No todos los días puedes tener la oportunidad de encontrarte rodeado de estrellas deportivas y de protagonistas de hazañas épicas en Juegos Olímpicos, panamericanos y mundiales. Si, la peña En Caliente que se organiza en La Fela desde el barrio habanero de Luyanó, precisamente en la esquina del Hospital Hijas de Galicia, se dio el lujo de contar con varios embajadores del atletismo cubano.

El invitado en esta ocasión era el vallista santiaguero Anier García. Si el mismo que logró imponerse en los Olímpicos de Sídney 2000 y que cuatro años más tarde lograra la medalla olímpica menos esperada para la delegación y el atletismo cubano.

Pero la tarde noche de peña deportiva en La Fela guardaba demasiada relación con el olimpismo cubano. A Joel Garcia, anfitrión en esta jornada, le acompañó en la conducción del espacio unas de las luminarias del olimpismo cubano, pero en este caso, desde la narración deportiva y los micrófonos. La presencia de René Navarro no fue  mera casualidad. En los momentos cumbres del deporte cubano quedará grabado en la memoria de cada habitante de esta isla, las descripciones electrizantes de este insigne comentarista deportivo. René tuvo el gran privilegio de inmortalizar el momento mas emblemático de la carrera del vallista santiaguero.

Las anécdotas sobre esa narración partieron con una descripción gráfica de Navarro sobre el momento preciso de la final. Anier lograba su corona olímpica en medio del partido semifinal de las grandiosas Morenas del Caribe. El profesor Navarro tiene el poder de ponerte en el momento exacto, como si estuviéramos precensiandolo hace casi 20 años atrás. Anier conmocionado le expreso al público presente que la narración del profesor Navarro le ayudo a ganar la carrera y esas son las palabras y las imágenes que más ha repetido en su vida.

Pero las sorpresas continuaron en el espacio de este jueves. Precisamente desde la gala de los mejores atletas del año del atletismo cubano llegaron el plusmarquista mundial Javier Sotomayor, Yoelbis Quesada, Yaneisis Bornot y la mejor atleta del año en Cuba y del deporte rey, Yaimé Pérez, actual campeona mundial y panamericana en este 2019.

Las vivencias e historia sobre la amistad incondicional de Sotomayor, Yoelbis , Iván y Anier fueron una de las revelaciones de la tarde. En las palabras de Sotomayor ellos fueron los cuatros mejores amigos de esos tiempos en el equipo nacional. La confesión más grande fue que nunca pudieron celebrar todos en una misma competencia o evento, de alguna forma u otra siempre quedaban sin medallas algunos de ellos, en muchas ocasiones por lesiones.

Anier es una persona comunicativa con un buen sentido del humor que durante una hora dio su visión al público presente de lo que significa formarse y lograr un resultado relevante en contexto internacional. Al igual que Ana Fidelia Quirot, el vallista afirmó que los tiempos han cambiado y el talento en Cuba existe, pero hay que cambiar la mentalidad de los deportistas cubanos. No son nuestros tiempos cuando corríamos y éramos consiente que los días de entrenamientos que perdíamos eran vitales para lograr un buen resultado en los principales eventos. Ahora formamos deportistas, no atletas y la razón radica en que antes nosotros éramos más consciente de la dimensión que teníamos como atletas y de que representábamos a un pueblo que merecía vernos como campeones. Eso está en nuestro ADN como cubanos, nuestros entrenadores también influían mucho en esa mentalidad ganadora.

Anier en la actualidad se encuentra como entrenador del equipo nacional y sostiene que el talento en las vallas existe lo que hay que pulirlo.

De sus encarnizados duelos con los norteamericanos Allen Johnson  y Terrence Thramell resaltó que era una cuestión de sentir la adrenalina de competir con ellos. A mi me encantaba correr contra ellos. Era un estado de superación personal. Sabía que debía entregarme a fondo en cada carrera contra ellos. Su presencia me despertaba una mentalidad ganadora. Igual me sucedió cuando apareció el chino Liu que en ese momento era la sensación de la temporada. Yo fui el primero en tener rivalidad contra él. Luego fue Dayron y esa historia es más que conocida..

Antes se competía mucho.. en ocasiones  nosotros tratábamos de hacer estrategias para no coincidir y no tener que correr tan fuerte. Nos sucedió a mi y a Allen.. En un mitin en Grecia: Los dos escogimos esa reunión porque pensábamos que ninguna de las grandes figuras  asistiría. Resulta que horas antes de comenzar la competencia nos dimos cuenta de que estamos de frente y listo para dar lo mejor de nosotros en esa carrera. Allen quedo súper sorprendido, igual que yo.. Al final esa carrera la gane con 13.10 y él corrió 13.15, es decir, que se corrió fuerte a pesar de ser una carrera en la que no íbamos a dar lo mejor de nosotros.

El discípulo de Santiago Antúnez compartió la excelente conexión que siempre existió entre Dayron y él. Dayron siempre tuvo el talento pero su éxito estuvo siempre en ir más allá. Cuando apenas era juvenil él se entregaba mucho más que el resto. Por su edad sus entrenamientos eran más temprano y por tanto cuando yo entraba en la pista a entrenar ya los juveniles habían terminado. Pero que hacia él se quedaba bajo el sol viendo mis entrenamientos. Desde ese momento supe que era el relevo de las vallas cubanas.. ya después cuando fuimos compañeros de entrenamientos le daba mucho apoyo y fue algo especial porque me sentí muy útil dándole consejos para que mejorara cada día. Tres años después estaba rompiendo el record mundial.

La velada también abrió los micrófonos hacia el público y a las redes sociales donde el estelar vallista encontró muestras de apoyo, sugerencias para su sistema de trabajo como entrenador y de que debía ser un ejemplo que se podía mostrar en todas las Escuelas de Iniciación Deportiva del país para que transmitiera sus experiencias a las nuevas generaciones de deportistas.

En el cierre quedó abierta la polémica sobre las sanciones impuestas a Rusia que le impiden a esa nación participar en los Juegos Olímpicos. Desde el público salió la propuesta de que Cuba en solidaridad a esa nación debería nacionalizarlos y asi se ampliarían las posibilidades de medallas. Navarro expresó que a pesar de las intenciones políticas que tenía el fenómeno debía ser un problema de defensa nacional por parte del jefe de estado de esa nación europea, donde Vladimir Putin debe mostrar una postura mas enérgica en defensa del deporte ruso como lo asumió Fidel cuando quisieron manchar la imagen de Javier Sotomayor y del movimiento deportivo cubano.