Por: Duanys Hernández/ Alma Mater

Marlon Yant Herrera muestra una gran madurez deportiva, a pesar no llegar a los veinte años de edad. El voleibolista cubano es uno de los grandes talentos de este deporte, y cumple su primer contrato como profesional en la Liga Nacional de Francia.

Yant milita en el Chaumont 52, equipo que al momento del parón por la COVID-19 se encontraba en cuarto lugar del torneo francés con balance de 14–10 y 43 puntos, solo superado por Tours (15–9 y 49), Montpellier (17–7 y 48) y el Rennes (16–8 y 47).

El hijo de la ex baloncestista Grisel Herrera ha sido determinante en los resultados de su club con 334 puntos anotados como escolta de Julien Winkelmuller, quien suma 368.

El jugador villaclareño cuando llegó la inesperada pausa estaba valorado como el cuarto mejor atacador receptor de toda la justa con un ranking de 0,3774, y además se situaba en onceno en puntos conseguidos por servicio con 32.

En su primer año fuera de Cuba lo sorprendió la pandemia. Por suerte, Yant es uno de los 121 representantes del Inder que han podido regresar del exterior a partir del siete de marzo.

Alma Mater conversó sobre sus vivencias como un deportista contratado en el exterior ante la pandemia. Estos fueron sus remates desde Santa Clara donde reside actualmente, aunque es natural del poblado Esperanza perteneciente al municipio Ranchuelo.

¿Cómo asumiste esta pandemia siendo un atleta contratado con solo 18 años? ¿Sentiste miedo?

«El aplazamiento de la liga nos llegó en un momento en que varios equipos, incluido el mío, no estaban jugando debido a la celebración de la Copa, que es otro torneo paralelo.

«Miedo como tal no sentí, pero sí estoy muy preocupado por la situación. Además el club se comportó muy bien conmigo. Los directivos ratificaron que me ayudarían con todo lo que necesitara. Sentir ese apoyo resultó importante en un momento así».

¿Qué pasó después del aplazamiento?

«Estuve una semana exacta en cuarentena en mi apartamento. No podía salir a la calle, solo a comprar algunas cosas imprescindibles para la casa».

¿Las autoridades deportivas cubanas mantuvieron la comunicación contigo?

«Inmediatamente el director de la Escuela Nacional de Voleibol me contactó preocupándose por mí, y por los restantes atletas contratados. Con mi entrenador tengo comunicación constante, y la verdad me sentí muy bien al saber que todos se preocupaban por mi situación».

Pudiste regresar rápidamente a tu país. ¿Cómo fue esa sensación al llegar a Cuba en una situación como esta?

«Ufff. Me alegré mucho la verdad. Al llegar a mi tierra me sentí tan bien que no es posible describirlo».

¿Te comunicas con los restantes atletas que están contratados?

«Me comunico con todos los que han regresado, y los que todavía se encuentran en el exterior. Hablo mucho sobre todo con Roamy Alonso que juega en el Ravenna, y está solo allá. Además, para él es difícil porque muchos jugadores de su equipo no hablan español. Todos los días me comunico con él mediante videollamadas».

¿Qué haces en casa durante estos días?

«Estoy en cuarentena desde la casa. Este tiempo lo ocupo para descansar un poco porque ha sido un torneo bien exigente para mí. También dedico tiempo a jugar Play Station que es mi pasatiempo favorito, aunque me mantengo haciendo algunos ejercicios físicos para no perder totalmente la forma».

¿Algún mensaje en tiempos de cuarentena?

«Los exhorto a que cumplan con todas las medidas y se queden en casa».

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“Lo venimos siguiendo desde hace un tiempo, lo tomaremos y luego veremos si encuentra espacio en el equipo”, afirmó sobre Yant el director deportivo del conjunto itálico club Civitanova en el momento de anunciar su contratación en fechas recientes.

En este equipo compartirá la cancha con otros compatriotas estelares como Robertlandy Simón, Yoandy Leal y Osmany Juantorena.