Por Joel García y Fabio Quintero, estudiante de Periodismo
La Ciudad Deportiva (CD) fue el lugar donde Teófilo Stevenson ganó su primer título mundial y donde celebró su último combate en Cuba, en ocasión de los Juegos de la Amistad, efectuados paralelamente a la cita olímpica de Los Ángeles 1984. Luego de siete años de su desaparición física muchos se preguntan por qué su nombre no ha sido colocado en el coliseo capitalino que tanto hizo estremecer a lo largo de su carrera deportiva.
Un amasijo de trabas burocráticas, falta de diálogo y desinterés han conllevado que todavía la familia del boxeo y la afición en general hagan preguntas que parecen elementales, pero que no tienen una simple respuesta.
Sparring con los amigos
Elio Menéndez, Premio Nacional de Periodismo José Martí, a un mes de la muerte del Gigante de Delicias (11 de junio del 2012), fue uno de los primeros en plantear la idea de rebautizar el local de Vía Blanca y Boyeros: “Convencido estoy de que tan feliz sugerencia será acogida con calor, no solo por la gran familia del boxeo, sino incluso por quienes sin ser seguidores del deporte conocen de la grandeza de este hombre”, escribió en el diario Juventud Rebelde.
Tan precisos como los rectos de derecha de Teo resultan los comentarios de sus antiguos compañeros. “Ya es fecha de que el coliseo tuviese el nombre de Stevenson, eso es indispensable. No sé cuáles han sido los obstáculos. Para el boxeo y para el pueblo él tiene todos los honores para ponerle su nombre al coliseo. Si alguien lo duda, que convoquen a una reunión con todas las glorias deportivas para analizarlo”, dice el doble campeón olímpico Ángel Herrera.
Otro titular de los cinco aros, Armandito Martínez, se emociona cuando habla del tema. “En reuniones en la CD he sido uno de los que he levantado la mano, porque eso hace años que se está planteando. Es el espejo, el atleta más grande de la Revolución. La CD es el escenario más importante para el boxeo, como el Madison Square Garden en Estados Unidos”.
Primer asalto: jabs para abrir la guardia
En la CD un niño llora en una esquina de las gradas. No puede competir debido a que se le rompieron los tenis, y el juego de voleibol empieza en unos minutos. Stevenson lo ve, inquiere al muchacho y pregunta qué número calza. “Ve al carro y tráeme las chancletas”, grita a uno de sus acompañantes y le regala sus tenis al niño.
Gelmis Stevenson, mulata de gran estatura, se topó con esta historia dándole botella a la madre de aquel niño. “La mujer se me quedó mirando y cuando me reconoció, entre lágrimas me lo contó”.
Para la primogénita de Teo, resultaría un orgullo que coloquen el nombre de su padre en la CD. Muchas personas le preguntan sobre el tema y le piden explicaciones por la demora del asunto. Ella participó en el 2016 en el primer acercamiento del Inder con la familia para comenzar los trámites.
“En ese año, Tomás Herrera, presidente de la Comisión Nacional de Atención a Atletas, nos citó a mí y a Fraymaris Arias Meléndez, viuda de mi papá, para una reunión con el jurídico de la entidad. En esa cita ellos nos plantean la posibilidad de ponerle el nombre de Téofilo Stevenson a la CD como una iniciativa del Inder, para lo cual necesitaban la respuesta de los familiares directos.
“Dijimos que estábamos de acuerdo, y solicitaron una carta con el consentimiento de los herederos. Fraymaris la redactó, yo la firmé y viene la situación. Mi hermano David no la quiso firmar. Ella volvió a imprimirla, y tampoco la firmó”.
Arias Meléndez estuvo 18 años casada con el tricampeón olímpico. Es abogada del Instituto Cubano de la Música, y vive sola con su hijo David Stevenson desde la muerte de Teo. Con lenguaje directo refirió que antes de esa reunión el Inder nunca se había acercado a ellos para hablar de ese tema ni de ningún otro. Está de acuerdo en que se le ponga el nombre, pero no es una prioridad para la familia, y aclara la actitud de su hijo.
“David en ese momento estaba en una situación médica delicada y no podía presionarlo al respecto. Estaba afectado por la muerte de su padre. Luego de comunicarle la negativa de mi hijo a Tomás Herrera se acabó el acercamiento. Jamás hablaron con él ni conmigo, ni pidieron explicaciones hasta que comenzó la investigación del periódico Trabajadores, entonces volvieron a llamar para hablar sobre al asunto”.
Segundo asalto: golpes al vacío
Ramiro Domínguez, director jurídico del Inder, y el propio Herrera alegaron que debido a la negativa del hijo (uno de los herederos) la entidad no puede hacer nada para iniciar los trámites de solicitud de colocar el nombre de Stevenson a la CD, no obstante el interés que tienen, a raíz de la petición de los aficionados.
Además declararon que la viuda comenzó un proceso de inscripción del nombre de Teófilo Stevenson como marca comercial en el Bufete Internacional, y desde ese momento no habían vuelto sobre el asunto por temor a una demanda familiar.
Ante lo planteado por los directivos del Inder, María Amparo Santana Calderío, Máster en Derecho y abogada del Bufete Internacional, comentó los pormenores de este tipo de procesos, poco comunes en Cuba. “El nombre Teófilo Stevenson está solicitado como marca desde septiembre del 2016. Está en trámite de examen de fondo por parte de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, que concede o no la marca si está de acuerdo a los requisitos de ley de marca.
“No significa que el derecho nace desde que se le otorgue, sino desde la fecha de presentación. La solicitud está presentada por los tres herederos. El nombre se convierte en un bien protegible cuando le dan la marca.
“Si ellos van a negociar o autorizar el nombre para un lugar pasa por otra autorización que no tiene que ver con el registro marcario ni la propiedad industrial. Puede haber conflicto cuando no te sientas con el titular de la marca”, argumentó.
Dentro de eso, según establecen las leyes, se puede autorizar el uso de la marca de forma gratuita u onerosa, con distintas variantes que pudieran abarcar desde dinero hasta pedir un palco para disfrutar un espectáculo, practicar ahí la familia, u otras.
“Si me preguntan por qué se ha demorado lo del nombre a la CD diría que hace falta más diálogo y más voluntad para sentarse ambas partes y discutir qué es lo mejor, independientemente de los derechos concebidos. Eso no es un proceso lineal y sí tienen que estar de acuerdo los tres herederos”.
Si para Teófilo el amor del pueblo valía más que todo el dinero del mundo, entonces la voluntad de rendirle homenaje debe valer más que todas las incomprensiones entre familia e institución. Pareciera que necesitáramos de la potencia de su gancho para derribar barreras y aclarar de una vez y por todas este entuerto.
Tercer asalto: no hay que tirar la toalla
El profesor Alcides Sagarra ha perdido fuerza en la voz, pero cuando habla de Pirolo, su mente tiene el mismo ímpetu de cuando daba órdenes en una de las esquinas del cuadrilátero, porque “hay personas que no necesitan que te pidan las cosas sino que se merecen un reconocimiento, y Teo era la bandera cubana”.
“Los atletas de boxeo estamos esperando que se le dé el nombre de Stevenson a la CD. Existen varios obstáculos y burocracia, pero todos saben el nivel revolucionario y patriótico de Teo, por lo que no debería llevar tanto análisis. Al teatro García Lorca se le puso Alicia Alonso en un momento, y no hubo problema. El proceso está detenido en este instante. Todos los pugilistas quisiéramos firmar, muchos están indignados por la falta de decisión”, expresó Genovevo Griñan, titular de la Comisión de Atletas de este deporte.
A base de rectos, carisma, talento y resultados, humildad, sudor de manos y pies, Pirolo se erigió a sí mismo un monumento tan duradero como impalpable. Era una figura esculpida a la imagen del pueblo que tanto lo vitoreó. Con una humildad desplegada durante toda su vida, se impone un tributo sincero y desterrar las trabas que tanto criticó y evadió. Todos los reconocimientos del mundo no bastarían para ilustrar la memoria de alguien tan encumbrado.
Después de realizado este reportaje se conoció que autoridades del Inder volvieron a reunirse con los herederos de Teófilo Stevenson para reiniciar los trámites del nombre de la Ciudad Deportiva, y David Stevenson, hijo menor del campeón olímpico, volvió a negarse al pedido.
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