por: Lilian Cid / Cubahora

Partiendo del punto en que cada competencia es diferente, y en cada una de las ediciones mundialistas hay hechos extraordinarios que rescatar no creo justo absolutizar.

Igualmente han trascendido algunas cuestiones organizativas, como los belgas que se quejaron de las condiciones del alojamiento o medios españoles que sacaron a la luz los altos precios del hospedaje en la ciudad, la escasa afluencia de público por las mismas cuestiones y los privilegios que en temas de acomodación en el estadio y condiciones de alojamiento en un hotel lujoso, que disfrutó la delegación estadounidense sobre el resto de los competidores.

Asimismo, desde lo deportivo no podemos obviar las ausencias lideradas por Rusia y Bielorrusia, vetadas por la World Athletic, y complementadas con asuntos de visado que se convirtieron en una verdadera piedra en el zapato. Todos recuerdan al velocista Ferdinand OMANYALA que llegó horas antes de competir, pero no fue el único.

Al margen, lo que si está claro es que el de Eugene ha sido un mundial icónico, porque es la primera vez que la magna cita llega a una de las mecas indiscutibles de este deporte en el planeta. Es una distinción, un guiño a la jerarquía. Para reafirmarlo ganaron 33 medallas, con 13 títulos; la mayor cosecha de un país en todas las ediciones. Realmente es increíble que Estados Unidos no lo hubiera organizado antes.

Actuaciones en un Top 3

No cabe dudas que los tres récords mundiales logrados clasifican entre los sucesos más destacados de las 10 jornadas de competencias. El orden que sigue es resultado de la opinión popular que recogimos a través de la página de Deporcuba,com en Facebook ; una jerarquía de resultados que comparto.

1: Sydney McLaughlin y su 50.68 segundos para los 400m con vallas.

Ella gana porque está media vida por delante de sus rivales. Llegaba a Eugene siendo campeona olímpica y recordista mundial, pero no conforme con haber sido la primera mujer en bajar de los 52 segundos en esta modalidad, se convirtió en la primera en registrar una marca por debajo de los 51; una absoluta barbaridad.

Si nos vamos a los fundamentos de la World Athletics, esta marca está valorada con 1312 puntos según el esquema de calificación de la máxima entidad atlética del orbe. Los 10.49 de Florence Griffith-Joyner en 100m aportan 1314 puntos y los 47.60 de Marita Koch, 1304; eso, por citar un par de las cotas que figuran dentro de los imposibles. Un listado en el que hay que incluir este registro.

Dalilah Muhammad, que ha sido recordista del mundo y ha estado en primera fila de esas carreras en las que Sydney ha maltratado el récord del mundo cree, definitivamente, que bajar de 50 segundos, también es posible para ella. Ya veremos.

2: Mondo Duplantis y el impensado récord de 6.21 metros en el salto con pértiga

Duplantis no aterrizó en el Hayward Field, se quedó levitando. El sueco llegó a la final para ganarla, pero también para dejar una huella indeleble en la historia del atletismo mundial, desafiando los límites, revolviendo los cimientos salto con pértiga.

Ganó el oro con 6 metros, sus contendientes llegaron solo hasta 5.94m. Luego se aseguró, con 6.06m, como recordista para estos certámenes y luego se reafirmó como recordista mundial con la impensada cota de 6 metros y 21 centímetros.

Cuando Lavillenie quebró el récord de Bubka, con aquel salto de 6.16m indoor que conmocionó al planeta atlético, nadie pensó que las marcas lucirían tan infantiles ante los embates de un ser humano. Quizás esa sea la clave, que Duplantis no es un ser humano común, que es, como dicen por ahí, un ser extraterrestre que ha nacido para volar.

En este mundial, Mondo superó a Bubka en número de saltos válidos sobre 6 metros. El sueco llegó a 48 y el ucraniano hizo 46 entre 1985 y 1997 que estuvo activo. El último intento del zar lo registró con 33 años y 9 meses, Duplantis tiene solo 22 años y 8 meses. La estadística de Jokin Carmona nos sitúa mucho más en contexto.

3: Tobi Amusan hace 12.12 segundos en 100m con vallas.

Tobi Amusan no estaba en los planes de nadie para ganar los 100 metros con vallas; mucho menos se le veía como recordista del mundo. Su potencialidad para entrar en el cuadro de medallas se dejó ver cuando quebró el récord de África en la ronda inicial. Lo de las semifinales no lo vio venir ni ella misma, anonadada, como el mundo, con aquel 12.12 que indicaba el reloj.

Una hora más tarde confirmó su estado de gracia coronándose con tiempazo de 12.06 segundos. Lastimosamente los remolinos del Hayward Field soplaron en demasía, y el aire +2.5m/s invalidó la nueva cota mundial.

La mayor sorpresa

Que Jamaica no gane el relevo 4x100m entre las damas fue lo que nadie esperó. Habiendo copado el podio en la prueba individual para damas y apreciando el estado de forma de Shelly Ann y Shericka Jackson a casi nadie se le ocurrió no ver a las caribeñas como favoritas, pero Estados Unidos obró el milagro, con tramos consistentes y cambios perfectos. La prueba de relevos es una competencia de equipos y las individualidades puede maquillar resultados, pero nunca llegarán a eliminar las deficiencias. En la unión, está la fuerza.