Por Lilian Cid Escalona y Andy Bermellón Campos/ Fotos DeporCuba
Nos recibe con el cariño de siempre, y el júbilo que nos invade es mucho mayor porque nos alegra sobremanera constatar que destila motivación. Yarisley Silva se ha forjado al calor de los obstáculos y ha sabido conservar sus sueños y pelear por ellos como nadie. La temporada de 2014, pese al título mundial bajo techo conquistado en Sopot, Polonia, no ha sido pródiga en cuanto a sus resultados. Su carrera ha atravesado un período marcado por altibajos en la preparación. Condicionada, además, por la acumulación de un agotamiento propio de varios meses en competición al más alto nivel.
Sobre la decisión de poner pausa a su temporada y no continuar en el circuito competitivo de la Liga de Diamantes, así como las experiencias que cosecha en cada incursión sobre las alturas conversó la también subcampeona olímpica del salto con pértiga de Londres`12 en exclusiva con DeporCuba:
Los resultados de la actual temporada han quedado un tanto por debajo de las expectativas. Deudas en la preparación y el agotamiento propio de varios meses contendiendo al máximo nivel clasifican entre las principales causas conocidas. ¿Nos puedes argumentar?
Tengo que reconocer que la preparación no fue la adecuada al inicio de la temporada, debido a que tuve que asistir al Festival de la Juventud y los Estudiantes, que se realizó en Ecuador. Aunque te aseguro que fue una experiencia inolvidable porque es un espacio diferente a lo que uno realiza habitualmente, donde compartes con jóvenes de diferentes países, con diferentes realidades, muy alejadas de la nuestra. Fueron días de muchas enseñanzas, experiencias muy bellas y sobre todo de mucho aprendizaje. Sin embargo, cuando un atleta de alto rendimiento no logra vencer la etapa de preparación general con eficiencia, se le complejiza el estabilizar los resultados en la temporada. A mí me pasó y a pesar que he podido cosechar algunos triunfos, no me siento satisfecha con lo realizado en la temporada.
Hay factores que atentan contra los resultados y que no dependen de nosotros, por ejemplo, las dificultades con el traslado de los implementos. En esta temporada, me ocurrió en par de ocasiones y eso afecta directamente el desempeño competitivo de cualquier atleta, máxime en una especialidad como la mía en la que los implementos son personalizados.
El Grand Prix de Ponce (Puerto Rico), los Juegos Paavo Nurmi (Turku, Finlandia) y la parada de Mónaco de la Liga de Diamantes fueron escenarios en los que tu desempeño disparó alarmas. ¿Detalles?
A Ponce fui sin mis pértigas. Antes había competido en Catar y las garrochas no llegaron a tiempo por lo que viajé con unas alternativas que no usaba hacía mucho tiempo y resultó que me quedaron muy blandas. Así es muy difícil hacer buenas marcas y recuerdo que me molesté muchísimo por el asunto ya que ese día me sentía muy bien, segura, pero no podía superar los 4,50m debido a que las pértigas no me acompañaban. Cuando acabó la competencia me sentí impotente porque sabía que podía lograr una buena marca allí. Era la sensación de recibir un golpe y tener las manos atadas y no poder defenderte. Para estos casos, mi entrenador y yo, hemos decidido -si sucede nuevamente- no asistir sin los implementos idóneos a las competencias.
Lo de Turku es mala suerte (risas). Dos veces he estado allí y no he podido marcar. Este año, antes de ese mitin sufrí un golpe en la rodilla que me afectó un tanto en el plano de la seguridad. Físicamente estaba bien pero perdí un poco la técnica, y el resultado fue que no pude calentar bien y me fui en blanco. Debo agregar que el clima es bastante complejo allí porque siempre hace frío y suele llover.
Y en Mónaco fue el final. Me sentía cansada, tanto física como mentalmente, y así era muy complicado continuar compitiendo al más alto nivel. Luego del discreto resultado que logramos allí, solicité a mi entrenador que pausáramos la temporada para poder descansar y prepararnos para tener un buen desempeño en los Juegos Centroamericanos.
A propósito de Veracruz, ¿cuál es el objetivo?
He regresado a los entrenamientos con la mira puesta en los Juegos Centroamericanos. Con nuevos aires, mente positiva y enfocada totalmente en estabilizar mis resultados. Lo que tenemos proyectado es buscar hacer la marca de clasificación para el mundial de 2015, que es a partir de 4,60 y por supuesto alcanzar el título centroamericano que no lo tengo.
Cada competencia deja lecciones. ¿Cuáles han sido las enseñanzas que saca Yarisley Silva de este período?
Las enseñanzas son muchas, pero ante todo, está el enfocarme más en mis metas profesionales, cumplir primero con lo que tengo que hacer como atleta de alto rendimiento y luego con las actividades colaterales. Sé que no ha sido una buena temporada, que tuve que postergar objetivos importantes en mi carrera profesional como la Liga del Diamante, pero el hombre no se mide por las veces que se cae sino por las veces que se levanta.
A veces hay momentos difíciles, pero el mérito va en saber sobreponerse a esas adversidades. Este momento me ha tocado y tengo que saber salir adelante.
De manera general 2014 es un año lindo y puedo decir que estoy contenta de haber tenido una experiencia tan linda como lo fue el Festival de la Juventud y los Estudiantes y también por el título mundial. Pero no estoy satisfecha, queda mucho por hacer. Ahora nos toca trabajar fuerte y llegar en una buena forma a los Juegos Centroamericanos.
Recordemos Sopot 2014. ¿Cómo guardas esa experiencia?
Antes de enfrentar el Campeonato Mundial Bajo Techo en Polonia tenía confirmación en tres competencias y luego de realizar un discreto 4,46 en Birmingham, decidimos suspender la gira invernal. Marchamos hacia Pamplona en busca de recuperar el terreno perdido en materia de preparación para enfrentar este evento. Gracias a algunas amistades pudimos realizar cuatro semanas de entrenamientos previos a la competencia. Fue un momento muy duro donde no podía coordinar la carrera de impulso, hacía un buen salto hoy y al otro día ni me acercaba a lo que había logrado, en fin, me encontraba fuera de técnica, pero nunca perdí la añoranza de alcanzar el título mundial.
Mi profesor Alexandre Navas denominó este macro Búsqueda de la Confianza. En esta etapa no había entrenado con mis pértigas de competencias pero sabía que tenía que dar lo mejor de mí en el mundial y hacer todo lo que estaba a mi alcance. Mi entrenador tuvo mucha paciencia y dedicación para enfrentar la situación, que era muy difícil. A pesar que no gané con una buena marca, logré concretar un sueño que perseguía hace tiempo. Sopot siempre va a tener un espacio importante en mi carrera deportiva.
Sueles exigirte bastante
Soy así, una persona muy exigente y reservada con las metas que me propongo. Hasta ahora considero que es una proeza el poder haber alcanzado medallas olímpicas y mundiales en una especialidad dominada por países del primer mundo pero no dejo de soñar. Por eso me exijo y me esfuerzo mucho en mis entrenamientos para estar y mantener el nivel alcanzado y con ello poder ser un ejemplo
que aliente a los nuevos baluartes que van surgiendo, para convertir a la pértiga femenina cubana en una tradición. Saltar, por ejemplo, 4,70, es un buen resultado pero no va con mi naturaleza el conformarme con ello. A diario se suman metas, y los resultados alimentan mis sueños. ¿Que si quiero saltar 5 m? Pues claro, esa es una altura que toda atleta de esta especialidad quiere lograr en su carrera deportiva.
Unes tu imagen a la convocatoria mundial del concurso fotográfico “Mi selfie por los Cinco” ¿A esta causa te ata una historia especial, verdad?
Si, cuando fui delegada al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Ecuador recibí la llamada telefónica de Gerardo, unos de nuestros Cinco Héroes, quien me alentó muchísimo.
Recuerdo que me comentó que siempre que podía, seguía algunas de mis competencias y me animó en todo momento a seguir adelante con los magníficos resultados que había obtenido en una especialidad tan difícil como la pértiga.
No puedo describir la fuerza que me dio esa conversación, y me detuve a pensar en la situación en que ellos se encuentran actualmente y como él fue capaz de darme tanto aliento para seguir adelante con mis resultados profesionales.
Ese día recibí una lección de vida, y siempre que necesito un impulso extra para seguir adelante, pienso en ellos. Mi participación en el concurso es un pequeño granito de arena para apoyar la lucha internacional que exige el fin de la injusticia y su regreso a la Patria.
Felicidades por ser una persona que sabes lo que quieres. Espero que todas tus metas puedas lograrlas.