simoncelli58 Por: Ricardo Enrique Suárez

Hola a todos los fans de la velocidad Sobre Ruedas, hace unos días les prometía hablar sobre el reciente podio de “Il Dottore”, e indagando sobre ello me encontré con algo que va más allá del talento y la pericia de un grandísimo piloto. Sin dudas era más…no hace falta dar detalles de qué sucedió durante la carrera (que por desgracia no pude ver), sencillamente me limité a leer y comprendí todo con claridad…

Era el escenario. Era el día. Eran los protagonistas indicados. En una jornada que puede marcar el devenir del Mundial de MotoGP en 2012, que quizá haya perdido tres cuartos de la emoción y el espectáculo que se preveía hasta el final de temporada, con la baja de Pedrosa tras su desafortunada y corta carrera, el guión deparaba un curioso final.

Con Pedrosa fuera de carrera y el mazazo al espectáculo que ello suponía en una posible reedición del duelo de Brno, el resultado final de la carrera pudo curar algunas heridas. Y es que tras lo sucedido en la primera vuelta y la incontestable victoria de Lorenzo, la emoción se trasladaba a la lucha que mantenían los acompañantes del mallorquín en el podio.

El final de la descafeinada carrera, al menos pudo redondear un fin de semana dedicado a Marco. En el rebautizado circuito de Misano Marco Simoncelli, su gran amigo en el mundo de las carreras, aquel que le despedía entre lágrimas aquel maldito día de octubre, resurgió cuando más se le necesitaba. Ese 46 amarillo, que ilustraba con su casco lo que habían sido sus dos últimos años, volvió a salir a la luz. El boxeador perdido venció a los puntos, concretamente por 20. Los 20 que le dio ese segundo puesto que un tipo con 9 títulos y 105 triunfos celebró como una victoria. Más allá de las últimas mejoras en su Ducati, más allá de la marea amarilla que aquel día le aclamaba, Valentino sabía que aquel día más que nunca, no corría solo: “Marco me ha ayudado desde allá arriba”

 

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Y por si fuera poco, el final de esa descafeinada carrera, regaló 3 milésimas a Bautista para que allí, en el circuito al que pone nombre su antecesor en esa Honda del equipo San Carlo Gresini, que con talento pilota el de Talavera desde este año, Álvaro consiguiera su primer podio en MotoGP. El destino así lo quiso, y más allá del incansable trabajo de Bautista, más allá de ese pilotaje atrevido y sin errores que le llevó a pisar uno de los escalones reservados para los grandes, más allá de las disputas y «roces» en pista o fuera de ella entre los dos pilotos de la misma moto, Álvaro sabía que aquel día, más que nunca, no corría solo: “Marco nos ha empujado en esta carrera”.

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No hay jornada más clara que la de ese día para ver que la alegría va por barrios. Lorenzo celebró que ese día el campeonato se le pusiera de cara tras una brillante victoria, Pedrosa lamentó que hasta cuando roza la perfección la suerte le es esquiva, los aficionados al motociclismo –independientemente de sus preferencias- lamentan en cierto modo que quizá este campeonato no dió la emoción que había prometido tras la batalla en la República Checa tres semanas antes.

Pero hay motivos para sonreír, porque desde ahí arriba un muchacho de melena alborotada lo hace. Hoy esboza una amplia sonrisa, la misma que cuando bajaba de su Honda con el 58 en el carenado. Él ha empujado más fuerte que nadie. Su mejor amigo y su predecesor en el Honda Gresini aquel día estaban ahí para homenajearle de la mejor manera. Él lo sabe.

Era el escenario. Era el día. Eran los protagonistas. Era el mejor regalo para Marco Simoncelli.

Por si fuera poco regalo, en la primera jornada del Gran Premio MotoGP, San Marino 2012, celebrada en la Riviera de Rimini, se presentó el libro oficial del fallecido piloto titulado: ‘Nuestro Sic’.

“Nuestro Sic’ explica la historia de un piloto guerrero y carismático, a través de cientos de imágenes privadas y públicas y de tantas palabras de sus padres, Rosella y Paolo, su novia Kate y un coro extraordinario de más de 30 voces”, declaró el portavoz de MotoGP en su comunicado.

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Los padres de Marco Simoncelli junto al periodista italiano Paolo Beltramo, en la presentación del libro ‘Nuestro Sic’

 

“Grandes amigos como Valentino Rossi y rivales como Andrea Dovizioso”, fueron parte de los que completaron las páginas de este libro, que recuerda con dolor la muerte del deportista una día 23 de octubre 2011 en la pista de Sepang de Malasia. El volumen que cuenta con 360 páginas y más de 200 fotos a todo color, actualmente está disponible en italiano, y pronto estará en otras lenguas, informa MotoGP.

Palabras que escribiera Simoncelli en privado, e incluso en la escuela, amenizan la historia de este piloto que permanece en el corazón de sus fans de todo el mundo y en el de sus sentidos compañeros.

Sin dudas esta jornada fue un gran homenaje a Simoncelli, desde el cirucuito que lleva su nombre, su gran amigo y maestro celebrando un 2do puesto como victoria, y terminando por el libro que lleva su nombre, realmente su huella es bastante grande en todo el mundo.