La ruta internacional del béisbol cubano tiene como primer objetivo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Un torneo extremadamente limitado para el que solo acudirán seis equipos, con solo cinco plazas en disputa alrededor del mundo. Recientemente, las autoridades beisboleras de Cuba dieron a conocer un grupo de informaciones sobre el camino y estrategias a corto y largo plazo de la disciplina, entre las que resalta la posible convocatoria a la selección nacional de jugadores cubanos establecidos en el extranjero y que no tienen vínculos con el sistema deportivo de la Isla.

Uno de los primeros nombres que se manejó (aun extraoficialmente) es el de Henry Urrutia, actual jugador de los Saraperos de Saltillo de la Liga Mexicana de Béisbol y con una amplia experiencia en ligas profesionales que incluye la MLB con los Orioles de Baltimore.

El pelotero nacido en Las Tunas siempre ha estado dispuesto a volver a jugar en representación de la tierra que le vio nacer:

¿Sensaciones ante la posibilidad de ser convocado al Equipo Cuba?

Estoy muy contento, se lo he dicho a todos y lo he dicho siempre. En lo personal es parte de mis sueños. Mi papá es campeón olímpico, así que para mi no hay satisfacción más grande que esta, poder dar mi aporte a que mi país esté en una olimpiada y seguir sumando al legado de los Urrutia. Ni siquiera me importa si voy al Clásico mundial, mi felicidad está en saber que puedo ser parte de un camino, de abrir una puerta, de haber dado el sí, de ser parte del cambio.

Esta convocatoria o esta posibilidad no tiene nada que ver con política o con las razones que me llevaron a salir de la isla. Esto se trata de béisbol, de lo que amo, de lo que es mi vida. Yo quiero que el equipo cubano sea ese que teníamos cuando era pequeño, que me sentaba ante un televisor y aunque estuviéramos por seis o siete carreras abajo nadie se paraba de su asiento porque tenía la certeza de que era posible la victoria. Ese es el anhelo de los que seguimos el deporte desde el corazón, y eso es lo que yo como jugador quiero, así que, si tengo esta posibilidad, ¡Como desaprovecharla!

Es también nuestro granito de arena para que la calidad del beisbol en Cuba aumente gradualmente.

El béisbol es diferente

Nosotros cuando salimos de Cuba nos enfrentamos a muchas dificultades, la principal es mentalizar la profesionalización. Que estas en una organización que te paga para que des el 150% de ti. No puedes, por ejemplo, dejar de correr fuerte las bases, porque tu meta es hacer lo mejor en cada lance, y eso incluye correr, aunque el batazo parezca fácil. Y creo que este acercamiento es muy positivo porque además de lo que te decía permitirá que los muchachos, los talentos que están en Cuba se acerquen desde la práctica a los fundamentos del béisbol que se juega en el mundo. Que es un béisbol diferente. Vas a Venezuela y todo es diferente, vas a dominicana y diferente, aquí en México es diferente y en Grandes Ligas, incluso por equipos notas la diferencia.

Difícil objetivo

No es un pase fácil, de ninguna manera. Los equipos van a ir con selecciones bien armadas, con mucha experiencia en Grandes Ligas. Va a ser algo bien difícil pero lo importante de todo esto es crear una estructura, las bases, para que el día de mañana se haga esa transición que todo el mundo desea que es ver el equipo de vuelta a la élite, a los primeros lugares del mundo.

Henry Urrutia atesora una amplia trayectoria. Salió de Cuba estando entre los primeros bateadores de la Liga Cubana y emprendió un viaje profesional que lo ha llevado a Venezuela, Estados Unidos y México, que no ha estado exento de dificultades
En 2017 me dejaron libre en Estados Unidos, en Venezuela y en México. Me sentí perdido y tenía una familia que mantener. Empecé a buscar trabajo, puse mi nombre en tantos lugares que aun hoy recibo ofertas de trabajo por email.

¿Mantienes el deseo de retirarte con tus Leñadores?

El único retiro que he visualizado para mi carrera es con los leñadores.

El tunero fue tunero, fue cercano, fue cubano y fue, sobre todas las cosas, un Urrutia. Tal vez se exija más, porque tiene muchas metas, pero desde ya, Henry, el #51, puede dormir tranquilo porque ha labrado un camino que honra la tradición de ese apellido que es historia en el béisbol que produce esta tierra.