El domingo se corrieron ambas pruebas de maratón en el marco de los 19º Juegos Panamericanos, Santiago 2023. Son conocidos los ganadores, entre los hombres, el peruano Cristhian Pacheco, repitió el título logrado en Lima 2019, ahora escoltado por el local Hugo Catrileo y su paisano Luis Fernando Ostos; mientras que, la mexicana Citlali Moscote, lo hacía entre las mujeres, con la argentina Florencia Borelli y la peruana Gladys Tejeda, a sus espaldas.
Quizás, para muchos haya pasado desapercibida la ausencia de corredores y corredoras cubanas en la prueba, pero no para quienes siguen detalladamente los quehaceres del atletismo cubano. Es oportuno recordar que atletas cubanos, en uno u otro, o en ambos sexos, salvo en Winnipeg 1999, han estado presentes en la maratón panamericana, desde Cali 1971 hasta Lima 2019, con un botín de cinco títulos, dos medallas de plata y tres de bronce, ubicando a Cuba, tercera en el medallero histórico de la prueba, con Brasil (8-2-4) y ahora México (5-4-5), delante.
El primer cubano que corrió la maratón en Juegos Panamericanos, fue el capitalino Manuel Chuco, quien terminó séptimo en Cali 1971, con 2:38:33 horas. Cuatro años más tarde se comenzó a escribir la historia de las medallas criollas en la prueba, cuando el santiaguero Rigoberto Mendoza se impuso en Ciudad de México; título que reeditó el granmense Radamés González en San Juan 1979, mientras Aldo Allen no concluía. El propio Radamés no pudo terminar la carrera en Caracas 1983.
En Indianapolis 1987 entraron en acción las mujeres, cita donde la habanera Maribel Durruty se colgó al cuello medalla de bronce. La edición celebrada en la capital cubana en 1991, es la de mejor desempeño general, no podía ser de otra manera, al correr en casa; allí sumaron el título de Alberto Cuba, plata Durruty y bronces, Radamés y Emperatriz Wilson.
Lo mejor en Mar del Plata 1995 estuvo a cargo de Sergia Martínez, cuarta con 2:47:21, en quinto se ubicaron Alberto Cuba y Maribel Durruty, en tanto, Alexis Cuba terminaba noveno. No hubo asistencia criolla a Winnipeg 1999. En Santo Domingo 2003, Mariela González, un producto de la Base de Villa Clara, conquistó medalla de plata, mientras Aguelmis Rojas era cuarto.
Tres atletas procedentes de ese enclave para fondistas ubicado en el centro del país, asistieron a Río de Janeiro 2007, donde Mariela se impuso brillantemente; la matancera Yailén García terminó quinta y el holguinero Norbert Gutiérrez no concluyó la carrera. A Guadalajara 2011, se sumaron Dailín Belmonte, cuarta y Henry Jaen, decimoquinto, ambos salidos de Villa Clara, con García oncena.
Las dos últimas citas también fueron cubiertas con “ex villaclareños”; en Toronto 2015, se impuso sorpresivamente el camagüeyano Richer Pérez (2:17:04), pero Belmonte no logró terminar y en Lima 2019 se incorporó la santiaguera Yudileyvis Castillo (15), mientras Belmonte era oncena.
La extinción de la presencia cubana en esta prueba a nivel continental era cuestión de tiempo, pues los últimos “reductos” que quedaban de la extinta Base de Villa Clara, que habían tapado el hueco y bien cerrado, por lógica, al paso de los años se fueron apagando. Una mirada al panorama actual de la prueba en Cuba, ofrece un desolador retroceso, sin perspectivas de retomar la senda que en el pasado condujeron a los éxitos antes mencionados. En la temporada que agoniza, ningún cubano o cubana, ha tomado parte en una maratón; los mejores exponentes en 2022 fueron los holguineros Yuleidys La O (41 años), con 2:36:35 y Lisandra Gómez (27 años), 3:02:54 horas.
No hubo maratonistas criollos por las calles santiaguinas, pero a partir del 29, tampoco habrá émulos de Roberto, Norberto y Juantorena, en 400 y 800 metros; ni de Casañas, Anier o Dayron, en 110 con vallas o de Janet, Emeterio y Guillermo, en la jabalina. Tampoco, con ese aerodinámico implemento, habrá coterráneas de María Caridad, Sonia u Osleidys.
Serán notables las ausencias “cubanas” en el Estadio Nacional, nada, que es como una pérdida de tradiciones o identidad.
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