Por Félix Mesa, imágenes utilizadas cortesía de Burundum

Si existe un medio fondista, el cuál merece un aparte ahora que se acercan los JCAC es José Cobos Valdés, el hombre que destronaba mexicanos, venezolanos y colombianos en su distancia, del cual se habla poco o casi nada, pero ha sido quien ha logrado tres medallas de oro en forma consecutiva en estas ediciones, 74, 78 y 82. ¡Qué bárbaro!
! Qué estabilidad y longevidad la de este matancero, que esparcía coraje y garras en cada carrera!, de eso doy fe.
Siempre he admirado a los medio fondista y fondistas, que a pesar de no contar en Cuba con las condiciones idóneas para entrenar, incluyendo, (altura sobre  el nivel mar, clima, quizás un poco más caliente debido al calentamiento global), se esfuerzan y salen, a lo buen cubano, a morirse en la pista o en el asfalto.
Un día me gustaría que aquella generación de las décadas de los 70-80, y menciono sólo a algunos, Medina, Mendoza, Civil, Pol, Parra, Aldo, Redames, intercambiaran con los jóvenes entrenadores, eso sí, que los protagonistas no sean el lactato, la creatina, el fosfato o la glucolisis aeróbica, que se hable de lo que hacían en la sesiones de entrenamiento en el Pedro Marrero, Robert Club, Parque Lenin o La Playa, pues en aquellos años los entrenadores no tenían tanto conocimiento sobre estas cosas y los resultados están ahí. Esto no quiere decir que sean minimizados y no reconozca los avances de la ciencia sobre el entrenamiento deportivo.
Que no se hable de que son otros tiempos, eso lo sabemos, que no hay esto, que no hay lo otro, todo eso es verdad, pero no implica que renunciemos al hecho de  buscar talentos para esas distancias, y si sólo los recursos alcanzan para uno, que sea para uno y que el binomio entrenador-atleta  garanticen un resultado, para ver de nuevo a un medio-fondista o fondista en lo más alto del podio. Yo no pierdo las esperanzas. ¿Que ustedes creen, de cuánto será la espera?