Si algo reprocho del fútbol moderno, es que en cualquier menor de 20 años, autor de una buena temporada, los medios de comunicación ven al próximo monstruo de la era post Messi-Ronaldo, y por si fuera poco, el jugador se valora fácilmente por encima de los 100 millones de euros.

Rara vez, el futbolista en cuestión vale el precio estimado y el dinero termina desperdiciándose. Ese parece ser el caso de Joao Félix, quien en medio curso con Atlético de Madrid no da señales de ser el relevo de Antoine Griezmann, ni mucho menos, de costar los más de 120 “kilos” que depositaron por él.

Es cierto que el muchacho apenas tiene 20 primaveras, pero en el balompié actual (y también en el de siempre) los cracks se han destapado desde esas edades. No solo se requiere calidad deportiva, resulta indispensable sumar madurez.

A diferencia de la campaña 2018-19 con el Benfica (43 partidos, 20 goles, 11 asistencias), Joao exhibe las anémicas cifras de cuatro dianas y par de asistencias en 24 apariciones como colchonero. Además, permaneció invisible en compromisos claves ante Juventus, Barcelona y Real Madrid. A rivales de la talla del Eibar, Mallorca y el Lokomotiv de Moscú son los que ha castigado.

Todo esto, a pesar de jugar la mayoría de los encuentros en la posición de mediapunta, donde más cómodo se siente.

Dolieron mucho a la afición del Wanda Metropolitano las quejas de Joao Félix: “Ahora veo lo feliz que estaba en el Benfica. Planeo volver algún día y dejar mi huella en el club.” Quizás la inexperiencia le jugó una mala pasada, pues estas declaraciones sirven un festín a la prensa sensacionalista y acentúan su crisis.

Sus insatisfacciones radican en las cotidianas sustituciones. Sin embargo, si promedia con Simeone alrededor de 70 minutos por encuentro, es por no adaptarse al sacrificio defensivo exigido por el Cholo. Importantes medios españoles opinan que en este caso, el míster debe adaptarse a la estrella; no obstante vale la pena recordar que el atacante portugués representaba una partícula en el universo futbolístico cuando ya “Simeone era Simeone” en el Atlético.

“Ahora veo lo feliz que estaba en el Benfica. Planeo volver algún día y dejar mi huella en el club.”

Con las recientes lesiones en la plantilla, la final de Supercopa perdida ante los Merengues y la sorpresiva eliminación ante el Cultural Leonesa de Segunda B en la Copa del Rey, llueve sobre lo mojado para los rojiblancos.

A la lista de bajas médicas, debe añadirse el 7 luso debido a unas molestias musculares en la pierna derecha. Una ausencia adicional de cara al derbi del próximo fin de semana contra Real Madrid.

Para colmo, los octavos de final de la Champions le deparan una difícil tarea al Atlético: enfrentar al Liverpool, mejor club del momento.

Más que nunca Simeone necesitará que resurja la perla de su proyecto.