La apertura de la cita atlética panamericana está a menos de una semana, la que contará con la presencia de varias estrellas latinas, como la venezolana Yulimar Rojas, la colombiana Caterine Ibargüen, las cubanas Yaimé Pérez; Denia Caballero y el ecuatoriano Alex Quiñonez, entre los más mediáticos, pero, también hay que listar al brasileño Darlan Romani, un balista que con sus envíos, desafía en la actualidad a los tradicionales “corpulentos” estadounidenses y europeos.
El 15 de septiembre de 2018, durante el 37° Trofeo Brasil, Romani lanzó la bala hasta los 22.00 metros, convirtiéndose en el atleta número 27 en conquistar esta barrera, desde que el estadounidense Brian Oldfield, lo hiciera, con 22.86, el 10 de mayo de 1975, en El Paso, Texas. Hasta el 26 de junio de 2011, los 22.00 metros eran patrimonio de estadounidenses (14) y europeos (10), pero ese día, el canadiense Dylan Armstrong, violentó esa hegemonía, con envío de 22.21 metros. Otro tanto hizo el neozelandés Tomas Walsh, el 27 de agosto de 2016, con 22.00 metros.
Darlan Romani es el primer latino en “brincar” ese muro, ratificándose, además, como el líder de la región en esta prueba, posición que ocupa desde la temporada 2017, cuando destronó al chileno Marco Antonio Verni (21.14). Haciendo un recuento sobre los latinos que han ido rompiendo las barreras, tenemos que, los 19.00 metros, los conquistó el cubano Luis Mariano Delís, en 1981; los 20.00 metros, fueron logrados por el chileno Gert Michael Weil, en 1985, mientras que, Verni sometía los 21.00, en 2004.
El brasileño Romani, nacido, el 9 de abril de 1991, ha conseguido ese resultado a la edad de 27 años, cinco meses y diez días, un año por encima del promedio, que ofrecen, los 26 que lo anteceden, siendo el más joven, el vigente recordista mundial de la prueba, el estadounidense Randolph Barnes (22.11, el 24 de abril de 1988), con 21 años, 10 meses y ocho días, mientras que su coterráneo Kevin Toth (22.19, el 26 de mayo de 2002), es el más veterano, con 34 años, cuatro meses y 27 días.
Romani oriundo de Concórdia, Estado de Santa Catarina, en el centro sur de Brasil, ha ratificado, con sus 22.61, el pasado 30 de junio, en Palo Alto, California, sus potencialidades para incluirse en el selecto club de los 23.00 metros (Randolph Barnes, 23.10 y Ulf Timmermann, 23.06).
La nueva estrella de la impulsión de la bala en el mundo, desde el 2010 bajo las orientaciones del entrenador cubano Justo Navarro, ha tenido una progresión excepcional, ese año fue séptimo en el mundial u20 de Moncton, Canadá, con 18.58 (6 kg), había logrado, 18.98, en la ronda clasificatoria. En esa propia temporada con el implemento oficial (7.62 kg) registró 17.19, alcanzando al año siguiente sobrepasar los 18.00 metros (18.46). En 2012, Darlan con apenas 21 años, logra un avance espectacular, con un envío de 20.48 metros, manteniéndose en las tres siguientes temporadas sobre esa codiciada cuota (20.00), para acceder a los 21.00 en 2016, cifra que también estabiliza durante el 2017 y 2018. Finalizando este último año, se produce el asalto a los 22.00 metros, como una previa de los actuales acontecimientos que estamos presenciando.
Ahora en la cita continental de Lima, Darlan Romani, es el principal candidato al título panamericano, aún con la presencia de los estadounidenses Jordan Geist, Josh Olayinka Awotunde, del canadiense Tim Nedow y del jamaicano O’Dayne Richards, todos con el aval de haber logrado marcas sobre los 21.00 metros, en algún momento de su quehacer atlético. De conquistar la medalla de oro, Romani sería el primer balista brasileño en realizar semejante hazaña, nación, cuya mejor ubicación es el tercer lugar de Nadim Morreis en la cita inicial de Buenos Aires, 1951.
Darlan Romani, al igual que el canadiense Dylan Amrstrong y el neozelandés Tomas Walsh, han ido estrechando la brecha existente, entre los forzudos estadounidenses y europeos y el resto del mundo.
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