Bates. Bates de Majagua secándose de un año a otro en el cielo raso (falso techo) de su casa aparecen entre los primeros de la infancia de José Manuel Cortina.

Lanzadores. Todos sus tíos fueron lanzadores, incluido su padre que también dirigió el equipo de su pueblo natal: Minas de Matahambre.

Brazos. Devenidos en la pasión de toda una vida, aunque no sea capaz de dilucidar con exactitud cómo fue que se enamoró de la profesión de traerlos de vuelta.

Yo fui lanzador – me dice-, con buenos resultados, pero me lastimé el brazo a los 16 o 17 años….

No le veo, pero mientras leo imagino que hace una pausa.

….quizás esa sea la causa por la que me he dedicado a recuperar brazos – contesta.

José Manuel Cortina es dueño de una reputación que le precede. No solo son los brazos que ha recuperado, o los sueños que ha la salvado. Es su vida, toda, la que emana lecciones: humildad, valentía, perseverancia y fe.

¿Recuerda especialmente algún desafío de los que ha superado? ¿Hay alguna experiencia en particular en Cuba que haya dejado una huella duradera en su carrera?

Cuando recuperé el brazo de Rogelio García y Julio Romero en Cuba. En el extranjero cuando recuperé el brazo de Francisco Olivera lanzador de MLB y ganamos el campeonato con él, en 1997 en Neptuno (Italia).

Con lo de Mariano Rivera estuve 30 años callado porque me daba pena decirlo. Temía que no me creyeran. Te puedo asegurar que si él no lo dice, yo me hubiera llevado ese secreto a mi tumba.

¿Cuál es el secreto para que la tierra del mejor tabaco del mundo sea un semillero de lanzadores de calidad?

La línea de trabajo. El padre del pitcheo pinareño Jose Joaquín Pando nos enseñó a todos. Dónde ha estado nuestro método de trabajo el pitcheo ha mejorado, por ejemplo: La Isla, Matanzas, Camagüey y Santiago de Cuba. Nombres de los lanzadores no voy a poner porque son bastantes.

Ha lidiado en lo personal con grandes retos. ¿cómo se las arregla para mantenerse motivado?

He sido siempre muy optimista, fíjate que nunca he hecho un equipo Cuba y con 73 años todavía trabajo para los lanzadores.

¿Algún momento especialmente complicado?

En el 2006 me diagnosticaron cáncer de garganta, ese año fue muy malo, pero nunca perdí la fe en mí.

¿Puede compartir alguna anécdota o historia personal que destaque la conexión especial que tienes con el béisbol?

El amor, el amor que siento por este deporte.

¿Hay algún jugador cuya evolución le haya dejado especialmente orgulloso?

Carlos Llanes, cuando estuve en La Isla era un lanzador descontrolado y creo que sus 234 victorias dicen cuánto mejoró.

¿Cuál es su filosofía fundamental al entrenar lanzadores, especialmente aquellos en proceso de recuperación?

Mi filosofía es que deben enfrentar al bateador, y a aquellos que estoy ayudando a recuperar su brazo, siempre me enfoco en darle la mayor confianza posible para que se sientan seguros de que van a salir de ese problema.

¿Cómo describiría la escena del béisbol en Cuba hoy?

Creo que estamos pasando mucho trabajo para mantener el béisbol a un nivel alto, pero se hace difícil por las salidas de tantos jóvenes que nos rompe un poco la continuidad.

¿Qué lanzadores le han llamado especialmente la atención durante la última serie nacional y la actual liga élite?

Pienso que tenemos varios jóvenes muy buenos, realmente son unos cuántos, pero necesitan tiempo para desarrollarse.

Ha dicho, por ejemplo, que Livan Moinelo le quitaba el sueño. Cuéntenos un poco de este reto.

Moinelo es un muchacho excepcional además es el lanzador más mediático que hay en Cuba y te podrás imaginar que había muchos ojos puestos en él. Había gente pendiente a que mejorara y otros esperando que fracasara para dar riendas a las polémicas.

Si tuviera la posibilidad ¿Qué transformaría Cortina dentro del panorama actual del béisbol cubano?

Pondría a los pitchers a batear porque la mayoría no saben jugar béisbol. Los hacemos directamente lanzadores en vez de hacerlos primero jugadores de béisbol. Si lanzaran como bateadores, daríamos muchísimas menos bases por bolas.

Hemos leído que se va a Guantánamo.

A Guantánamo voy a petición de las autoridades de esa provincia. Solo voy por unos días para ayudar llevando el método pinareño de trabajo.

¿Cómo le gustaría que se le recuerde en el mundo del béisbol?

Como un amante empedernido de este deporte.

¿Algún sueño por cumplir?

Volver a ver mi país en la élite del Béisbol Mundial.

¿Qué consejo darías a jóvenes lanzadores que aspiran a alcanzar el éxito en el béisbol?

Mucha disciplina, dejar a un lado la arrogancia y estar siempre prestos a mejorar. Trazándose metas superiores para ser cada día mejores.

¿Cuál es la lección más importante que has aprendido a lo largo de tu carrera?

Ser siempre honesto con tus muchachos. Decir lo que piensas y usar palabras cariñosas con ellos para que confíen en ti. Muchos de ellos me cambian el nombre de entrenador y me dicen padre y eso me llena de orgullo.