Por: Lilian Cid Escalona/Cubahora
Cerca de tres semanas nos separan del Campeonato Mundial de Atletismo en pista cubierta. Será en el Centro de Convenciones de Oregón (Portland, Estados Unidos) entre el 17 y el 20 de marzo próximo. Se espera que acudan más de 600 participantes en representación de 154 naciones.
El camino hacia el evento, aderezado este año por la organización de un circuito competitivo para la temporada invernal ha dejado una estela de marcas de calibre, con destaque para los récords del mundo logrados por Genzebe Dibaba (4:13.31) y Ayanleh Souleiman (2:14.20) en la milla y los 1000m, respectivamente. También Jennifer Suhr, con 5.03m, optimizó el primado universal de pista cubierta para el salto con pértiga. Esta, una modalidad especialmente pródiga en el inicio de la temporada.
Y es que lo hecho por Suhr se complementa con el concurso de otras 8 mujeres que aparecen con registros superiores a los 4.71m, marca exigida para contender en Portland. Aunque no todas podrán rivalizar en suelo estadounidense dada la normativa vigente para estos eventos, que limita a dos los participantes de cada país por disciplina convocada.
La actual campeona olímpica se ha robado los titulares. De su autoría son las dos mejores marcas de la contienda —5.03 y 4.91m— y ha puesto su firma en otras cotas de alto perfil (4.88, 4.80 y 4.75), pero a la neoyorkina le ha plantado cara un grupo de mujeres que, con más o menos trayectoria, han entrado en el año con la meta de trascender a diversos niveles. Se ha saltado alto, muy alto.
Las últimas que han sonado” fuerte son Ekaterini Stefanidi (Grecia, nacida en 1990) y Demi Payne (Estados Unidos, 1991), autoras, este sábado 20, de sendos saltos de 4.90m durante los “Juegos Millrose”. Marca personal para ambas y primera vez que la menor de las griegas de élite se impulsa más allá de los 4.80m. Su mejor resultado eran los 4.77m que había logrado en el invierno de 2015; al aire libre, le avalan los 4.71m conseguidos en Mónaco en 2014. Payne, en tanto, llegó a Nueva York amparada por el salto de 4.88A que había logrado en Albuquerque a inicios del mes en curso. En su caso vale acotar que ha sido protagonista de una progresión vertiginosa: en 2013, sus incursiones rondaban los 4.20 o 4.25m; en 2015, tras ser madre, se estableció en el orden de los 4.70m y ahora sigue subiendo.
Bregando entre alturas de respeto se han mantenido la griega Nikoléta Kyriakopoúlou (4.81, 4.76 y 4.71) y Fabiana Murer (4.71), quien también ha cumplido con las normas exigidas al igual que la revelación Wilma Murto (4.71), la joven finlandesa de 16 años que asombró con su actuación en Zweibrücken.
Superándose anda la experimentada australiana Alana Boyd (4.76m/ al aire libre) y otras dos norteamericanas: Sandi Morris (4.80m) y Mary Saxer (4.75m). En el top 10 del año hay cuatro estadounidenses, lo que tensa al extremo las emociones para los llamados Trials. El clasificatorio se celebrará cinco días antes del arranque del Mundial, donde el espectáculo se ha concebido en favor de esta especialidad, cuyas finales se disputarán justo después de la ceremonia inaugural.
Los organizadores han prometido emociones y con lo visto, así tendría que ser dados los números que matizan una temporada en la que los hombres no quedan detrás, sobre todo con los saltos de seis metros que cargan a cuestas tanto Renaud Lavillenie (6.02m) como Shawnacy Barber (6.00m).
Jenn Suhr tampoco se ha reservado sus aspiraciones, asegura que vive el mejor estado de forma de su carrera deportiva y que va por más. Ella había dicho que no tenía entre sus planes a Portland, sobre todo porque piensa en Río y quiere cuidar su físico, pero en sus más recientes declaraciones ha abierto una brecha, dispuesta a aprovechar la mayor cantidad de oportunidades en aras de materializar el codiciado anhelo de superar los 5.07m.
Del Centro de Convenciones de Oregón saldrá una nueva titular, toda vez que Yarisley Silva, oro en Sopot 2014, no acudirá a la lid. Las difíciles condiciones climáticas imperantes en Cuba durante todo el mes de enero retrasaron en buena medida la preparación de la cubana, por lo que se ha decidido reorientar su itinerario en favor de los Juegos Olímpicos que, al fin y al cabo, son el objetivo fundamental de la presente temporada tanto para ella como para el deporte cubano.
De igual manera, le seguiremos la pista a los sucesos de Portland. Esta puede llegar a ser una competencia impresionante. El preámbulo perfecto para unos Juegos Olímpicos que se prometen intensos, únicos. La lista de protagonistas debe complementarse con nombres de alcurnia como el de nuestra Yarisley y, ¿por qué no?, el de Yelena Isinbayeva.
Las primeras saltadoras del año(actualizado hasta el 21 de febrero. Fuente: IAAF)
5.03 – Jennifer Suhr(30 de enero de 2016, Brockport, Nueva York). Tiene también saltos sobre 4.91, 4.88, 4.80, 4.75 y 4.70m
4.90 -Ekateríni Stefanídi(20/02, Nueva York).Además: 4.72 (2 veces) y 4.71 (2).
4.90 – Demi Payne(20/02, Nueva York). Además: 4.88, 4.71, 4.65(2) y 4.52.
4.81 – Nikoléta Kyriakopoúlou( 17/02, Estocolmo) Además: 4.76, 4.71(2) y 4.65
4.80 – Sandi Morris (06/02, Joplin) Además: 4.70 (2).
4.76 – Alana Boyd(28/01, Sippy Downs). Además: 4.71
4.71A – Mary Saxer(15/01, Reno, NV) Además: 4.60 y 4.50(2).
4.71- Wilma Murto(31/01, Zweibrücken) Además:4.55 y 4.50
4.71- Fabiana Murer(17/02, Estocolmo) Además: 4.71, 4.61 y 4.50.
4.70- Ling Li(19/02, Doha).
Los 4.75m logrados por la rusa Anzhelika Sidorova en Moscú, así como sus otros resultados de 4.71, 4.70, 4.60 y 4.50 estarán congelados hasta tanto no se levante la suspensión a la Federación atlética de su país.
Esta misma Genzebe Dibaba se dopa con :Meldonium el medicamento de moda.
Es lo más problable, los tiempos en que se podía creer en milagros, de que un/a atleta hiciera marcas espectaculares sin ayuda química ya pasaron, lo que sucede es que por una parte son atletas millonarios que tienen un sinfín de posibilidades de comprar medicamentos a la medida y por la otra parte ni las federaciones nacionales, ni mucho menos las internacionales tienen mucho interés en desenmascarar a los atletas que son el plato fuerte de las competencias, o sea que son los que ayudan a que entre dinero en las arcas de la IAAF.
Los cuentos de que de un país sale un millón de atletas de élite en la misma disciplina, ese no se lo creo a ningún país. Una cosa son los adelantos tecnológicos, la ropa, zapatillas, pista, y demás y la otra más importante todavía es la genética, sin gente con muchísimo talento no sirven de nada los adelantos técnicos y solo hay que ver en Cuba cada cuántos años surge un/a atleta como Soto, Costa, Quirot, Pedroso, Robles o Menéndez mientras que en el último mundial Kenia también tenía de repente vallistas y jabalinistas de élite. Estoy esperando para ver cuántos de los atletas prodigiosos del año pasado repiten este año sin miedo a ser descubiertos.