Basketball_feliz intercambio para el deporte de Cuba_rene navarro_Foto_COCOPor: René Navarro Arbelo

Desde hace algunas horas un gran número de importantes sitios internacionales se hacen eco de la proyectada visita a Cuba durante la segunda quincena del presente abril de prestigiosas figuras y autoridades de la muy conocida NBA y la FIBA.

En esa comitiva figuran dos ex jugadores de reconocida trayectoria en la profesional organización estadounidense: Steve Nash y Oikembe Mutombo. Ellos serán acompañados por distinguidos entrenadores, federativos y personas muy capaces en esa universal disciplina. Los propósitos ya divulgados en diferentes medios nacionales se refieren a campamentos y conferencias con jugadores y directores, la apertura a sobresalientes atletas que se incluirán en el programa “Basketbol sin Fronteras” y la rehabilitación de tres canchas en suelo patrio.
Al conocer la noticia este martes el máximo responsable del deporte en la nación, Ruperto Herrera Tabío, expresó: “Es un día maravilloso para el baloncesto cubano y para nuestra Federación”, refleja el portal de noticias Cubadebate. Otras publicaciones digitales también resaltan los beneficios de esta futura contribución de la NBA y la FIBA.
Además de Nash y Mutombo, dos deportistas nacidos en África, el prestigioso grupo lo integran Ticha Penicheiro, leyenda de la WNBA; los entrenadores Quin Snyder, de Utah, y James Borrego, de Orlando; el subcomisionado de la NBA, Mark Tatum; y el director de la Academia de Baloncesto de América, Víctor Ojeda, entre otros.
Para este comentarista, fiel seguidor y admirador de distintas generaciones de baloncestistas cubanos, el valioso gesto de estas personalidades en el siglo XXl obedece a la inolvidable trayectoria del basket cubano entre los años 1970 y 1999. Nuestro tricolor demostró varias veces su inmenso bregar en las grandes competiciones internacionales. No creo necesario reiterar ahora los premios obtenidos en el orden colectivo, pero no me debo resistir a relatarles que figuras como Pedro Chappé, Ruperto Herrera, Alejandro Urgellés, Miiguel Calderón, Margarita Skeet, Leonor Borrell, Yamilé Martínez, Regla Hernández y Dalia Henry, por solo citar algunos, hubieran jugado en las mejores ligas y clubes del mundo.
Cierta vez el entrenador del famoso equipo de la ex Unión Soviética, Alexander Gomelski, declaró que con atletas que tuvieran las características de Chappé, Ruperto y Urgellés, él habría conquistado varias veces el Campeonato del Mundo.
Fui testigo presencial de aquella primera gran victoria de Cuba sobre el hasta ese momento imbatible Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Cali -1971, y ocho años después del inolvidable triunfo de nuestras féminas en la cita continental de San Juan, Puerto Rico. Hombres y mujeres de aquellos equipos rivales de la primera potencia mundial se convirtieron en estrellas del profesionalismo. Los nuestros permanecieron en casa, comprometidos con su pueblo y familia. Ahora corren otros tiempos, donde las circunstancias se presentan diferentes para todos los atletas del universo.
Bienvenidos estos altos representantes del baloncesto mundial a la bella Cuba. Ojalá que estas buenas intenciones se multipliquen para bien del movimiento deportivo nacional. Elogios para el embajador RUPERTO HERRERA, a quien debemos en enorme medida esa satisfactoria comunicación y vínculos que mantiene el deporte de las canastas con todos los rincones del planeta.