por: José Alberto Portela Aportela / Fotos: Leandro Pérez Pérez –Periódico Adelante

Ha concluído la categoría juvenil del atletismo de los Juegos Escolares Nacionales de 2022. Un torneo que acogió la pista Rafael Fortún Chacón de Camagüey y que dejó varias historias que contar.

La lid, celebrada del 7 al 10 de junio transcurrió entre escasa (prácticamente nula) cobertura de prensa, aun así, los resultados se escurrieron a través de las redes sociales y grupos de whatsapp con especial trascendencia para el brinco de 8.06 metros (+0.8m/s) del saltador de longitud santiaguero Alejandro Parada Isaac. Marca que le catapulta a la cima del ranking del mundo para menores de 20 años, compartiendo plaza con el estadounidense Johnny BRACKINS y que le sitúa como una de las figuras a seguir en el cercano Campeonato Mundial de la categoría que tendrá a Cali como sede.

Otros registros de interés, desde la vulnerabilidad que siempre representa el que sean cronometrados manualmente, fueron los de Yarima García y Reynaldo Espinosa en el hectómetro. Según nos contaba el comisionado provincial de Ciego de Ávila Félix Pérez Milian desde la sede, los seleccionados nacionales marcaron 11.1 y 10.1 segundos, respectivamente, para igualar el mejor crono (manual) histórico logrado en este tipo de certamen. Igualmente desde lo deportivo se habló de la marca del camagüeyano José Ariel Gaspar Hernández, que paró los relojes en 48.3 segundos( manual) en la distancia de 400 metros planos, por citar algunas de las actuaciones protagonizadas por atletas que poseen un potencial para triunfar a corto plazo en un nivel competitivo más exigente, lo que es sentencia firme que en Cuba nacen las estrellas y los campeones regularmente sin importar escasez ni obstáculos.

Desde el punto de vista puramente competitivo, pecaríamos de extrema ilusión si creemos que el evento contó con un nivel cualitativo alto. Asunto que es resultado de diversos factores, siendo el más connotado de ellos la pausa tan prolongada por la pandemia de la Covid-19.

Esta generación sufrió un stop en sus actividades deportivas producto de las restricciones sanitarias, lo que se tradujo en más de dos años fuera de sus habituales dinámicas deportivas, alejados de toda oportunidad de competir.

También hay quienes opinan que todo no se puede achacar a la pandemia, teniendo en cuenta que los resultados de 2019 tampoco fueron demasiado rimbombantes, aunque en este punto si habría que destacar que las diferencias entre una y otra edición son notables. En en dicha ocasión -y en el mismo escenario- se facturaron 8 récords para el torneo, con una hornada de atletas donde a simple vista saltan nombres como las actuales miembros del equipo nacional Keily Pérez, Dailys Cooper o Silinda Morales, así como Jordan Díaz, Jens Fernández o Arnaldo Romero, cuyas vidas -y carreras- se desarrollan actualmente fuera del país.

Especial mención hay que hacer a la organización de la Provincia de Camagüey, sus experiencias previas albergando este tipo de eventos los han convertido en excepcionales huéspedes. Un ambiente de tranquilidad y armonía se desprende a cada segundo, por lo que también merecen su reconocimiento en esta publicación,ya que fueron un núcleo decisivo en el éxito de estos Juegos.

En definitiva, La Habana ganó el evento con 2005 puntos, seguida de Camagüey y Santiago de Cuba, ambas escuadras con 171 unidades, pero definida a favor de los locales por diferencia de medallas.

Foto: Leandro Pérez Pérez

El amor, esa fuerza que mueve al mundo

Un hecho emotivo marcó el primer día de competencias, dejando a buena parte de los presentes tan asombrados como sorprendidos.

El protagonista del acontecimiento fue el fondista mayabequense Lázaro Rubiel Benavides durante su participación en el la prueba de 10000 metros planos.

Sucede que a mitad de la prueba, cuando se encontraba en las disputas de las preseas y tal parecía que podía alcanzar un puesto en el podio, se desvaneció.

La combinación del intenso calor y con la fatiga hicieron de Rubiel una diana fácil y entró en una especie de «shock». Comenzó a sufrir espasmos musculares y su anatomía se desvaneció en la pista, pero su voluntad estaba por encima de esto.

Intentó reincorporarse, repetidas veces se irguió y esas mismas veces volvió a derrumbarse. Perdió completamente la orientación espacial y fue a parar al interior de la pista, los médicos llegaron para auxiliarlo y el inundó sus ojos en lágrimas, solo atinó a decir: «la medalla era mía, estaba ahí».

Rubiel incluso estuvo un día ingresado en la institución hospitalaria recibiendo atención especializada, pero la vida da revanchas y el último día de competencias volvió a la pista y se situó en la línea de arrancada para tomar parte en los 5000 metros planos. En esta ocasión terminó en el sexto lugar, un sitio que más allá de lo deportivo nos regaló lecciones de vida. Culminar la prueba, cruzar esa meta fue el premio, una clase de vergüenza deportiva y humana; un acto de amor por lo que hace, dejando claro que tenemos derecho a todo, menos a rendirnos en la conquista de aquello que nos apasiona.

Foto: Leandro Pérez Pérez

Cuestiones para no desestimar

La fiesta deportiva de los menores de 20 años tuvo momentos de incertidumbre y descoordinación. Problemas de los que hay que tomar nota y lecciones para erradicarlos en la mayor medida posible de cara a futuras ediciones:

  • Problemas de transportación: las delegaciones del occidente y centro del país experimentaron un accidentado viaje donde el servicio de traslado por ferrocarril mostró problemas tanto técnicos como organizativos, al punto de que los asientos no eran suficientes y varios atletas y entrenadores viajaron sin acceder a ellos porque la capacidad del tren era menor que la cifra de pasajeros prevista.
  • Cancelación de eventos: Las pruebas de salto con pértiga fueron canceladas debido al déficit de implementación. Según conocimos, no se pudo transportar el colchón en tiempo por las limitaciones que vive el país por el tema de la disponibilidad de combustible. Quizás una variante puede ser convocar estas pruebas para que los atletas puedan medirse y tener la oportunidad competitiva para la que han trabajado durante todo el año.
  • Este asunto incidió igualmente sobre las pruebas de vallas y el apartado tan necesario del cronometraje electrónico. Este equipamiento también debía trasladarse desde La Habana.

Una última consideración

La Comisión Nacional del Deporte ha trazado nuevas estrategias para retomar el sendero victorioso del Atletismo a nivel internacional, somos conscientes y esta categoría es un eslabón fundamental para alcanzar ese sueño.

Rescatando, en primer lugar, que estos juegos pudieron realizarse, que han regresado para mostrar el material humano con el que contamos para trabajar de cara al futuro, esperamos que el próximo año todos los abismos que entorpecieron el correcto desarrollo de la Competencia Juvenil de Atletismo sean solo una página en esta historia que intentamos contar. Nos toca a todos, a la gran familia deportiva del país, ir construyendo granito a granito las fortalezas del mañana.