por: Lilian Cid / Cubahora

Adonis Matos es el hombre detrás de los resultados de Hayla González. La saltadora habanera que conquistó la presea de bronce con marca personal de 6.49 metros en la Copa Cuba 2023 y que ha estado dejando una bonita impresión en cada una de sus presentaciones.

Adonis es entrenador de especialidades asociadas a los saltos, y la alianza le viene de cuna. Es el hijo mayor del gran Milán Matos (en gloria esté), quien dejó una estela de logros representados mayormente por la excelsa carrera de Iván Pedroso, pero también presente en el rendimiento de otros atletas importantísimos como Yargelis Savigne o Mabel Gay.

Génesis

A los 11 años yo ya estaba haciendo deporte. Participé en los Juegos Pioneriles con buenos resultados en las carreras de fondo e ingresé a la EIDE con el entrenador Orlando Viera, que ahora se encuentra en México.

En ese entonces mi padre era entrenador de la EIDE Mártires de Barbados, y yo lo estaba haciendo bien, me veían talento, todo para pruebas de resistencia, aunque era muy hábil, porque hacía salto de altura, salto de longitud y pasaba bien las vallas. Así fueron mis inicios.

Mi proyección no fue larga, no me centré en ser deportista, tomé otros destinos, pero terminé convirtiéndome en entrenador.

Adonis Matos trabaja en el Estadio Panamericano con Davileydis Velazco / Foto: Deporcuba

Hijo de gato, ¿caza ratón?

Como te decía yo me salí del deporte, pero mi papá siempre me enseñaba cómo se hacía un atleta, cada vez que nos sentábamos a conversar hablábamos de cómo se entrenaban a los atletas, de cómo se debía correr, de los principios básicos del deporte, qué era lo fundamental, y sobre todo su mayor consejo, nunca apurar el proceso de enseñanza.

Actualmente trabajas en el combinado deportivo de La Habana Vieja, y desde este sitio logras situar una atleta en el podio del salto de longitud de la Copa Cuba 2023: Hayla González medallista de bronce con 6.49m ¿Nos la presentas?

-Ella es una atleta bastante ambiciosa en los resultados, siempre ha querido ser grande. Ya esperábamos un buen salto, yo le decía en la última ronda que para entrar en la clasificación para los Juegos Centroamericanos había que saltar más de 6.45, y salió a buscarlo. Ya en el entrenamiento habíamos hecho saltos en ese entorno y esperábamos mucho de ella, porque desde que tiene 14 años estamos entrenando juntos y ha sido medallista en Juegos Escolares y Juveniles, tanto en salto de longitud como en vallas, porque es una excelente corredora de 100m con vallas. En este evento tiene una plata y un bronce, y en el último Nacional Juvenil disputó una buena carrera con Jocelyn Echazabal y cogió plata.

¿Cuánto aporta esa potencialidad que tiene la velocidad para convertirla en un buen salto?

La velocidad es una capacidad muy importante para desarrollar el salto. El hecho de ser rápido, y ayudados con una buena técnica, los lleva a que pueden avanzar más. A mi papá le gustaban los atletas rápidos, aunque Iván no era demasiado rápido, pero era muy explosivo, muy técnico. Siempre lo recuerdo mirar a Joan Lino que era muy rápido, y cómo me decía que la clave no era su tamaño, sino su velocidad.

¿Cuán presente está tu papá en tu trabajo diario?

Mi papá era una persona que siempre buscaba la forma de hacer algo que viniera bien con el momento del atleta, y lo que no le gustaba lo cambiaba. Las veces que pude estar a su lado puede apreciar eso y es más o menos lo que llevo yo en mis prácticas, y me ha ido bastante bien.

Si tuvieras que resumir en breves puntos esos elementos fundamentales que un entrenador no puede perder de vista a la hora de empezar su proceso de formación a un atleta, ¿cuáles no pueden faltar?

La disciplina y el enfoque a los objetivos que quiere alcanzar son fundamentales, de ahí trazar el trabajo arduo de cada día, que tiene que ser cada vez más riguroso para lograr las metas.