Tomado de Carros de Fuego del colega y amigo Ángel Cruz
Mutaz Essa Barshim ingresó ayer en la cuarta prueba de la Diamond League, disputada en Eugene, en el selecto club de los saltadores de altura que se han elevado sobre 2,40 metros. ¡Un qatarí! Récord de Asia, por otra parte. Y todo ello a los 21 años. Sólo cuatro centímetros por debajo de la altura del larguero en una portería de fútbol. ¿Se lo imaginan?
Para situar en su contexto la hazaña de Barshim vamos con algunos datos sobre el club de los 2,40 metros, una altura que se rompió por primera vez el 11 de agosto de 1985, cuando el entonces soviético y ahora ucraniano Rudolf Povarnitsyn saltó esa medida en Donetsk.
Hasta ahora se ha superado esa colosal altura en 36 competiciones, once de ellas en pista cubierta, por una docena de atletas de nueve países, desde ese 1985 a este 2013.
La estrella indiscutible es el cubano Javier Sotomayor, con 21 concursos por encima de esa medida. Espectacular. Mantiene las cuatro mejores marcas de la historia: 2,45 en Salamanca (1993), 2,44 en San Juan de Puerto Rico (1989), 2,43 en Salamanca (1988) y 2,43 indoor en Budapest (1989). He tenido la suerte de haber disfrutado en directo en tres de esas competiciones. La excepción es la de San Juan.
Más aún sobre Soto: en realidad ha saltado más de 2,40 metros no en 21 ocasiones, sino en 24, porque en tres de las competiciones en que más se elevó pasó antes por los 2,40. El 8 de septiembre de 1988, en Salamanca, superó 2,40 y luego 2,43; el 29 de julio de 1989, en San Juan, hizo lo propio antes de superar 2,44, y el 5 de junio de 1994, en Sevilla, se elevó primero sobre esos 2,40 metros y luego venció con 2,42. Un coloso, abanderado durante años del saludable atletismo de Cuba.
En cuanto a países, hay tres que tienen dos atletas en el club: Suecia (Patrick Sjöberg y Stefan Holm), Estados Unidos (Hollis Conway y Charles Austin) y Rusia (Vyacheslav Voronin e Ivan Ukhov). Hay que hacer la salvedad de que hay en la lista hasta cuatro atletas de países procedentes de la antigua Unión Soviética.
Estos son los doce miembros del Club de los 2,40:
Javier Sotomayor (Cuba), 2,45 el 27 de julio de 1993, en Salamanca.
Patrick Sjöberg (Suecia), 2,42 el 30 de junio de 1987.
Carlo Thränhart (Alemania), 2,42 (pista cubierta) el 26 de febrero de 1988, en Berlín.
Igor Paklin (Kazajistán), 2,41 el 4 de septiembre de 1985, en Kobe.
Rudolf Povarnitsyn (Ucrania), 2,40 el 11 de agosto de 1985 en Donetsk.
Sorin Matei (Rumanía), 2,40 el 20 de junio de 1990, en Bratislava.
Hollis Conway (Estados Unidos), 2,40 (pista cubierta), el 10 de marzo de 1991, en Sevilla.
Charles Austin (Estados Unidos), 2,40 el 7 de agosto de 1991, en Zúrich.
Vyacheslav Voronin (Rusia), 2,40 el 5 de agosto de 2000 en Londres.
Stefan Holm (Suecia), 2,40 (pista cubierta) el 6 de marzo de 2,05, en Madrid.
Ivan Ukohv (Rusia), 2,40 (pista cubierta), el 25 de febrero de 2009 en El Pireo.
Mutaz Essa Barshim (Catar), 2,40 el 1 de junio de 2013, en Eugene.
Y más sobre el recién llegado a tan selecto grupo. Nació en Doha el 24 de junio de 1991. Mide 1,92 y pesa 70 kilos. Es hijo de catarí y sudanesa. En 2010 ganó el Mundial júnior; en 2011, fue séptimo en los Mundiales absolutos de Daegu; en 2012 acabó noveno en el Mundial en sala y fue bronce en los Juegos Olímpicos de Londres y en este 2013 se ha elevado por encima de 2,40 metros.
Tenía una marca de 2,39 metros y compartía el récord asiático con el chino Zhu Jianhua, que saltó esa medida en Eberstadt el 10 de junio de 1984.
Esta es la progresión impresionante de Barshim:
2008: 2,07. 2009: 2,14. 2010: 2,31. 2011: 2,35. 2012: 2,39. 2013: 2,40.
Y seguirá subiendo y mostrando sobre la colchoneta esa alegría explosiva con la que nos arranca una sonrisa tras conseguir un salto prodigioso.
No sé es especial qué características físicas debe tener un atleta para elevarse no solo hasta los 2,40m como lo hicieron unos poquísmos junto al Soto. Cuando se observa a los atletas rusos como ejemplo de los atletas de raza blanca, por lo general son extremadamente delgados, casi frágiles.
Lo que es normal entre las mujeres, me podría imaginar que entre los hombres es una desventaja porque por un lado tienen poco peso corporal para volar, pero les podría faltar la fuerza necesaria para catapultarse.
El catarí tiene también ese físico frágil, aunque no es de raza blanca, pero para casi todos los que lograron esa altura, terminó su desarrollo, precisamente en esta, veáse la estadística arriba. Sería quizás interesante comprara a qué edad la han saltado los demás.
Saludos
Precisamente los tres atletas del grupo más allá de los 2,40m (al aire libre) – hicieron sus saltos precisamente en el año en que cumpliían o ya habían cumplido los 22 años, como Barshim.
Los demás: Povarnitsyn en el año de sus 23; Matei en el año de sus 27; Austin en el de sus 24; Voronin en el de sus 26; todos esos atletas al aire libre.
Bajo techo:Thränhart a los 31 años; Conway a los 24; Holm a los 29 y por último Ukohv a los 23.
Se pudiera pensar también que un atleta de los ligeros como Barshim haya podido sacarle ventaja al fuerte viento en Eugene. Vamos a ver si este es su límite o si da para más.