Por Noel David Suárez
La cirugía Tommy John está arribando este 25 de septiembre a sus 49 años de historia. Muchos han sido los lanzadores rescatados mediante este método tan novedoso, empleado por primera vez en dicha fecha por el doctor Frank Jobe, quien estaba al frente del equipo médico de la franquicia de MLB Los Dogers de los Ángeles. Este proceder lleva el nombre de su primer paciente, el lanzador Tommy John, a quien las molestias en su codo de lanzar no lo dejaban realizar los mejores movimientos, además no mostraba mejoría con la fisioterapia y los fomentos. Es en ese momento cuando Frank Jobe le propone intervenirse quirúrgicamente, con el objetivo de extirpar su ligamento colateral medial en su codo dañando y reemplazarlo por otro ubicado sus miembros superiores, y aceptó.
Luego de la cirugía Tommy tuvo un largo período de recuperación, pero pudo regresar a los terrenos de béisbol y jugar un total de 14 temporadas en la Gran Carpa con destacados resultados. Desde ese entonces han sido muchos los serpentineros que han necesitado de esta operación para rescatar su carrera deportiva, en la mayoría de los casos ha sido un éxito rotundo. El suceso marcó un antes y un después tanto en la medicina como en el béisbol, y desde entonces se cuentan por miles los beisbolistas que han sido intervenidos con la Tommy John.
Este proceder médico se ha extrapolado a varias naciones, y de manera muy particular en nuestro país. En Cuba la Tommy John tiene historia propia, mucho tuvo que ver en ello el padre de la Ortopedia Cubana, el doctor Rodrigo Álvarez Cambras, quien se encargó se postergar su legado a las futuras generaciones para hacer de esta isla del Caribe un referente mundial cuando se hable de la cirugía Tommy John, la que ha salvado a grandes figuras de nuestro Deporte Nacional, dígase los ilustres Friedrich Cepeda y Alberto Bisset, Yander Guevara, Jorge Luis Barcelán, Alexei Bell y Frank Ernesto Herrera, uno de los casos más recientes.
Para conocer los pormenores de esta novedosa técnica ortopédica el equipo de Deporcuba conversó hace un par de años con el doctor Liván Peña Marrero, en aquel entonces Jefe del Grupo Nacional de Ortopedia y Traumatología y una de las voces autorizadas sobre el tema, poseedor una extensa lista de intervenciones quirúrgicas de este tipo en su hoja de servicios. A continuación, les ofrecemos parte de aquella entrevista que le hicimos en septiembre de 2021.
¿Cuáles son los principales síntomas que experimenta el atleta ante esta lesión?
“El síntoma que aparece con más frecuencia es el dolor en la cara medial del codo. Puede manifestarse de manera súbita cuando el atleta hace un lanzamiento, y siente una especie de chasquido, un dolor intenso en esta zona y se puede asociar a la presencia de un hematoma e inflamación. Esta lesión en el ligamento colateral medial del codo, que es su principal estabilizador, tiene entre sus principales causas la reiteración de lanzamientos. Lo que sucede es que en la medida que pasa el tiempo, el ligamento va sufriendo cambios, sufriendo micro lesiones hasta que finalmente se rompe.
La lesión es mayormente frecuente entre los lanzadores, pero se puede ver en los jardineros o antesalistas, así como en los atletas de lanzamiento de jabalina y disco”.
Además del tendón palmar largo del antebrazo, ¿qué otro se puede utilizar para reemplazar el dañado?
“Generalmente utilizamos este, el palmar largo, nombrado así por la mayor longitud o palmar menor por el grosor. Se pueden utilizar otros como tendón semitendinoso, el tendón de recto interno o músculo Brasil, que son tendones de la cara posterior de la rodilla, y también se han utilizado otros como el plantar delgado, e incluso un extensor de uno de los dedos del pie. Nosotros utilizamos comúnmente el palmar largo o palmar menor, como el resto del mundo.
Referencias internacionales sobre la operación señalan que la misma se realiza mediante injerto del tendón del músculo palmar, del recto interno del muslo, del semitendinoso, así como de músculos procedentes de un cadáver. No existe evidencias claras de cual técnica es mejor”.
¿Qué duración aproximada tiene la cirugía?
“La cirugía Tommy John tiene una duración promedio de una hora, sin embargo, esto puede variar por la presencia de lesiones asociadas. Estos pacientes tienen muchas veces compresiones del nervio cubital y hay que descomprimirlo y transponerlo en ocasiones, pueden tener osteocitos, cuerpos libres interarticulares que también hay que extraer y síndrome de choque posteromedial, que es una consecuencia de la rotura del ligamento. Esto puede extender la cirugía a una hora y media o una hora y cuarto”.
¿Existen efectos adversos para el atleta?
“Podemos decir que no existe una complicación propia de la técnica que pueda afectar al atleta. Estos atletas luego de la cirugía o mejoran o se quedan igual que en la condición previa a la cirugía. Sin embargo, hay que tener en cuenta que toda operación tiene complicaciones, que pueden estar relacionadas con la anestesia general, las pérdidas de sangre, hasta complicaciones locales como pueden ser la infección, los hematomas y la abertura de la herida”.
¿A qué atletas usted le ha realizado esta intervención? ¿Cuál de ellas recuerda de manera particular?
“En Cuba tenemos un número considerable de atletas a los que se le ha realizado la cirugía, como son Friedrich Cepeda, Danny Aguilera, José Ramón Rodríguez, Yander Guevara, Jorge Luís Barcelán, Yoel Suárez y Alberto Bisset entre otros”.
“En particular siempre me gusta destacar el caso de Alberto Bisset que es un atleta que operamos hace ya más de diez años con una lesión muy grave en el codo, con limitación de los movimientos, un alto grado de deterioro de todos los ligamentos del codo, de la musculatura con varios cuerpos libres articulares y con daño en la superficie articular del cartílago. Luego de esa cirugía tan grande que se le hizo aún hoy lo vemos lanzando con su equipo Santiago de Cuba y teniendo buenos resultados. Bisset es un atleta extremadamente voluntarioso y muy disciplinado y esto desde luego aporta valor al éxito del proceder”.
Existen diversos mitos entorno a este proceder. Algunos de ellos sugieren la realización de la misma tanto a modo de prevención como para favorecer el rendimiento. ¿Qué nos puede decir desde su experiencia?
“Pues muchos lanzadores piden hacerse la cirugía porque piensan que con el ligamento reconstruido van a aumentar su velocidad en los lanzamientos, esto es totalmente falso, nunca un ligamento reconstruido, ni con la mejor técnica, va a posibilitar mayor velocidad que el ligamento natural”.
“Además, se dice que los atletas que reciben la cirugía mantienen los resultados que tenían antes de sufrir la lesión, esto también es totalmente falso, se ha comprobado que entre el 80 y el 85% de los atletas que se someten a la Tommy John logran regresar al nivel competitivo en que estaban antes de comenzar con los síntomas. Se plantea que aproximadamente 67% de los lanzadores en las Grandes Ligas de Estados Unidos logran hacer más de una temporada”.
“La experiencia de Cuba en la realización de la Tommy John es amplia y compila valores de éxito que rondan el 87% de efectividad. El comportamiento y los resultados en los trabajos realizados es similar a los que se obtienen en Estados Unidos, así como en Australia, República Dominicana, México, países donde se efectúan con más frecuencia”.
Luego de las consideraciones del doctor les presentamos el testimonio del lanzador de Industriales Frank Ernesto Herrera Camejo, como ya decíamos, uno de los casos más recientes de beisbolistas que han regresado a nuestras Series Nacionales tras ser sometidos a la cirugía. Frank fue operado precisamente por Liván, y luego de dos años alejado de los diamantes regresó en esta Serie 62 con un rendimiento que le valió para incluirse de forma muy justa en la preselección del equipo cubano con miras a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.
Estas son sus declaraciones, ofrecidas en una entrevista que le hicimos en el mes de enero, previo a la Serie Nacional, en la que se mostraban sus ansias de volver a pararse en el box.
Vamos a acercarnos a tu lesión en el ligamento colateral medial del codo, la cual requiere de la cirugía Tommy John, a la que fuiste sometido. ¿Cuándo comenzaste a sentir las molestias en el codo?
- “En cuanto a la lesión, yo no era lanzador, yo jugué los juveniles hasta el año en que pasé el servicio militar. Un día de casualidad voy al estadio 50 Aniversario a jugar un torneo organizado, el Torneo de las Chapas, como se le conoce, y De La Torre me ve que tenía buen brazo, y él me invita a participar en los entrenamientos de Plaza de la Revolución, en el equipo del municipio, yo pensaba que él quería que fuera bateador, pero ya cuando empezamos a hablar él me dijo -yo quiero que tú vengas aquí a luchar un puesto como lanzador-, y le dije que sí. Ahí empecé de lanzador con Plaza, jugué dos provinciales, después entro al Fajardo a la universidad, conozco al profesor Enrique Rojas, le propuse entrenar con él, porque me habían dado buenas referencias, y aceptó, ahí empezamos poco a poco a entrenar, recuerdo que él había fijado unas metas, me dijo -vas a hacer el equipo sub 23 de La Habana, vas a tirar 90 millas y después vas a hacer el grado a los Industriales-, eso en un entrenamiento de cuatro meses, y así mismo fue”.
- “Parece que todo ese volumen de lanzamientos, esa intensidad de entrenamiento, como ya te decía no estaba adaptado a hacer esas cosas, después que termino la Serie Nacional con Javier Méndez que lancé muchísimo, en la provincial siguiente fue cuando apareció esta dolencia, ahí pude resolver con tratamiento de fisioterapia”.
¿En algún momento lanzaste con esas molestias?
- “No, yo no lancé con molestias, sí lo hice al final en el juego ya que me lesiono, pero en todo ese tiempo que tuve de rehabilitación nunca lancé con dolencias. Lo que sí pasaba era que tenía muchas fluctuaciones en la velocidad, un día venía duro, 90, 89 millas, y otros días venía flojo, con 83-84 millas. Esas fluctuaciones de velocidad eran producto al desgaste del ligamento, por tanto, existía la lesión, pero no dolía. Cuando ya empieza a doler que fue en la Serie 60, en un juego con Cienfuegos, yo recuerdo que lanzo el primer inning y el segundo con 89 millas sin problemas, ese día había televisión incluso. Ya en el tercer inning yo sentí un chasquido en la articulación y así lancé hasta el quinto, porque era un juego en que teníamos ventaja de 7 a 1, y necesitábamos ganar, hasta que la dirección decidió sacarme”.
¿Cuándo decidieron operarte, o lo decidiste tú?
- “La decisión la toman los médicos, antes de tú someterte a una operación Tommy John hay que hacer una serie de tratamientos previos, hay que hacer fisioterapia, que la hice y no resolví, hay que hacer tratamiento con células madres, o sea, infiltrarte células madres, lo hice y tampoco resolví, y ya lo único que quedaba era la cirugía. Cuando yo hice todo aquello, después del juego que te mencioné, los médicos deciden operarme, yo por supuesto que estuve de acuerdo, y ahí vino la cirugía”.
¿Cuánto tiempo te llevó la rehabilitación?
- “La rehabilitación en este tipo de cirugías es de un año y seis meses, quizás menos, pero sí siempre llega al año, todo depende de como tú evoluciones. En el caso mío fue un año exacto, cuando me dieron el alta médica, que ya estaba haciendo bull pen, estaba lanzando con alguna intensidad, pero no fue hasta el año y tres meses que lancé por primera vez en un juego de competencia, que fue ahora en la Copa Benito Camacho. Pero fue bastante larga y bastante dolorosa, sobre todo los primeros tiempos después que me quitaron los puntos, cuando me quitaron el yeso, es muy doloroso, hay que aguantar como un caballo”.
En el Hospital Frank País son muchos los profesionales de la salud que han realizado con éxito esta cirugía, desde su precursor en Cuba, Rodrigo Álvarez Cambas, considerado el padre de la Ortopedia cubana, hasta el Doctor Liván Peña, quien ha llevado a cabo disímiles intervenciones de esta índole. ¿Quiénes estuvieron a cargo la tuya, así como de la posterior rehabilitación? Cuéntanos tus impresiones al respecto.
- “Afortunadamente en Cuba esta es una cirugía gratis, porque en el mundo cuesta alrededor de los 300 mil dólares. En el caso mío fue el doctor Liván Peña, que ahora no se encuentra en el país, a él le estoy eternamente agradecido, cada vez que tengo la oportunidad de hablar con él por alguna red social siempre se lo digo, él operó a Cepeda, a Urgellés, a Barcelán, a Yander Guevara, a Bisset, en fin. Fue un proceso largo, porque a mí deciden operarme en mayo del 2020, y no fue hasta el 1 de octubre, porque estábamos en plena Covid, yo mantenía comunicación con el doctor Liván a través de wasap, para ver si me podían operar, y se fue atrasando poco a poco hasta que llegó octubre. Él siempre muy atento me explicó como era todo, amablemente me recibía y me explicaba cada duda, que fueron muchas”.
- “También después de la cirugía en el Frank País, en el área de rehabilitación en la parte de turismo, hice la fisioterapia con Estrellita, la doctora Maricel, que fue la fisiatra que puso el tratamiento y muy especialmente un fisiatra personal amigo mío que se llama Othón Torres, la parte dura de la rehabilitación la hice con él”.
¿Cuándo regresaste a los terrenos para entrenar?
- “Yo me operé como te decía el 1 de octubre, y el 1 de febrero comencé a lanzar, son cuatro meses. Comencé a realizar lanzamientos suaves, lentos, 15 diarios, solamente para recuperar e ir perdiendo esos miedos que uno tiene desde el punto de vista psicológico. Fue ese día 1 de febrero, ahí empecé a entrenar en el estadio 50 Aniversario bajo la supervisión de Lázaro de la Torre, el me regañaba cuando veía que yo estaba haciendo algo mal, y ahí estuve todo este tiempo hasta que me dieron el alta médica”.
Son muchos los lanzadores que han salido de una Tommy John y han durado varias temporadas con excelentes resultados, ¿te sientes optimista en ese sentido?
- “Sí claro, por supuesto que me siento muy optimista. Liván me decía algo -todos los lanzadores que se han operado con la Tommy John en Cuba han regresado a la Serie Nacional, y lo han hecho a buen nivel-, y es verdad, Bisset hace más de diez años que se operó y sin embargo ahí tú lo ves todavía, o sea, casi todos, o todos, han vuelto con el mismo nivel que tenían. Eso para mí es un aliciente, yo me miro en el espejo de ellos, y actualmente como estoy me veo en condiciones de volver y alcanzar un buen nivel, sobre todo estabilizar mi rendimiento que ha sido bastante inestable por estas molestias que he tenido”.
¿Te han medido la velocidad después de la cirugía?
- “En cuanto a la velocidad sí me la han medido, y la última vez me puse muy contento porque me acerqué a mi velocidad normal, a pesar de estar en una etapa de carga, o sea de entrenamiento todavía. Esto lo estoy dejando en suspenso hermano, pero muy bien”.
En torno a Industriales, que es lo que tienes ahora en la mira, integrar el equipo y aportarles a tus compañeros, ¿puede ser esta la temporada de repunte de Frank Herrera?
- “Yo espero integrar el equipo nuevamente, para eso me he estado preparando todo este tiempo. Yo siempre le digo a todos los lanzadores, sobre todo a los jóvenes, que no tienen la necesidad de llegar al extremo al que yo llegué, hay que calentar bien, no es que yo no lo hiciera, yo calentaba bien, pero evidentemente lo que te explicaba me pasó factura, no estar físicamente listo me pasó factura. Yo le trato de decir a todos, sobre todo a los jóvenes que vienen, que hay que estar físicamente listo porque lanzar es un acto muy estresante para el organismo y sobre todo para el brazo, entonces si no estás listo físicamente en cuanto a masa muscular y otros parámetros estás en riesgo de lesionarte. Hoy vemos a jóvenes que llegan a la Serie Nacional bastante menudos, y cuando te sometes a un ritmo violento de lanzar todos los días te vuelves inestable y repercute en la salud posteriormente”.
Son muchos los lanzadores que cuentan con satisfacción sus procesos pre y post operatorios, como ya nos los narraban nuestros entrevistados, la cirugía, aunque compleja, tiene una alta efectividad, pues más del 90% de quienes son sometidos a ella pueden regresar a los diamantes beisboleros, y para beneplácito nuestro, Cuba no es la excepción de la regla.
En MLB se han dado varios casos de regresos exitosos derivados de aquel 25 de septiembre de 1974. A continuación, les presentamos algunos de ellos.
Jacob deGrom: Cirugía (10 de octubre de 2010), Regreso (7 de mayo de 2012).
- Primer lanzador en ganar un premio Cy Young luego de someterse a una Tommy John, lo hizo con los Mets de Nueva York en 2018 y 2019.
Stephen Strasburg: Cirugía (3 de septiembre de 2010), Regreso (6 de septiembre de 2011).
- Ganó el anillo de Serie Mundial del 2019 con los Nacionales de Washington y es considerado uno de los lanzadores más dominantes en los Clásicos de Otoño.
Adam Wainwright: Cirugía (28 de febrero de 2011), Regreso (7 de abril de 2012).
- Aún en activo a sus 42 años y muy querido en la fanaticada de los Cardenales de San Luis. Fue el abridor ante Cuba en la semifinal del pasado Clásico Mundial.
Caso Othani
Como estos muchos han regresado por la puerta grande en el mejor béisbol del mundo, ¿lo hará así el fenómeno japonés de Los Angelinos Shohei Othani? El astro nipón ya tiene en su brazo de lanzar una Tommy John que data de 2018, cuando jugaba en su país con los Luchadores de Nippon Ham, y hace poco más de una semana fue incluido en la lista de lesionados tras un desgarro en el ligamento colateral cubital de su codo derecho.
Othani estaba firmando otra temporada para la historia, liderando en los acápites de jonrones con 44, triples con 7, un OPS de 1069 y un total de 310 bases recorridas. Por si eso fuera poco como lanzador ya había superado la cifra de 120 ponches y le bateaban solo para 184, por eso muchos lo llaman “El Extraterrestre”, pero no, es humano, y quizás la doble función en el béisbol más exigente del mundo haya hecho mella en su forma física, pues a pesar de tener un impresionante somato tipo con 1.90m de estatura y 105 kg de peso, puede que le esté pasando factura ser el único pelotero capaz de lanzar y batear en la Gran Carpa, y además ser un extra clase en ambos roles. El Capitán de la selección japonesa en el quinto Clásico Mundial y MPV de ese magno evento continuó fungiendo solo como bateador durante unas jornadas más, pero no pudo seguir y acabó en la lista de lesionados.
Días antes de que el galáctico beisbolista abandonara los diamantes, los Angelinos enfrentaron a los Rojos de Cincinatti, y en el quinto capítulo Othani pegó doble, al llegar a segunda el torpedero de los Reds, el dominicano Elly de la Cruz, se acercó a él, extendió su dedo índice y tocó cinco veces el brazo de Othani, luego de esto le preguntó con una sonrisa entre dientes – ¿eres real? -, y estamos hablando un portento de 21 años, bateador ambidextro de seis pies y cinco pulgadas, considerado por muchos el corredor más rápido de toda la MLB.
Esperemos que la ausencia de Shohei Othani no se extienda más que lo que queda de temporada, en la que su equipo no tiene opciones de clasificar a los play off. Citamos este caso porque podemos estar en presencia de una recaída cinco años después de una Tommy John, en la que juegan varios factores, entre ellos y con más fuerza la sobre carga muscular.
Nos hemos acercado a historias pasadas y presentes, a opiniones especializadas sobre un proceder médico que nació un día como hoy y que llegó para quedarse, siempre al rescate de los lanzadores, aunque también se ha aplicado a jugadores de posición, e incluso en otros deportes, pero en menor escala.
Deporcuba, 25 de septiembre de 2023.
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