Por: Eddy L. Nápoles

Continuando con las valoraciones sobre lo expresado a lo largo de los años por los atletas cubanos, lo haremos con el salto de altura, prueba que acumula una larga estela de éxitos, al máximo nivel, incluido, títulos olímpicos y mundiales, todos a la cuenta de Javier Sotomayor (Barcelona.1992, Stuttgart 1993, Atenas 1997 y otros) El primer título internacional llegó en 1930, cuando el villareño Rafael Pérez conquistó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en La Habana 1930.

Como primer récord nacional aparece registrado, 1.58, impuesto por Enrique Gastón, el 3 de diciembre de 1905, en La Habana, marca igualada por Miguel Gutiérrez, el 22 de febrero de 1912, también en la capital cubana. La barrera de los 2.00 metros fue franqueada por primera vez, el 27 de octubre de 1968, por el matancero Miguel Durañona, con 2.01 (La Habana). Mientras que, sobre los 2.30, el habanero Juan Francisco Centelles fue el primero en hacerlo, el 21 de mayo de 1983, a Centelles le siguieron otros cuatro cubanos, Javier Sotomayor, con 2.33 (19 de mayo de 1984), Marino Drake, con 2.32 (2 de diciembre de 1990), Víctor Moya, con 2.30 (21 de agosto de 2005) y Luis Enrique Zayas, con 2.30 (9 de agosto de 2019).

La prueba cuenta en suelo cubano, con Javier Sotomayor, actual poseedor de los récords mundiales, aire libre, con 2.45 y bajo techo, con 2.43, además de haber sido recordista mundial juvenil, con 2.36, Sotomayor posee la cuota mundial para menores (sub 18), con 2.33 metros y lideró el listado mundial de la prueba en nueve temporadas, entre 1988 y 1998.

El mapa cubano del salto de altura, atendiendo a los 30 primeros atletas del ranking nacional, hasta 2.16, estaría centrado, fundamentalmente en dos provincias, La Habana (11) y Matanzas (6), luego aparecen, Santiago de Cuba (3), Camagüey y Holguín (2), cerrando, Villa Clara, Pinar del Río, Las Tunas, Artemisa, Cienfuegos y Guantánamo (1).

Ahora para valorar los rendimientos de los corredores cubanos en salto de altura, tomamos como muestra, lo realizado por los 20 mejores exponentes de esta prueba, comparándolo a su vez, con sus similares del mundo. Entre los aspectos a juzgar están; la edad de inicio en la prueba, edad del logro del mejor resultado, rango de edades para el logro de los rendimientos estables, los índices de crecimiento y decrecimiento anual, así como el crecimiento y decrecimiento total. También se puede apreciar, la talla y el peso ideal para esta especialidad.

En la muestra nacional analizada, emerge como edad inicial en la prueba, los 14 años, algo lógico y natural, debido al sistema de participación deportiva cubano, mientras que el promedio de edad en la muestra del mundo, es dos años mayor (16 años). En otros detalles propio de esta prueba, Javier Sotomayor, patrón cubano y mundial, a los 14 años logró 2.00 metros (aunque no aparece registrado) y a los 16, saltó 2.17, mientras que, entre los mejores del mundo, el sueco Patrik Sjöberg, saltó 2.21, a los 16 años.

Entrando en detalles poco conocidos sobre los saltadores cubanos, en esta prueba, tenemos que, generalmente logran sus mejores rendimientos a los 23 años (2.28), mientras que sus homólogos del mundo, presentan cuatro estadíos, a los 24, 25, 26 y 27 años (2.35). El rango de edades donde se manifiestan los mejores rendimientos, en Cuba está enmarcado entre los 20 y los 25 años; los mejores del mundo, lo hacen durante un largo período etario, que va, de 20 a 33 años.

Los saltadores criollos en esta prueba generan un índice de crecimiento anual promedio de 0.05 centímetros, (incremento que pueden lograr de una temporada a otra), la muestra de los mejores del mundo, incrementan 0.04 centímetros. Los criollos alcanzan un crecimiento total, desde el inicio de su carrera deportiva, hasta el logro del mejor resultado, de 0.47 centímetros; por 0.31 centímetros, los foráneos. Entre los atletas cubanos, el mayor crecimiento se produce, entre los 15 y 16 años, con 0.14 centímetros, mientras que, el mayor decrecimiento está ubicado, entre los 29 y 30 años, con 0.17 centímetros.

El decrecimiento total para los cubanos, es decir, la pérdida de rendimiento partiendo de la mejor marca (2.28), hasta el final de la carrera deportiva (1.95), es de 0.33 centímetros, mientras que los mejores del mundo, con un rendimiento óptimo hasta los 33 años (2.30), ceden 0.09 centímetros. El índice de decrecimiento anual, entre los 20 mejores saltadores cubanos, es de 0.03 centímetros, mientras sus homólogos del mundo, ceden 0.02 centímetros.

Analizando los 30 primeros saltadores de altura, tenemos que lograron como promedio, su mejor resultado histórico en el mes de mayo y solo, el 30% (9) lo hizo compitiendo en el extranjero. Veamos cómo se manifestaron, en este sentido, Javier Sotomayor (50 mejores saltos), cinco de ellos, en Cuba y Marino Drake (13 mejores saltos), logró sus cuatro mejores saltos, compitiendo fuera de Cuba (2.34, Saint Denis y Tokio, 2.32, Ciudad de México y 2.30, Eberstadt).

En los parámetros de talla-peso, el atleta cubano de salto de altura, ha presentado una talla promedio de 1.92 metros, con un peso promedio de 78 kilogramos, cediendo en 1 centímetros a los mejores del mundo (1.93), pero los supera en 3 kilogramos. Los cinco mejores saltadores cubanos, presentaron los siguientes parámetros Javier Sotomayor (1.93 y 80), Víctor Moya (1.96 y 80), Marino Drake (1.93 y 73), Juan Francisco Centelles (1.95 y 81) y Luis Enrique Zayas (1.91 y 73).

Patrones por edades en el salto de altura en Cuba