Por Eddy Luis Nápoles Cardoso/*Exclusivo
Iniciamos las valoraciones sobre lo expresado a lo largo de los años por las atletas cubanas, lo haremos con los 100 metros planos, prueba que llegó a conquistar éxitos internacionales, incluida, una medalla de bronce olímpica (Silvia Chivás, en Münich 1972, pero cuyas conquistas se iniciaron con otra presea de bronce, ésta ganada por la habanera Bertha Díaz en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Ciudad de México 1954.
El primer récord nacional en los 100 metros, aparece registrado, como los 16.0 segundos, de Poupúe Puig, logrado el 16 de junio de 1933, en La Habana; los récords con cronometraje electrónico fueron inaugurados por Bertha Díaz, con 12.21, marca implantada, el 9 de marzo de 1954, en Ciudad de México. La santiaguera Miguelina Cobián, fue la primera en descender de los 12.00 segundos, con 11.80, el 27 de abril de 1963, en Sao Paulo. El actual récord cubano está en poder de la holguinera Liliana Allen, con 11.10, Salamanca, 13 de julio de 1992.
Las mejores ubicaciones anuales en el listado mundial han estado a cargo de la guantanamera Silvia Chivás, cuarta en 1977, con 11.16, quinta en 1973, con 11.1 y séptima en 1972, con 11.18 y 1978, con 11.17 segundos. Solo cuatro atletas cubanas han logrado descender de los 11.20, por establecer un parámetro; Silvia Chivás (11.18-1972), Liliana Allen (11.10-1992), Miriam Ferrer (11.15-1992) y Virgen Benavides (11.14-1999).
Un análisis del rendimiento mostrado por décadas, por las atletas cubanas en esta prueba, teniendo como límite, 11.40, nos expresa que, en los años 70, solo dos corredoras (Silvia Chivás e Isabel Taylor), lograron cronos inferiores a esa cuota, tres lo hicieron en la década de 1980 y cinco en los años 90 (mayor cifra); mientras que en la primera década del presente siglo XXI, lo hicieron tres y cuatro entre 2010 y 2020.
El mapa cubano de los 100 metros planos, atendiendo a las 30 primeras atletas del ranking nacional, hasta 11.58 segundos, estaría conformado por La Habana y Santiago de Cuba (5), seguida de Pinar del Río (4), Guantánamo (3), Holguín, Cienfuegos, Artemisa, Matanzas y Granma (2), luego aparecen, Villa Clara, Camagüey y Mayabeque (1).
Ahora para valorar los rendimientos de las corredoras de 100 metros cubanas, tomamos como muestra, lo realizado por las 20 mejores exponentes de esta prueba, comparándolo a su vez, con sus similares del mundo. Entre los aspectos a juzgar están; la edad de inicio en la prueba, edad del logro del mejor resultado, rango de edades para el logro de los rendimientos estables, los índices de crecimiento y decrecimiento anual, así como el crecimiento y decrecimiento total. También se puede apreciar, la talla y el peso ideal para esta especialidad.
En la muestra nacional analizada, emerge como edad inicial en la prueba, los 14 años, algo lógico y natural, debido al sistema de participación deportiva cubano, mientras que el promedio de edad en la muestra del mundo, es dos años mayor (16 años). La holguinera Liliana Allen, patrón cubano de la prueba (11.10), inició sus resultados cuantificables a los 15 años, con 12.20 segundos
Entrando en detalles poco conocidos sobre las corredoras cubanas, tenemos que, generalmente logran sus mejores rendimientos a los 21 años (11.39), mientras que sus homólogas del mundo, lo hacen a los 29 años (10.88). El rango de edades donde se manifiestan los mejores rendimientos, en Cuba está enmarcado entre los 18 y los 25 años; las mejores del mundo, lo hacen durante un período más prolongado, de los 23 a los 32 años.
Las atletas criollas en esta prueba generan un índice de crecimiento anual promedio de 0.12 centésimas (incremento que pueden lograr de una temporada a otra), la muestra de las mejores del mundo, incrementan 0.09 centésimas. Las criollas alcanzan un crecimiento total, desde el inicio de su carrera deportiva, hasta el logro del mejor resultado (11.39), de 0.82 centésimas; por 0.77 centésimas, las foráneas. Entre las atletas cubanas, el mayor crecimiento se produce, entre los 16 y 17 años, con 0.23 centésimas, mientras que, el mayor decrecimiento está ubicado, al final de la carrera deportiva, entre los 27 y 28 años, con 0.33 centésimas.
El decrecimiento total para las cubanas, es decir, la pérdida de rendimiento partiendo de la mejor marca (11.39), hasta el final de la carrera deportiva (11.85), es de 0.46 centésimas, mientras que las mejores del mundo, con un rendimiento óptimo hasta los 32 años (11.01), ceden 0.56 centésimas. El índice de decrecimiento anual, entre las 20 mejores corredoras cubanas, es de 0.08 centésimas, mientras sus homólogas del mundo, ceden 0.06 centésimas.
Analizando las 30 primeras corredoras cubanas, tenemos que lograron como promedio, su mejor resultado histórico en el mes de junio. En esta prueba, con destaque internacional, el 57%, 17 atletas, hicieron su mejor marca compitiendo en el extranjero. En este sentido, Liliana Allen (9 de 11) y Silvia Chivás (12 de 12), las mejores exponentes, lograron la mayoría de sus mejores registros, compitiendo en el extranjero.
En los parámetros de talla-peso, la atleta cubana de 100 metros, ha presentado una talla promedio de 1.67 metros, con un peso promedio de 60 kilogramos, cediendo en la talla a lss mejores del mundo (1.69 y 60). Varias atetas cubanas han presentado estándares de talla y peso, en correspondencia a las mejores del mundo; Liliana Allen, 1.70 y 62; Idalmis Bonne, 1.69 y 60; Tayamí Martínez, 1.70 y 61, entre otras.
Liliana Allen pudo haber sido la primera mujer cubana en romper la barrera de los 11s por sus excelentes condiciones físicas, pero sus problemas técnicos que yo un simple aficionado observaba en su carrera, ese es un problema de los técnicos que debieron haberle perfeccionado la técnica de la otrora estelar corredora cubana