Desde Berlín 2009 Cuba no lograba un doblete en una misma especialidad. Hace una década Yargelis Savigne y Mabel Gay desafiaban al mundo con tamaña hazaña. Ahora en Doha 2019 dos cubanas desafiaban al mundillo del lanzamiento del disco y a la archifavorita Sandra Perkovic. Al parecer la noche del 4 de octubre en el Khaliffa Stadium prometía para la delegación cubana.

Si, aunque parezca una quimera el joven Luis Enrique Zayas andaba vestido de Sotomayor hasta la altura de los 2.30 metros. Algo muy impensable hace unos meses, pero una absoluta realidad del estado de forma del bisoño cubano.

En la batalla del disco no hubo margen a casualidades. Yaimé no ofreció brechas y desde su primer intento mandaba a pensar a Perkovic a pensar en cómo superar los 68.10 metros. Una primera ronda de ensueño para una final y donde la respuesta de la croata fue de 66.72 metros. Denia por su parte cometió falta con seguridad buscando un disparo largo como lo hizo en 2015.

La segunda ronda transcurrió tranquila para Yaimé y Perkovic, ambas bajaron sus disparos. Momento para que Denia ofreciera su respuesta. Un disparo de 66. 80 metros. La batalla estaba planteada entre las tres discobolas más estables de la temporada. En el tercer intento tanto Sandra como Yaimé lograron mantenerse sobre sus marcas. Yaimé repitió un disparo sobre los 65 metros y la croata volvió a lanza sobre 66 metros. Denia mando el implemento hasta los 67.32 metros para colocarse segunda en el tercer intento.

DOHA, QATAR – OCTOBER 04: Denia Caballero of Cuba competes in the Women’s Discus final during day eight of 17th IAAF World Athletics Championships Doha 2019 at Khalifa International Stadium on October 04, 2019 in Doha, Qatar. (Photo by Matthias Hangst/Getty Images)

Pero el panorama de la batalla de la disco cambiaria. Daba un giro no inesperado, pero tampoco tan drástico. Caballero la campeona de hace cuatro años borraba todos los pronósticos y su cuarto envió llegó hasta los 68.44 metros. La final se ponía aún más interesante y difícil para la líder de la temporada y la croata imbatible. Yaimé respondió con un disparo de 68.01 metros, mientras Perkovic daba su primera falta de la noche. Todo quedaba reservado para las dos últimas rondas. Se respiraba en el Khaliffa un ambiente de records.

El quinto intento fue gris para Denia y Sandra con sus segundas faltas. Pero Yaimé una vez más demostró estar en una forma espléndida. El disco voló hasta los 69.17 metros para darle otro giro a la gran final. Los asistentes al estadio estaban ante una verdadera batalla. Una final que presagia otra gran revancha en Tokio 2020.

La sexta ronda no ofreció más allá de lo visto. Sandra cometía su tercera falta consecutiva. La croata en verdad no pudo con la oposición de las cubanas. Su temporada no fue la mejor pero siempre albergó la esperanza de encontrar su mejor versión en la noche de hoy. Aquí radica su grandeza ser perseverante ante los obstáculos, este es su gran mérito porque supo vender cara su corona.

Denia cerró con un 65.64 metros y sin lugar a dudas ofreció su mejor competencia en el momento preciso. A un lado quedó lo sucedido en Lima hace dos meses y su estirpe está acá en saberse preparada para salir de esos malos momentos que te reserva la vida.

Por su parte Yaimé sabiéndose campeona logró en su último intento un disparo sobre los 64 metros, el más corto de la noche impecable que tuvo. La discípula de Hilda Elisa Ramos ha sabido controlar los miedos que en el pasado le impedían mostrar todo el talento que poseía. Hace tres años era impensable verla superar estos imprevistos.

En la temporada que culmina la santiaguera ha dominado todo el circuito ese mismo que supo conquistar a golpes de discos y que inició derrotando- por partida doble- en 2018 a una Perkovic indetenible.

La noche de Doha ni Yaimé ni Denia la olvidarán y mucho menos Sandra que sabe que tiene un gran reto de cara a los Juegos Olímpicos. Las cubanas ya saben que es destronar a una reina y ahora comienza una verdadera batalla de pesos pesados.

Zayas a solo tres saltos de ser medallista

En el salto de altura la sorpresa no pudo llegar a través del saltador de altura Luis Enrique Zayas. Sin lugar a dudas sus posibilidades estaban señaladas hasta esa altura. Al joven santiaguero le ha cambiado la vida su campeonato panamericano. Su clasificación hace dos días presagiaba una sorpresa en la gran final. En verdad la sorpresa estuvo y los aplausos para la superación de este joven saltador cubano y su colectivo técnico.

Para Zayas su único imposible era el mismo. Hasta la altura de los 2.30 metros se vio seguro sin faltas y quedando como el líder de la prueba. De llover en el Khalifa Stadium estuviéramos escribiendo otro titular para esta nota. Los 2.33 metros lo sacaron de las medallas cuando los líderes de la temporada emergieron sobre esta altura. Estuvo a solo tres faltas de alcanzar una medalla mundial. Primeramente, Barshim y luego el ruso Ivanyuk que tuvieron que auxiliarse de su última tentativa sobre los 2.33 metros.

Pero si se esperaban sorpresas esas las tenía bien reservadas Mutaz Essa Barshim. Sí, el catarí estuvo ausente casi toda la temporada. A Doha no llegó con las etiquetas de siempre ni con los saltos que lo ponían como el principal hombre a romper la mítica marca de Javier Sotomayor. Este era un Barshim que trataba de descubrir un nuevo camino. Su salto sobre los 2.33 metros lo llevó a saltar los 2.35 metros con mucha limpieza en su primera oportunidad y donde los rusos Akimenko e Ivanyuk respondieron tambien en el primer intento.

El desenlace final de la prueba solo había dejado en cuatro saltadores la posibildad del título mundial, pero ahí estaba la sorpresa de la noche. Mutaz Essa Barshim fue el más intrépido y en con total limpieza burló los 2.37 metros, para reencontrarse y ser profeta en su tierra.