1899889_360044480800956_394261721_n Más vale tarde que nunca. Mi abuela (DEP) siempre lo decía y hoy me agarro al proverbio para tirar de estas letras. Diez días después de su ceremonia de clausura, ¿qué tal si hablamos de Sopot 2014?, un mundial al que Cuba fue con lo que podía y, a criterio de quien escribe, recogió lo justo.
Con seis efectivos se facturaron tres medallas (una de cada color) que nos dejaron en 7mo puesto (empatados con Francia y República Checa) entre las 134 naciones participantes. Mientras que, en la lista de posiciones, esa que otorga valor numérico a los 8 primeros lugares de cada evento y que muchos consideran como más reveladora, los cubanos anclaron en la duodécima plaza, merced a 23 puntos resultados de 4 finalistas (puestos 1, 2, 3 y 7).

 
De Sopot, ¿qué puedo contarles? A estas horas sé que no hay mucho de dónde “raspar” pues ya está “todo” dicho y redicho. En gran medida, porque este campeonato universal, pese a no clasificar entre los objetivos de rigor del año 2014 según declaraciones de los directivos de la Comisión Nacional, re-encausó los pasos del atletismo cubano hacia la idolatrada ruta dorada, perdida desde la edición de Doha 2010.
El golpe de gracias llegó por intermedio de quien ha sido la atleta más consistente, la mejor para mí, de estos tiempos: Yarisley Silva. Ella y su garrocha finalmente tocaron la cima, tras haber facturado plata en los Juegos Olímpicos de Londres´12 y bronce en Moscú´13. El oro le llegó por salto de 4.70m, curiosamente, registro inferior a lo que consiguió para encaramarse en sus podios anteriores. En la justa polaca, se hizo escoltar por la checa Jirina Svobodová y la rusa Anzhelika Sidorova, con el mismo registro que la ganadora.
Silva llegó limitada en su preparación y habiendo tomado parte en una única competencia previa, sin embargo, fiel a esa estirpe de guerrera que siempre la ha caracterizado, sacó la casta, derrochó coraje y reinó.
La meta de la comitiva nacional era superar la actuación de Estambul 2012. Propósito cómodo, porque lo de 2012 fue funesto con solo una presea (bronce de Mabel Gay en el triple salto) y atinado, dada la constancia de enlistados como Yarisley Silva, Pedro P. Pichardo y la forma actual con que llegaba Ernesto Revé. A la postre, los pronósticos emitieron veredicto satisfactorio aunque quizás el triple masculino, en algún momento supo a más. Sin que ello incite a demeritar en lo más mínimo sus actuaciones. Si bien es cierto que los registros de 17.76 y 17.58 hechos en La Habana sofocaron al universo no se puede perder de vista que saltar en una lid universal casi siempre cambia la dinámica. PPPP estuvo fuera de su ritmo, la secuencia de 16.73- X – 16.73 – 16.81 – 17.18 – 17.24 es clara y vale mucho que haya podido reajustar sus pasos y salvar su cartel “favorito” con un importante metal de bronce. Revé fue un poco más preciso (15.78 – 17.33 PB – X – R – R- R), pero como ya se va haciendo su triste tendencia, no pudo librar la batalla completa y se fue lesionado. Quedó entonces para ver, desde la barrera, como el ruso Lyukman Adams se lanzaba hasta los 17.37m PB y se agenciaba el título mundial.
Por cierto, que Lyukman de improvisado no tiene un pelo. Es un muchachón que ha dado bastante de que hablar y archiva elogios por parte de la prensa especializada de su país. Su cadencia de salto es espectacular y tiene una técnica impresionante, un legado que tal vez, venga de su entrenador Igor Ter-Ovanessian(ex recordista mundial de salto de longitud en los años ´60) y por qué no, de esa admiración que ha declarado sentir por la escuela cubana de esta especialidad.
Adams no un novato, aunque las lesiones también lo han hecho quedar en “promesa”. Más, en estos escenarios le ha ido bien, de hecho, repite entre los premiados pues había sido bronce en Estambul´12 con 17.36m.
De vuelta a los cubanos, la restante actuación que rindió puntuación fue la de la triplista Yarianna Martínez, séptima con 13.99m. Antes, durante la clasificación, había superado los 14m (13.78 – 14.03 – 14.04), una marca que por demás, ella había manejado muy bien durante su preparación aquí en La Habana. ¿Qué sucedió? dicen por ahí que es otro caso para sumar al vasto historial de atletas nuestros que “compiten”” en la clasificación, yo le preguntaré cuando la vea. AL final el triple quedó para Rusia con Ekaterina Koneva (14.46m) al mando.
La nominilla cubana la completaron los vallistas cortos Yordan O´Farrill y Johanis Portilla. El primero quedó en la clasificatoria, tras ser cuarto con 7.75 en un heat que siempre vimos complicado para él. Portilla, en tanto, superó la instancia inicial con 7.74PB y se hizo del último cupo a semifinales. Allí fue último en la segunda serie con discretos 8.03.
La pregunta es, ¿podíamos esperar más? Tanto O´Farrill como Portilla son atletas habituales de esos registros. Su demostración estuvo a tono con lo que sus piernas habitualmente ofrecen y que no alcanza para mucho más en un mundo que se mueve a diario por debajo de los 7.50 segundos. Sirva su presencia como fuente de experiencia. De esa sapiencia competitiva que tanto importa y que aquí, por cuestiones del financiamiento y otros demonios, tantas veces no logramos ponderar. Este dueto es lo principal que tenemos para ir adelante con las vallas cortas, y van, por la cosas de la vida, con paso apurado y la misión de sacar la cara en tiempos donde debían ser otros los ocupantes del escaño de primeras figura. Aun así, quedan convocados, desde ya, a estallar. En el mundial fue el estadounidense Omo Osaghe quien se coronó con 7.45 segundos.
En fin, que así fue como Cuba pasó por Sopot. Batear de 6-3, como dijo Alberto Juantorena es un buen average tanto en la pelota y como en la vida también porque un 50% es aceptable por dónde quiera que se mire. Sin embargo, el reto se sostiene pues el atletismo, como el deporte cubano, ha ido a menos en los últimos tiempos.
Hago mías las palabras del Presidente de la FCA ya que en efecto, se impone trabajar sobre la base de una proyección estratégica con nuestros mejores atletas y también garantizar el relevo. Aunque sobre todo, hay que tratar de que no les falte nada, al menos, lo imprescindible para que puedan rendir de acuerdo a sus potencialidades. Río´16 está a la vuelta de la esquina, con escala obligada en un Campeonato Mundial que, con asiento en Beijing será medidor.

DEL MUNDIAL
Transcurrió sin marcas deslumbrantes pero fue escenario de enconadas batallas. El relevo 4x400m masculino de los Estados Unidos ofreció la nota destacada al pulverizar el récord mundial del evento con crono de 3:02.13. Shelly-Ann Fraser-Pryce (6.98s en 60m), Valerie Adams (20.67m en la Impulsión de la bala), Genzebe Dibaba (8:55.04 en 10 000m) y Ashton Eaton (6632 puntos en heptalón) mantuvieron sus rachas de cuasi imbatibilidad mientras que a Ivan Ukhov se le negaban los 2.40m y tenía que conformarse con la plata en el salto Altura. Mutaz Essa Barshim (2.38) se proclamó campeón. Por cierto, que esta especialidad produjo un desenlace único con título compartido entre las damas. La rusa Maria Kuchina y la local Kamila Licwinko se compartieron la “guinda” del pastel con sus 2m conseguidos. El bronce fue para la incombustible española Ruth Beitia, igualmente sobre la altura pero con doble esfuerzo.
Con Sopot se cerró la página más importante de los eventos oficiales que propone la IAAF para el presente año; ahora, queda todo el protagonismo para la Liga de Diamantes a iniciarse en Catar, el 9 de mayo próximo.
 
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Yarisley Silva, titular mundial bajo techo 2014 en el salto con pértiga/Foto: Internet

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Ernesto Revé, subtitular mundial bajo techo 2014 en el triple salto /Foto: Internet

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Yarianna Martínez, ocupó séptimo puesto en mundial bajo techo 2014 en el triple salto /Foto: Internet

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Johanis Portilla, semifinalista en los 60mV del Mundial bajo techo 2014 /Foto: Internet