar de origen…

Sin embargo, la caída de los «yumurinos» ante los «rojos de la capital» ha suscitado una explosión mediática, a mi juicio, un poco excesiva…. cría fama y acuéstate a dormir, con eso se resume todo  porque como les digo, Metropolitanos es un equipo y anda bien distante de ser el peor de esta 51 serie nacional.

Aunque hay más, entre lo que destacan lo errorres cometidos por jornada, el hecho de que a Holguín parece habérsele acabado la gasolina y el HR dieciséis de Despaigne además del recital de gente que viene detrás de  él, a pesar del box y la mizuno 200; lo otro que se “lleva la arrancada” en los medios por estos días es el Juego de las Estrellas…¿Será en Matanzas?… Yo apuesto a que si y es un criterio que Cuba completa comparte, realmente se lo merecen.  Sin embargo, no es la sede sino los convocados el problema.

Obviamente, la pregunta de los dos millones es  ¿por qué no está Malleta?. Las causas fueron explicadas, sobre todo, salvando responsabilidades con la bandera de  “la casillita para agregar a alguien ”  y  el tema tuvo una respuesta en un medio nacional (Juventud Rebelde).

 

Yo aplaudo la manera de hacer pero no la forma de decidir. Por primera vez en los últimos tiempos las cosas aparentan justeza y le otorgan, de cierta manera, protagonismo  al público. Se podrá elegir a criterio propio  y también proponer, pero,  a dónde van a parar los que quedaron olvidados o que no fueron considerados por el criterio de selección utilizado.

 

“Todo el mundo”  preguntó  por Malleta. Pero esta es la pregunta de la capital y es válida, muy válida, quizás tanto cómo conocer, ¿cuál fue el criterio para decidir por los SS?. No lo logro encontrar, Roberto Carlos y Dunier Serrano batean y andan con muy buenos números a la defensiva, sin embargo, Arruebarruena es de los peores del campeonato en ambas cuestiones y aún así está ahí. Está ahí por lo mismo que  se presume que aparezca en la preselección nacional aunque haga 27 errores y batee por debajo de 300…upss, disculpen, esa historia ya la vivimos y bueno, por lo visto, la volveremos a vivir…

 

Pero no es cuestión del muchacho, el hace todo lo que puede y se luce más, máxime cuando hay cámaras para crear una tensión que es aliñada con los habituales comentarios que le reseñan cuanta atrapada hace como “de la gran escena”. En fin, hasta un momento determinado el torpedero era una posición defensiva, que le costó a Alexander Guerrero, a Manduley y a otros tantos el acceso a la selección nacional. Ahora el torpedero es una posición que se otorga a golpe de lo que se le ocurra a la comisión nacional; no hay criterios y si no los hay, ¿por qué se van a esforzar a diario los que aspiran con fervor a vestir las «cuatro letras»?.

 

Otro tanto en el asunto se lleva Duniel Ibarra, otrora considerado como ¡el mejor cerrador de Cuba!..Es real que es el que más “salva”. Pero este año ha perdido juegos por doquier y le han bateado a sus anchas. Por citar un ejemplo, Las Tunas -que anda con el hacha al hombro y bateando menos de .280 – le sacó un juego a Cienfuegos del congelador  y dejó al campo a los elefantes con Ibarra en el box.  Ayer, casualmente, la Isla hizo lo mismo y después ganó en tie-break.  También recuerdo que fue a Ibarra a quien Guerrero le desapareció la mizuno en el pasado juego de las estrellas jugando ya  bajo las determinaciones de la regla IBAF.

 

Y ya que llego a los  lanzadores, me preocupa Artemisa. No porque esté desluciendo la serie, eso se sabía de antemano que iba a suceder. Lo que nadie se imaginó es que a este staff, el mejor de Cuba en papeles, le estén bateando para 4.91 carreras limpias.  Basta mirar los números, solo Yadier Pedroso escapa de un descalabro que de momento, deja a varios de los lanzadores de los últimos equipos Cuba fuera del juego de las estrellas y siembra dudas de ¿cuál será la composición del cuerpo de lanzadores del equipo Cuba de cara a los eventos, como el Clásico? y con ello, volveremos a las dudas y a las incongruencias a la hora de la selección del equipo «grande».

El equipo de Artemisa es débil ofensivamente y a golpe de lanzadores no se consiguen resultados, el béisbol necesita de algo más que eso. Es un problema mayúsculo, para Artemisa y para Cuba. No importa cuán efectivos sean en su salida  Lahera, Yulieski, Jonder  y los demás,  porque si les hacen  una carrera es suficiente para cargar con la derrota.

Pero el problema va más allá, ahora los «noquean» y los «supernoquean» por lo que es presumible que esté sea un desnivel ligado a la motivación. La falta de este factor en  en la mentalidad de un atleta es lapidaria; su rendimiento decae y su vida deportiva se vuelve un agujero oscuro, tan oscuro y denso que no son muchos los que logran salir adelante.

 

En fin, a tono con la serie nacional que vivimos,  he hecho consideraciones a golpe de corazón, sin frases reescritas…. En el calendario hay otro problema más, quizás el mayor que tenemos, pero todo tiene su origen en los 17 equipos y en la «cosas» de nuestra 51 Serie Nacional.

Mientras todo el mundo aplaude el regreso de Santiago e Industriales a sus planos en el deporte nacional,  es mucho más objetivo, importante e interesante velar por el equipo Cuba que a fin de cuentas es el que saca la cara y deja la imagen internacional de lo que es hoy, la pelota cubana.

 

Muchas cosas atentan,  pero yo no creo que sea el béisbol cubano el que se haya vuelto loco; más bien  es un problema que tiene origen en un lugar en el que nadie quiere hurgar, usted sabe, toda Cuba sabe…..

Ojalá que cuando nazcan los valientes no sea demasiado tarde para salvar la pasión y sobre todo….» a los apasionados».