Por Noel David Suárez

“El periodismo es el deslumbramiento de la noticia”. Gabriel García Márquez

Si vamos a hablar de periodismo el comienzo no puede ser otro que una frase del Gabo, el periodista mayor, y más en una fecha tan importante para los que como yo, amamos de una forma tan carnal esta profesión. Cada 14 de marzo se conmemora el día de la prensa cubana en homenaje a la primera publicación realizada por nuestro Apóstol José Martí en el Periódico Patria, fundando con el fin de unir a los cubanos para la lucha por la independencia. Precisamente en momentos actuales tan complicados, en los que la unidad muchas veces hace mella, y la desorientación e incertidumbre aflora por las espinas y abrojos que se presentan en el día a día de la gran mayoría de nosotros, tomemos esta fecha como punto de inflexión para contribuir, desde nuestra posición, a un país que ha formado disímiles profesionales de la prensa en todas sus modalidades, muchas veces presa de la comodidad y el oportunismo, pero con talentos para nada cuestionables.

En lo que a mí concierne, del pasado 14 de marzo a este he podido palpar mi crecimiento en este medio, desde mi posición como estudiante de sexto año de la carrera de medicina y apasionado por el arte de informar. He tenido la oportunidad de hacer lo que más me llena por dentro, realizando trabajos y entrevistas que meses atrás me parecían utópicas, pero gracias a la confianza de grandes amigos, especialmente de mi compañera de sueños y motor impulsor de mis proyectos presentes y futuros, Lilian Cid, los he podido llevar a cabo. Ayer les recordaba el primer aniversario de la entrevista que marcó el inicio de las charlas en el parque John Lennon a grandes de nuestra cultura, fue mi amigo Eduardo del Llano el primero en sentarse en uno de los bancos de ese céntrico parque capitalino, y meses después él mismo me pondría en contacto con otros grandes como Néstor Jiménez, Denys Ramos y Vladimir Cruz, que sin dudas fueron magnas oportunidades para crecer, algo que le agradeceré siempre al creador de los cuentos de Nicanor, y de tantas otras historias cargadas de sátiras producto de su espontánea imaginación.

Eduardo ha sido fundamental, como también Lilian, que es la de todos los días, he aprendido mucho de ella, es ella quien me fomenta cada vez más ese amor por el periodismo y esas ganas de siempre tener un sueño pendiente, como bien me dijo en la entrevista que recientemente le realicé. Como podrán apreciar en las imágenes que a continuación les muestro, Lilian está en casi todas, le agradezco el hecho de haberme presentado a paradigmas como Renier González, Guillermo Rodríguez, Hernández Luján, Reynier Batista y Duanys Hernández, grandes profesionales de la comunicación con los que pude compartir en las tres visitas que realicé junto a ella al programa Bola Viva, plagado de talento laboral y humano.

Claro está que el ímpetu que siempre tengo en aras de seguir un evento deportivo o de entrevistar a alguien importante, ya sea conocido o no, porque a veces dejamos atrás historias de vidas de personas que no porque no sean mediáticas son menos importantes, no es el mismo que tengo para mi carrera de medicina, sin restarle un ápice de mérito, pues me ha fortalecido, y me ha demostrado que de los malos momentos se sale, y se sacan lecciones de ellos, así como de las personas que en algún instante han puesto su mano como obstáculos, algunos por joder, que se cansan cuando vez que eres capaz de levantarte, y otros por convicción, que cuando te ven centrado y perseverando por un objetivo al final de la jornada se unen a ti.

Ahora estamos en pleno Clásico Mundial de Béisbol, que ha sido una locura, pues nuestro equipo clasificó milagrosamente como primero de grupo y va con todo por estar entre los cuatro grandes. Este Clásico me ha dado la oportunidad de escribir en Deporcuba sobre victorias, pues me habían tocado muy pocas, como en la cobertura de la pasada Serie del Caribe, o la del Campeonato Mundial de Atletismo de Eugene, que a pesar de que me di gusto poniéndole letras a las hazañas de tantos atletas, los nuestros no estuvieron bien, y eso duele, porque no es fácil escribir de una derrota, pero hay que hacerlo, porque muchos confían en lo que se plasma en las plataformas digitales, y más en Deporcuba, que ha sido la sede de mis proyectos, otra vez gracias a la confianza de Lilian, que me abrió las puertas en una web que creó precisamente impulsada por amor al periodismo deportivo.

En fin, han sido muchas batallas, metas ya cumplidas y muchas otras por cumplir, lo importante es seguir, buscar siempre nuevas energías y tener nuevos sueños en mente, si se eso se agota se acaba todo.

¡FELICIDADES A TODOS LOS PROFESIONALES DE LA PRENSA CUBANA, EN ESPECIAL A LOS QUE HAN CONTRIBUIDO A MI FORMACIÓN!