Por: Eddy Luis Nápoles Cardoso

En el anterior artículo les ejemplifiqué y relaté las prerrogativas que le concede a un país ser sede de un evento deportivo, sea cual sea el nivel de este. Hoy les hablaré de este tema con respecto a Perú, sede de los próximos Juegos Panamericanos en 2019.

Les recuerdo, que Perú ha tomado participación en todas las ediciones de los juegos, logrando 107 preseas en general, de ellas, ocho títulos, 34 medallas de plata y 65 de bronce, solo no lograron preseas  en la cita de Ciudad México 1955, su mejor ubicación en el medallero data de la versión inicial en Buenos Aires 1951, séptimo entre 16 naciones, con 14 preseas – mayor cifra lograda – de ellas, dos de oro, cinco de plata y siete de bronce; luego en México 1975, escalaron hasta el noveno lugar con una de oro y una de plata. Su peor faena se  registró en La Habana 1991, lugar 24, con apenas tres preseas de bronce. En general su ubicación promedio es el 15°lugar.

Ahora los peruanos llegan a esta XVIII edición de la máxima cita del deporte en el continente americano en un excelente momento, avalados por una aceptable actuación en la versión precedente, celebrada en Toronto, Canadá en 2015, que los llevó a obtener 13 medallas, – segunda mejor actuación – pero logrando tres títulos, cifra inédita para esa nación, acompañada además de cuatro medallas de plata, seis de bronce y el 13° lugar por países.

Ahora lo importante radica en la última huella dejada en la versión  que precede a Lima 2019, donde se deben valorar atletas, deportes, que  fueron capaces de materializar esta actuación, sus potencialidades para obtener semejante, o un mejor resultado cuatro años más tarde. Entremos en detalles, echando una mirada a esa actuación en Toronto,  tenemos que, en la actualidad existenvarios deportes y atletas, que  por sus resultados y edad, pueden cristalizar una excelente actuación;  entre los primeros, están  atletismo, bádminton, esquí acuático,  karate, lucha, squash y tiro deportivo; entre los segundos, se citan  a, Kimberly García y Gladys Tejeda, ambas de atletismo; Katherine  Winder y Mario Cuba (bádminton); Natalia Cuglievan (esquí acuático);  Alexandra Grande y María Alessandra Vindrola (karate); Diego Elías  Chehab y Andrés Duany (squash); Mario Molina (lucha) y Marko Antonio  Carrillo (tiro deportivo).

Luego aparecen otros deportes y atletas que lograron ubicaciones de  finalistas (ocho primeros) en Toronto, cuyo crecimiento en su rendimiento deportivo, los pudiera llevar a ubicaciones de podio en Lima 2019, entre estos, están el golf, levantamiento de pesas, judo, nado sincronizado, natación (4×100 metros libres ambos sexos), remos (doble scull), velas y voleibol sexo femenino.

Atletas como Cinthya Páucar, Luis Ostos, Inés Melchor (atletismo); Daniela Macias, DanicaNishimura, Luz María Zornoza y Martín del Valle (bádminton); Carmen Lucia Gutiérrez, Luis Barco León, Simone de Souza Aranda y Felipe StrobahKolind (golf); Tessy Sandi Pizango y Angie Cárdenas (levantamiento de pesas); Juan Postigo (judo); Jessica Olivares (lucha); María Belén Bazo, Stefano Peschiera y Alonso Collante de Riglos (velas), también pueden lograr puestos de podio en esta cita deportiva cuatrienal.

Otro aspecto que entra a valorarse en este análisis, son los deportes  que se incorporan en la convocatoria de Lima 2019; donde desataca el surf, con varios títulos en campeonatos mundiales y atletas del nivel de Javier Francisco Swayne, Gabriel Villarán Magnet, Benoit Clemente Rothfuss, Analí Gómez, Alonso Correa y los Mulánovich, entre otros, que pueden aupar a Perú a lo más alto del podio panamericano. También crecen las potencialidades en el fútbol de playa y en menor grado en la pelota vasca y la gimnasia acrobática.

Aquí están relacionados los principales deportes y atletas que pudieran materializar la mejor actuación peruana en citas continentales, les aclaro que esta actuación, puede estar dada por la ubicación en el medallero o por el logro de la mayor cantidad de títulos. Les comento, que para aspirar a un séptimo lugar, según las tablas de medallas de los últimos cuatro juegos, habrá que superar las  15 preseas de oro, como mínimo.

Si hay aspectos que favorecen al anfitrión, mencionados en el artículo anterior, también lo hay que afectan o no benefician y en el caso que nos ocupa, estos son sobresalientes. Entre los más significativos están; la promoción y ejecución de un gran andamiaje de control administrativo del deporte, en detrimento de los aspectos técnicos metodológicos, tanto para atletas, como en entrenadores y directivos; no existencia de concentraciones para equipos nacionales, ni de clubes que potencien el deporte de alta competencia; la inestabilidad y bajo nivel profesional de la fuerza técnica, así como no empeló correctamente de los profesionales extranjeros contratados por el IPD; insuficiente apoyo al deportista, con un pobre seguimiento y controlde la ayuda otorgada, para que estos desarrollen una preparación deportiva y competitiva estable.

Por último, algo no menos importante, pero que influye, el atraso en las construcción de las instalaciones deportivas que servirán de sedes, esto hace que los atletas de casa no tengan la adaptación óptima al escenario competitivo.

Todos estos aspectos, a casi dos años del inicio de las faenas competitivas,serán muy difíciles de revertir, pues la puesta en  marcha, generan una series de acciones de índole práctico y técnico-metodológico, con las cuales, los directivos del deporte peruano (COP-IPD-Federaciones Deportivas) no se han concientizado.

Termino citando a modo de ejemplo y salvando la distancia, a Canadá, la  última sede panamericana, quinta en Guadalajara con (30-40-49-119),  pero que cuatro años más tarde, terminó segunda – solo detrás de Estados Unidos – con estos guarismos (78-69-70-217).