Tras la derrota del FC Barcelona en la Supercopa, frente al Atlético de Madrid, el viaje hacia Arabia Saudita quedó marcado por la destitución de Ernesto Valverde como entrenador azulgrana.

Los fracasos del Txingurri en las dos últimas ediciones de la Liga de Campeones y en la última final de Copa del Rey, condicionaron su presencia en el Camp Nou desde el comienzo de temporada. El Barça de Valverde perdió algunas de las dotes de los mejores años culés como la recuperación rápida de balón con presión adelantada de la defensiva y el mediocampo.

La mayoría de los aficionados blaugranas esperaban que Xavi Hernández o Ronald Koeman tomaran las riendas del plantel, no obstante ambos se negaron, al parecer por no meterse en la “candela” a mitad de calendario.

Al ser anunciado Quique Setién, el barcelonismo tembló por la ignorancia de su trayectoria. Sin embargo los caminos de Quique y el Barça no distaban tanto. Quique Setién pateó sus primeros balones en el fútbol playa, donde llegó a ser seleccionado nacional de España. Ya como futbolista de la modalidad 11 contra 11 vistió los colores del Racing de Santander varios años de su carrera.

También pasó por el Atlético de Madrid, Levante y CD Logroñés, con el que le marcó un gol al Barça. Se considera un admirador y discípulo de Cruyff, amante de la posesión del balón.

Su carrera como entrenador, si bien no se ha caracterizado por la publicidad, no deja de sorprender. El cántabro ascendió a su Racing a la primera categoría. Impregnó un estilo único al CD Lugo con el que alcanzó la Segunda División; en aquel año al Lugo le apodaban “el Barça de Segunda”.

Luego de entrenar a Las Palmas, aterrizó en el Benito Villamarín para encargarse del Real Betis. Con los blanqui-verdes en su primera campaña, la 2017-18, quedó en sexto lugar de la Liga, catapultando al equipo a Europa después de cinco años. Al curso siguiente Setién no pudo sostener los resultados porque la plantilla cedió físicamente al tener que disputar tres competiciones.

Quique, se encontraba en su casa sin trabajo cuando recibió la llamada del Barça. Pero ¿Qué cautivó a la cúpula de la Ciudad Condal? El cántabro rompió el invicto del Barcelona en el Camp Nou que databa de 2016, una vez que les venció 4-3 con el Betis. Derrotó dos veces seguidas al Real Madrid en el Bernabeu para convertirse en el primer mánager en doblegar a los dos colosos de España en sus predios.

El reto para Quique, apasiona. Como en la más complicada partida de ajedrez (juego que le envicia) deberá encadenar a un conjunto repleto de estrellas. La lesión de Suarez le deja sin delantero centro natural por unos cuantos meses, si trajera a un goleador, veo al bético Loren Morón como una opción acertada.

¿Apostará por Semedo, o por Sergi Roberto? Otro dolor de cabeza en el lateral derecho. Eso sí, Júnior Firpo, ya dirigido por Setién en el Villamarín, ahora estará mejor posicionado en la puja con Jordi Alba por la banda izquierda.

¿Y la relación con Messi? Esta será una arista fundamental para quien entrene al Barça en esta etapa. ¡Buena suerte Quique!