pporFotos: Mabel Gay
Los 68 miembros (Belkis Milanés no asistirá porque tuvo que ser intervenida quirúrgicamente de urgencia) de la selección que nos representará en el atletismo de los XXII Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014 se entrenan en México en condiciones de altura. La primera parte de la delegación (34 féminas) arribó a la ciudad capital del país el pasado 31 de octubre, mientras que el resto (34 atletas), viajó hace un par de jornadas para incorporarse a la preparación.
Los nuestros hacen estancia en el  CDOM (Centro Deportivo Olímpico Mexicano) y el CNAR (Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento) ubicados en México DF, en una región que ronda los 2200m de altitud.
Es una práctica muy común en el deporte que los atletas se enfrenten a un contexto de baja concentración de oxígeno, es decir,  que se sometan a condiciones de hipoxia ya que en la mayoría de los casos los lleva a mejorar su rendimiento al volver al nivel del mar.  El entrenamiento en altura consiste, básicamente,  en aumentar la resistencia del cuerpo humano acostumbrándolo a un entorno con poco oxígeno cuyos resultados aplican en el aumento del VO2, el aumento del umbral ventilatorio, aumento de la hemoglobina y una mejora de la capacidad muscular y de la eficiencia muscular energética.
El hecho de cumplir la preparación bajo estas nuevas condiciones puede revertirse en resultados para la selección cubana y  entre los aspectos positivos que se derivan de esta decisión cabe destacar que el descender de una altura superior a los 2000mts hasta los poco más de 1000mts sobre el nivel del mar que se encuentran en Xalapa, sede de los Juegos CAC,  tiende a rendir puntos a favor dado el aumento de la resistencia, y por ende, en el rendimiento  que este cambio suele propiciar. Igualmente,  dadas las condiciones que reúnen dichas instalaciones, los atletas tendrán más tiempo para cumplimentar la relación trabajo -descanso, algo prioritario en las cargas de entrenamiento.
También, el someterse a este nivel de altitud necesariamente se convierte en el preámbulo perfecto para otras bases a realizar, sobre todo, pensando en la temporada siguiente donde el colofón serán los Juegos Panamericanos  de Toronto. En caso de que se decida cumplimentar otro período de preparación bajo estas condiciones, es un un hecho que las experiencias anteriores ayudan a conocer mejor las respuestas individuales de los atletas y su mayor o menor disposición a ella y por ende, tributan a optimizar el aprovechamiento de las mismas.
Ambos recintos tienen un régimen disciplinario serio. Son, de hecho, centros de connotado prestigio en el área latinoamericana y que han ganado adeptos más allá de los límites de nuestra región, y en ello van numerosas garantías de que los atletas cumplan con una preparación rigurosa, entre lo que destaca el respeto a los horarios de sueño, así como evitar distracciones adicionales.
No obstante, aparejado a sus beneficios siempre quedan incógnitas. La delegación cubana es bastante joven y según consta en las bibliografías especializadas en el tema, a estos se le retrasará el tiempo de adaptación a la altitud sobre todo porque la mayoría no tiene experiencia migratoria en la altura. Ello se traduce en un riesgo, porque estamos hablando de experimentar con una primera estancia en altura con varios atletas que cumplen la fase de preparación directa hacia su competencia fundamental.
La altura requiere de un nivel de resistencia aeróbica elevada, el cual no poseen las disciplinas no referentes a la resistencia (todas las llamadas de campo y las de velocidad corta). La presión barométrica es menor, lo que dificulta la respiración alveolar. Asimismo es  necesario de 3 a 4 días mínimos para una adaptación rápida después de salir de la altura (lo ideal es de 16 a 21 días), con lo que habrá que prestar especial atención a la reacción de los atletas que compiten en los primeros días.
Sin embargo, más allá de los pros y contras de un entrenamiento de este tipo, hay un asunto de mucha importancia que no se puede pasar por alto, y es lo referido a que muchos atletas prescinden del entrenamiento con sus profesores del día a día. Es cierto que están bajo la guía de entrenadores plenamente capacitados y con el plan del técnico propio, pero ello puede ser un arma de doble filo ya que ante situaciones cambiantes como estados físicos y psicológicos diferentes, climatológicos, etc… se debe respetar a cabalidad lo establecido por sus técnicos y ello no siempre es una decisión efectiva.
Para conocer un poco de esta estrategia, contactamos con Daniel Osorio Díaz, Jefe Técnico de la Federación Cubana de Atletismo quien ratificó que aunque el efecto de un entrenamiento en estas condiciones produce un impacto desigual en los beneficios que perciben los atletas de las distintas especialidades, la delegación cubana apostó por esta opción ya que se aplicó un entrenamiento que no sobrecarga a los atletas sino que busca la adaptación de los mismos a un ambiente con condiciones similares a las que van a enfrentar en la competencia.
Respecto a la reestructuración de la fuerza técnica, ponderó la capacidad de asumir el reto que ello supone.

“No es la primera, y tampoco será la última vez que en Cuba queden entrenadores de cara a un evento competitivo y por ello se toman acciones que permitan el desarrollo exitoso de la preparación.”
“En esta oportunidad, desde que se seleccionaron los entrenadores que asistirían esta edición de los Juegos Centroamericanos, se orientó la realización de entregas pedagógicas tras la cual los atletas quedaban bajo la tutela de los seleccionados para conformar la delegación cubana”
“En el éxito de esta estrategia, va a jugar un papel importante el despojo de todo prejuicio pues hasta este minuto es la única fórmula que hemos encontrado para solventar los avatares presupuestarios que usualmente nos acusan. Hasta este minuto, puedo dar fe que todo marcha de forma correcta. Los resultados de los controles biomédicos que se están llevando a cabo ponen de manifiesto una respuesta positiva en materia de asimilación y adaptación de estas nuevas condiciones. No es un secreto, si todo el mundo trabajó sobre lo orientado, el resultado planificado debe estar, al menos desde este punto de vista, sobre lo esperado”
 

¿Un pronóstico?

Sin números, la meta es ganar la competencia del atletismo de los Juegos Centroamericanos y que de ella salgan marcas que valgan para clasificar de manera directa de cara al Campeonato Mundial del próximo año en Beijing.

La competencia de atletismo está señalada para los días entre el 23 y el 30 de noviembre y Cuba aspira a ratificarse como el país dominante del deporte Rey en el área.