Roberto MOREJÓN RODRÍGUEZ/ JIT

Por Eddy Luis Nápoles Cardoso

El atletismo cubano es pródigo en resultados a nivel internacional, muestra de ello, es la amplia cosecha de medallas obtenidas en Juegos Olímpicos (10-15-15), Campeonatos Mundiales (21-23-11), Juegos Panamericanos (130-121-105) y Juegos Centroamericanos y del Caribe (306-225-163), por solo citar los principales eventos, pero pudiera ser mejor actualmente, si no ocurriera este fenómeno, “no lograr el mejor rendimiento anual en la competencia fundamental”.

Valorar como se manifiestan los atletas cubanos con relación al registro de su mejor marca del año en la competencia fundamental, es el principal objetivo de esta propuesta; algo que en los últimos años, a simple vista, no se comporta adecuadamente, es decir, por lo general, no materializan su mejor rendimiento en el momento exigido.

Los resultados expresados en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, hablan por sí solo. El atletismo asistió a la cita carioca con 28 atletas y tres relevos, es decir, 31 participantes, lográndose solo seis mejores marcas del año en ese evento, honores que corresponden a Yoandys Lescay, 45.00 segundos en 400 metros; Leonel Suárez, 8460 puntos en decathlon; Yorgelis Rodríguez, 6481 en heptathlon; Richer Pérez, 2:18:05 horas en maratón y las postas 4×400, la masculina, 2:59.53 minutos y la femenina, 3:30.11 minutos.

Siguiendo con los Juegos Olímpicos, el evento cumbre del deporte; aquí se valoran las tres última ediciones, donde el atletismo criollo totaliza 114 participaciones en pruebas atléticas, donde solo 21 atletas obtuvieron el mejor desempeño del año en estas citas multideportivas, para el 18.42 %. En relación a los Campeonatos Mundiales, se analizaron cinco ediciones, desde Osaka 2007 hasta Beijing 2015, con los siguientes resultados, 138 participaciones, 27 atletas lograron su mejor marca, para un 19.56 %.

En los Juegos Panamericanos, un evento priorizado por el movimiento deportivo cubano, se analiza desde la edición de Río de Janeiro 2007 hasta Toronto 2015, tres eventos, con 170 participaciones, donde 43 atletas lograron el mejor rendimiento anual, para el 25.29%; terminando con los Juegos Centroamericanos y del Caribe, otro evento cumbre para el deporte cubano, aquí se valoran las ediciones de Cartagena de Indias 2006 y Veracruz 2014, con acumulado de 136 participaciones y solo 30 atletas lograron el mejor rendimiento, para el 22.05 %.

En las valoraciones individuales realizadas, se tomó una muestra de 28 atletas, que incluyen a los principales atletas cubanos actuales, estos estudios muestran que, el atleta criollo logra como promedio su mejor rendimiento del año, con 65.23 días de antelación al momento planificado, es decir, alcanza su mejor resultado, dos meses antes de la Competencia Fundamental (CF).

El holguinero Leonel Suárez ha tenido su mejor rendimiento en la competencia fundamental…

En el aspecto individual, destaca el decatlonista Leonel Suárez, un atleta que generalmente logra su mejor desempeño en la competencia fundamental, a Leonel se le analizaron ocho competencias, logrando en cinco de ellas, el mejor resultado del año, promediando solo 30 días de antelación en la obtención del mejor rendimiento con respecto al momento planificado.

Veamos el ejemplo de Leonel en el año 2008;inició la temporada, el 8 de marzo en La Habana con 8050 puntos; siguió, el 1° de junio en Götzis con 8366 puntos, incrementando 316 unidades, cerrando la etapa preparatoria, el 22 de junio en Ratingen con 8451 puntos, ganando 85 unidades; mientras en la competencia fundamental, los Juegos Olímpicos de Beijing, el evento que encumbró a Leonel, logró 8527 puntos, con una ganancia de 76 unidades respecto a lo logrado anteriormente en la ciudad alemana.

En el lado opuesto, está la corredora de 800 metros Rose Mary Almanza, también con ocho competencias, pero a diferencia de Leonel, Rose Mary nunca ha logrado su mejor desempeño anual en la competencia fundamental, promediando además, 72 días de antelación en el logro del mejor rendimiento en relación al momento planificado.

Veamos un ejemplo de Rose Mary en el año 2016;la etapa precompetitiva, la inicia en La Habana, el 29 de mayo, con 1:59.94; siguió, en Barcelona, el 30 de junio, con 1:58.49, mejorando 1.45 segundos; para finalizar 48 días después, el 17 de agosto en la cita olímpica de Río de Janeiro, con 2:00.50, decreciendo 2.01 segundos respecto a lo logrado en la ciudad española.

Sabemos que el ser humano no es un robot, al que podemos programar para que ejecute determinadas acciones en el momento indicado, pero el proceso de entrenamiento deportivo al que son sometidos los atletas, se basa en principios metodológicos y consta de diferentes etapas -que no voy a detallar aquí- las que van regulando la obtención del estado óptimo de la forma deportiva y aunque en la actualidad se compite mucho más, que en la época en que fueron enunciados estos principios, lográndose varios estados de forma; su vigencia se mantiene y la competencia fundamental sigue estando presente.

Entonces aquí es donde entra a jugar un papel determinante el entrenador, con las habilidades que tenga, en la correcta utilización, aplicación y dosificación de los medios y cargas de entrenamiento en cada una de las etapas, de manera tal que el atleta vaya expresando progresivamente sus resultados competitivos en el año, logrando su mejor expresión en el momento exigido, o lo más cercano posible.

Otro aspecto importante, a tener en cuenta para la planificación de un objetivo competitivo anual, el llamado pronóstico; es la edad del atleta, años en la práctica de la prueba, resultado logrado el año anterior, índice de crecimiento y decrecimiento anual en esa especialidad; por ejemplo, pocos especialistas cubanos, conocen que el atleta criollo de 400 metros (M), puede crecer como promedio, hasta 0.48 centésimas de segundos al finalizar un ciclo anual de entrenamiento.

Varios pueden ser los factores que conspiran en la materialización correcta de este objetivo, los hay de índole técnico-metodológico, pero también están los administrativos, así como los psicológicos, descubrirlos y trabajar sobre ellos, es tarea pendiente del colectivo técnico del atletismo cubano, ejemplos tenemos de sobra en la historia de nuestro atletismo que hicieron sus mejores marcas a la hora cero, en este minuto me vienen a la mente los Figuerola, Juantorena, Casañas, Quirot, Sotomayor, Pedroso, García y muchos otros, y porque no, esta nueva generación de atletas, también lo puede y debe hacer.