Por: Eddy L. Nápoles/*Exclusivo

Desde que la prueba de heptathlon entró en el calendario competitivo de la IAAF, actual World Athletics, en 1981, numerosas han prestigiado la especialidad, pudieran mencionarse nombres como los de la alemana Ramona Neubert, quien implantó los tres primeros récords del mundo y conquistó el primer título mundial, Helsinki 1983; la australiana Glynis Nunn, primera campeona olímpica, Los Ángeles 1984 o la sueca Carolina Klüft, ganadora de tres coronas mundiales, pero cuando se hable de la más completa, todas las miradas van hacia la estadounidense Jackie Joyner-Kersee.

Es que la nacida en St. Louis, Illinois, deslumbró por las potencialidades mostradas en varias de las siete pruebas que conforman esta especialidad, llegando, incluso, a conquistar títulos mundiales, compitiendo de manera individual. La principal prueba de la Joyner-Kersee fue el salto de longitud, donde igualó el récord mundial, con 7.45, en 200 metros, hizo 22.30; en 100 con vallas, 12.61 y en salto de altura, 1.93 metros. En las restantes, sus marcas no fueron nada despreciables, con 16.84, en bala; 50.12, en jabalina y 2:08.51, en 800 metros.

No pretendo realizar una comparación entre la excepcional Jackie Joyner-Kersee y la jovencita Adriana Rodríguez, pero si mostrar las potencialidades que posee la pinareña, que pudieran convertirla en una de las mejores del mundo. La atleta cubana, de apenas, 21 años, ya ha mostrado algunas de sus “fortalezas”, las que se manifiestan con mayor énfasis, en salto de longitud, 100 con vallas y 200 metros, como observan, en pruebas similares a la Joyner-Kersee.

Entorno a lo acontecido entre las atletas cubanas, haciendo heptathlon, Adriana ya lidera dos pruebas, 100 con vallas (13.16) y 200 metros (23.59), mientras que, es segunda en salto de longitud, con 6.46, acercándose a las mejores, en 800 metros (2:16.14) y salto de altura (1.84), siendo, hasta el presente, la impulsión de la bala (13.29) y el lanzamiento de la jabalina (37.36), las de menores rendimientos.

Adriana, siguiendo las similitudes con Jackie Joyner-Kersee, destaca en salto de longitud, prueba en la que ha saltado, 6.70 (Cáceres, 6 de junio de 2019), con solo 20 años, mientras que, también en la pasada temporada “aterrizó” en los 7.02, pero con aire favorable (4.0m/s), una muestra de que sus límites aún se desconocen en esta prueba, con todo y que ha incrementado 0.90 metros (5.80 en 2014). Entre las cubanas, dedicadas al heptathlon, solo Regla María Cárdenas, la supera, con 6.72, mientras, Miladys Portuondo logró 6.80, pero ya desvinculada de las pruebas combinadas.

Otra de las pruebas “fuertes” de la pinareña, es los 100 con vallas, donde ha venido progresando (0.74 centésimas), desde los 13.90 (2015), hasta los 13.16 (2020), pudiendo en venideras temporadas descender de los 13.00 segundos. Como complemento, les comento que, entre las heptathlonistas criollas, solo Magalys García, con 12.99, logró romper esa barrera, pero corriendo individual.

Los 200 metros se consolidan como la tercera prueba en el ranking personal de Adriana Rodríguez, con marca de 23.59, especialidad donde ha mejorado 0.83 centésimas (24.42, en 2015). Luego aparecen otras mejoras, 15 centímetros, en el salto de altura, 1.69 (2015) y 1.84 (2020); 8.38 segundos, en 800 metros, 2:24.82 (2015) y 2:16.14 (2020) y 21 centímetros en la impulsión de la bala, 13.08 (2016) y 13.29 (2018), mientras que, en la jabalina, no ha logrado mejorar el envío de 37.36 realizado en el mundial junior de Bydgoszcz, en 2016.

Adriana ha logrado puntuaciones sobre las 6000 unidades, las tres últimas temporadas, llegando a 6304 puntos en 2020, un año atípico por la pandemia del Covid-19, donde realizó un único heptathlon. Con 21 años, secunda a Yorgelis Rodríguez (6332) y Regla María Cárdenas (6306), como las heptathlonistas criollas con mayores puntuaciones a esa edad.

Otra muestra de las potencialidades de Adriana, se observa en los rendimientos logrados en pruebas, como los 100 metros, con 11.39 y 400 metros, con 54.14 segundos, especialidades que le sirven de complemento en la múltiple preparación que realiza para el heptathlon.

Ahora, luego de todas estas valoraciones, cabe preguntarse, ¿Hasta dónde podrán llegar los crecimientos de Adriana Rodríguez, en cada una de las pruebas que conforman el heptathlon?. Ante esta interrogante se pudieran expresar diferentes variables, todas, como es lógico, partiendo de que sus ciclos de preparación continúen siendo normales, sin interrupción. Sus progresos pueden ser desconocidos, pero se debe tener en cuenta las siguientes variables; la edad, 21 años; que las heptathlonistas cubanas logran los mejores rendimientos entre los 21 y 25 años, con un crecimiento total, que puede rondar los 1941 puntos, Adriana ha incrementado 584 unidades.

Otra variable que “corre” a favor de Adriana, es el incremento promedio anual que logran las heptathlonistas criollas, con 249 unidades, dígitos que aún la pinareña no ha logrado estabilizar y se mantiene distante, con 194 puntos. Habría que analizar estas propias variables, en cada una de las pruebas del heptathlon, eso puede ser tema de un siguiente trabajo sobre esta versátil atleta criolla, que por el momento, va camino de convertirse en la JJK cubana.