Tras la derrota de la Juventus ante el Hellas Verona en la última jornada de Serie A, y la victoria 4-2 del Inter contra el AC Milán, el cuadro negriazul yace en el primer lugar del circuito italiano. Cristiano Ronaldo, estrella de la Juve, salió molesto de la cancha. “El Comandante” marcó el primer tanto al Verona, pero su equipo recibió dos que sentenciaron el partido.

Rápidamente, la especulación mediática conformó un coro con la misma letra: “Cristiano Ronaldo está inconforme en la Juventus.” Sin embargo, los conocedores del temperamento de Cristiano imaginamos que su disgusto sea consecuencia del mal resultado, más que de una incomodidad con sus compañeros porque el de Madeira padece de alergia a la derrota.

Cobolli Gigli, ex presidente de la Juve entre 2006 y 2009, realizó una de las críticas de mayor resonancia a CR7 y a los Bianconeri. No obstante, cualquier aficionado a la Vecchia Signora pudiera compartir su criterio, solo que no se publicará a menos que cuente con los millones necesarios. Ciertamente, Juventus afronta una “Cristianodependencia” desde la temporada anterior, resaltada cuando el portugués anotó todos los goles de su equipo en las fases de eliminación directa de la Champions. Ronaldo necesita urgentemente un acompañante, de ahí la hipótesis de que Leo Messi y el entrenador Pep Guardiola, lleguen a Turín de cara al próximo curso.

Ahora bien, aunque la Juve no muestra en la Liga su acostumbrado dominio de las últimas 8 temporadas, Cristiano Ronaldo mantiene su cuota de alto rendimiento. D7OS, registra en la campaña 2019-20 unos 23 tantos en 28 apariciones. En el Calcio anda de 20-20, con promedio de un gol por encuentro. Además, Ronaldo implantó un nuevo récord al convertirse en el primer jugador de la Vecchia en golear durante 10 jornadas seguidas en la Serie A.

A sus 35 años, “El Bicho” no piensa en el retiro, de hecho, la ha pospuesto para los 40. Cristiano no está preparado para que le administren minutos, ahora valora más cada segundo en cancha porque es consciente de lo poco que le queda.

Por ahora, el reto más inmediato para CR7 lo lanzó Zlatan Ibrahimovic. El sueco demuestra, a sus 38 primaveras, que no vino al AC Milán para vender camisetas, por lo que pidió la cabeza de “El Comandante” en la semifinal de Copa Italia a celebrarse en San Siro.

¿Erró Cristiano Ronaldo al ir a la Juve? La pregunta permanecerá en el aire hasta que la historia del fútbol la responda. En este momento Cristiano se vuelve hierro, y no precisamente por la estatua que le dedicaron en el Carnaval de Viareggio, quieran los Dioses del Balompié que continúe deleitando a sus seguidores y consternando a sus detractores al tiempo que golpea el balón.