Foto tomada mientras el entrevistado imparte el Curso de la IAAF de Nivel III de Velocidad. el DrC Ariel Muñiz es Disertante Senior de la IAAF. Tiene Nivel V de entrenador graduado con Distinción.

Por: Livan Ramos Danger y Lilian Cid Escalona/ Foto: Cortesía del entrevistado

 El DrC. Ariel Muñiz Sanabria es uno de los principales investigadores del atletismo cubano de las últimas dos décadas. Autor de múltiples publicaciones digitales que abordan diversos aspectos de la teoría y metodología del entrenamiento deportivo, así como investigaciones detalladas sobre el estado de forma deportiva de los principales atletas cubanos de finales de la década de 1990 y principios del siglo XXI. Su aporte ha sido vital en la reconceptualización de la “Forma Deportiva”, objetivo primordial que persigue todo proceso de entrenamiento.

Entre sus trabajos se recuerda sobremanera, la ponencia titulada Malformación de talentos velocistas en el proceso plurianual del atletismo cubano impide el desarrollo de los 100 metros planos. Experiencia cubana para el mundo”* donde expone las deficiencias identificadas en la forma de trabajo empleada en la estructura de la pirámide deportiva cubana. Muñiz Sanabria describe los efectos provocados por el fenómeno del “campeonismo” y propone cambios sustanciales a la metodología de trabajo utilizada. Con el DrC. conversamos para conocer de su desempeño actual y compartir sus impresiones sobre el estado actual del atletismo cubano:

 

¿Cómo y cuándo llega usted al mundo del atletismo?

 Me adentro oficialmente en la práctica del atletismo a los 14 años. Mi pasión deportiva y el primer deporte que practiqué fue el fútbol, pero un día sentado frente al televisor, estaban pasando una entrevista de Alberto Juantorena, y al escucharlo me absorbió el atletismo. Él fue mi inspiración como la de tantos niños y jóvenes cubanos.

 

¿Se considera un teórico del conocimiento deportivo?

Soy un apasionado de la búsqueda de hipótesis en el campo de la preparación deportiva, me gusta poder interpretar y asociar cuestiones complejas que justifiquen el rendimiento y resultado deportivo. Desde que era estudiante de la Licenciatura me inquietó la necesidad, más que de conocer, de poder explicar y relacionar los postulados y normas del conocimiento. 

En lo personal es estimulante y comprometedor cuando algún teórico internacional de gran renombre me expresa que se refirió a un estudio o postulado mío en sus conferencias. Como sucedió hace dos años al coincidir con el que tal vez sea el más reconocido teórico español del entrenamiento deportivo, García Manso, en un Simposio de Ciencias acá en México, y en la cena de clausura me dijo, no sabía que eras el autor de ese trabajo, yo siempre lo pongo de referencia.

Adentrarse en el campo de la teoría es maravilloso, pero tengo presente lo que expresó el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin: “Una teoría no es una llegada, es la posibilidad de una partida. Una teoría no es una solución, es la posibilidad de tratar un problema”

Tal vez por eso me gustaría definirme más como un metodólogo, porque soy incesante en la gestión práctica de soluciones de problemas metodológicos que me inquietan y están a mi alcance.

 

¿Qué hace en la actualidad?

Ahora me desempeño como Asesor metodológico Integral de la Dirección de Desarrollo y Fomento Deportivo del Instituto Politécnico Nacional. Me corresponde contribuir a facilitar la mejora de los procesos de preparación de los 36 deportes, además del futbol americano que es el deporte insigne de la institución.

Precisamente en 2016, tuve la satisfacción de que organizáramos el primer Simposio de Ciencias del Deporte en los 80 años de fundada que tiene esta institución. Al decir de muchos ha sido el mejor evento de ciencias del deporte en que ellos hayan participado en México, tuvimos más de 800 participantes, ponentes de referencia mundial de Rusia, España, México y Cuba, y como colofón 5 medallistas olímpicos, de ellos 4 campeones, con el honor nada más y nada menos de Alberto Juantorena y Javier Sotomayor.

Unido a mi labor metodológica no dejo de exigirme como entrenador, pues dijo Kant,  «La práctica sin teoría es ciega y la teoría sin práctica es estéril». He tenido en México la bendición de formar, iniciando desde cero, campeones y medallistas nacionales, y también de lograr records nacionales con atletas talentosos. 

 

¿Qué opinión tiene sobre el estado actual del atletismo cubano?

Para hablar del atletismo cubano las primeras palabras que vienen a la mente de cualquier especialista son respeto y admiración. Fíjate, si analizamos el estado actual, es evidente que no estamos atravesando por el mejor momento, no es una era como para estar satisfechos, pero Yaimé acaba de ganar la Liga del Diamante y la Copa Intercontinental, Yarisley Silva, sigue siendo una guerrera de las mejores del mundo en el salto con pértiga, Juan Miguel, es llamado la joya del atletismo mundial, Jordan Díaz es la revelación juvenil del salto triple, Leonel y Yorgelis están en la élite de las pruebas múltiples, etc. Con parte de esos atletas y sus logros muchas naciones se sentirían más que satisfechas, sin embargo, para el atletismo cubano hay una deuda en la actualidad porque hace muchos años que nos ganamos la categoría de potencia mundial. Lo más preocupante es que hemos cedido en disciplinas estratégicas, en las que teníamos varios exponentes entre los primeros del mundo.

Siendo concreto a tu pregunta: El estado actual del atletismo cubano es de preocupación e implica perfeccionamiento de los métodos de trabajo.

 

Se dice que los atletas cubanos son únicos en el mundo. ¿Lo cree así?

Es una convicción, no es que lo diga un cubano, es que, en otras partes del mundo, cuando se habla de Cuba, y se le quiere elogiar se dice: la verdad que ustedes son los mejores en la medicina y en el deporte. Es por eso que el atletismo tiene un compromiso tan grande, porque es parte de la identidad victoriosa del deporte y sociedad cubana. El deporte cubano comenzó en la Sierra Maestra, por eso es que somos únicos.

 

En algún momento sus artículos sugirieron procederes errados en la preparación de velocistas en Cuba ¿Le trajo alguna dificultad en su labor?

 Fue una etapa difícil, yo creo que la más difícil de algún metodólogo que haya pasado por la Comisión Nacional, pero no solo por eso, sino por sugerir un enfoque más serio en los análisis y la toma de decisiones estratégicas que implicaba en muchos casos perjuicio para los atletas. Se notaba que se estaba perdiendo el objetivo primordial de una estructura directiva del deporte, que son los atletas.

Tuve enfrentamiento fuerte por no estar de acuerdo con que el problema de la crisis de las pruebas de velocidad plana era por la selección de los talentos. Mis argumentos eran y son claros y convincentes, no es un criterio infundado, es el resultado de valiosa información obtenida desde una metodología de investigación.

Hay dirigentes que a veces no les gusta escuchar propuesta de soluciones, pues ello lleva más trabajo. No tuve comprensión al decir algo nuevo y con muchos argumentos. Hasta el Presidente del INDER en aquel entonces en una reunión de estrategia donde intervine y pedí confianza para nuevas ideas en favor de las pruebas de velocidad planas del atletismo cubano, dijo: “No podemos pretender ser buenos en todas las pruebas, debemos ocuparnos de las pruebas que si nos pueden dar más”

Sabes por qué fue problemático decir que el problema de la velocidad era de una perspectiva metodológica de preparación en el proceso a largo plazo y de falta de eficiencia de la pirámide de alto rendimiento, y no de la selección de talentos, porque reconocerlo llevaría a hacer cambios, y algunos se acomodaron y se aprisionaron en la resistencia al cambio. Era más fácil calmar la marea diciendo, estamos buscando talentos. También debo reconocer que los argumentos biológicos, metodológicos, psicológicos y didácticos que fundamentaban la necesidad del cambio eran difíciles de asimilar para algunos, tal vez por ser de un enfoque novedoso.

Ya llevamos 31 años de crisis en los 100 metros planos masculino. Desde que Silvio Leonard y Osvaldo Lara fueron finalistas de los 100 metros en Moscú 1980 no hemos tenido un finalista ni en Juegos Olímpicos ni en los 16 campeonatos mundiales al aire libre celebrados, y solo un finalista con cero medallistas en los 17 campeonatos mundiales juveniles celebrados entre 1986 y 2018.

En las últimas décadas hemos tenido vallistas líderes mundiales, también lanzadores y saltadores, ya hasta logramos dos medallistas mundiales en el salto con pértiga, igualmente medallistas en las pruebas múltiples que dependen de más exigencia material para su preparación que las carreras de velocidad planas. A la par con esto voy a recordarte un dato: el segundo hombre en el mundo en bajar de los 10.00 segundos con cronometraje electrónico fue Silvio Leonard (9.98 en 1977). Desde entonces ha crecido la lista a 137 corredores de 29 países y Leonard sigue siendo el  único cubano.   

 

Voy a expresarte solo dos de mis convicciones.

 

  • Si han sido talentos y sería incorrecto negar a los que en igual edad (15-16 años) han corrido los 100 metros planos más veloz que el recordista nacional Silvio Leonard, e incluso que otros especialistas de primer nivel mundial que en otros países han llegado a ser medallistas o finalistas olímpicos y mundiales.

 

  • Suman cientos los niños captados para las pre-EIDE, adolescentes entrenados en las EIDE y jóvenes en las ESPA provincial y nacional previstos para ser grandes exponentes de la prueba reina del atletismo, entonces si en más de 30 años no se ha logrado el resultado esperado, la falta de talentos es una afirmación incompleta y sin argumentos convincentes.

 

El reciente campeón norteamericano de la Liga del Diamante en los 200 metros, que posee como registros personales 9.88 segundos en los 100 metros y 19.65 segundos en los 200 metros con sus 21 años de edad. A los 15 años lo más rápido que corrió los 100 metros fue en 11.27, y a los 16, 10.86 segundos.  Por citarte solo unos ejemplos, en los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento de 1998 el campeón Carlos Yandy de Pinar del Río corrió 10.91 con 15 años de edad. En la edición del año 2000 el ganador Dinover Pérez ganó con 10. 4 segundos, pero ese año con cronometraje electrónico logró 10.67 segundos. El medallista de plata de esa edición fue Yoanis Massó también con 10.4, y el podio lo cerró Yosmel Díaz de Camagüey con 10.5 segundos. Talentos hemos tenido mucho, en la actualidad hay un chico de la Isla de Juventud (Shainer Rengifo) que esta temporada corrió 10.65 en el Campeonato Nacional Rafael Fortún sin haber cumplido los 16 años.

Estos son solo algunos elementos y espero que te hayan podido esclarecer sobre la defensa de lo que en este caso si quieres le podemos llamar: mi teoría.

 

¿Cuál fue el atleta de mayor talento que viste y se perdió en el proceso de preparación de los velocistas cubanos?

Son muchos con gran talento, ya te mencioné cuatro, pero hay otros, por decir uno más, José Carlos Peña, un talento de Las Tunas, era un tren corriendo. Hay uno de los 400 metros se llama Alianni Hechevarría que en unos Juegos Escolares Nacionales lo vi correr y quedé extremadamente impresionado, era una sincronización y frecuencia de pasos única en ese contexto de atletas de todo el país. Mi primer pensamiento fue, ese es el hombre de los 43 segundos en 400 metros en Cuba. Después de la categoría escolar logró 45.58 segundos a los 19 años, a los 23 años su mejor tiempo fue de 47.40, ahí quedó. Este es un caso de un talento que no avanzó y tuvo un desenlace en las edades de perfeccionamiento profundo acorde a su potencial.

 

Ya que hablamos de categorías, qué causas ha identificado como principales factores en la tendencia constante de los cubanos a impresionar en las categorías menores y luego no ser capaces de brillar en su mayoría de edad.

Mira las causas son diversas, trataré de hablarte de algunas que expongo en mi libro. En primer lugar, tenemos que asumir que la especialización temprana profunda (violenta) en la preparación de los talentos, lo cual se relaciona directamente con el campeonismo han afectado la lógica evolución del rendimiento específico de los talentos. Dicho en palabras más claras, la quema de etapa que acelera en rendimiento con métodos y contenidos de la preparación altamente especializados e intensos, los cuáles no solo alteran la asimilación armónica de la preparación en edades juveniles y adultas, sino que también abre la oportunidad para las lesiones.

El concepto de entrenar para ganar de los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento ha dejado una estadística de atletas con tiempos fenomenales de los talentos velocistas de carreras planas, pero también se acompaña, de que la inmensa mayoría de esos campeones no han sido lo más sobresalientes en la historia del atletismo cubano. No voy a ser muy extenso en esto, solo te menciono algunos elementos de la historia de la formación de los mejores velocistas cubanos de carreras planas.

  • Los primeros: Barrientos, Fortún no comenzaron antes de los 16 años
  • El primer medallista, Figuerola, comenzó a los 18 años
  • Las mejores de los 100 metros femenino: Miguelina inicio a los 18 años, Chivas a los 15 años
  • El primer y único campeón olímpico de la velocidad plana: Juantorena comenzó a los 20 años.
  • De los tres corredores cubanos sub-45.00 segundos, dos no tuvieron iniciación temprana  (Juantorena y Stevens)
  • Peñalver, Simón, Lara, Mayola, Iván García no comenzaron antes de los 17 años.

¿La pregunta es, y los campeones escolares, y los tantos que hemos seleccionado, preparado en las Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar?

  • De los dos relevos de 4×100 metros masculino medallistas olímpicos, pues te comento que el promedio de edad de iniciación en el atletismo de los miembros de cada uno de esos relevos es de 16 años, es decir no tuvieron ellos iniciación temprana. Te vuelvo a repetir la pregunta: y los campeones de súper tiempos de los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento, y los que han estado por cuatro temporadas entrenados en las  EIDE?

 

La respuesta es sencilla, la mayoría de los súper campeones se ha quedado en el camino, y el proceso de preparación campeonista que se ha llevado no ha aportado en la formación del mayor por ciento de los mejores velocistas cubanos de la historia.

 

El más estable de los velocistas cubanos  actuales Reynier Mena, el cual si fue campeón de los Juegos Escolares Nacionales, y he investigado y tengo un seguimiento desde que se inició en el atletismo a los 10 años,  te puedo decir que tuvo atributos en su preparación cuando atleta escolar que le ayudaron a ser el velocista que es hoy. Ello también está explicado en detalles en mi más reciente libro. 

 

Hay un aspecto menos mencionado, pero vital, y es que las convocatorias competitivas para los Juegos Escolares Nacionales han tenido muchas falencias para el caso de los velocistas de carreras planas. El departamento de Programación y organización del atletismo escolar ha estado desorientado en concebir y respetar una convocatoria de pruebas competitivas que oriente o al menos marque directrices más favorables al proceso que desarrollan los entrenadores en la base.  Como promedio se cambian cada 2-3 años las pruebas o combinados en que competirán los atletas. Uno de mis mayores retos fue argumentar y eliminar las pruebas làctacidas en el programa de competición en la categoría de 12-13 años, y disminuir la distancia de 60 metros en las edades infantiles, lo cual argumenté científicamente, y se implementó por algunos años. En esos cambios tuve la aprobación de Jesús Molina, él si entendió los argumentos. Posteriormente volvieron al error. Por ejemplo, tan reciente como en 2013 se eliminó la multilateralidad, y los talentos competían solo en 80 m y 80 metros con vallas a las edades de 12-13 años, por supuesto que eso genera más especialización de la preparación a edades tempranas. Ahora se quiere volver a cambiar la convocatoria, pero faltan los argumentos por lo que la propuesta puede afectar a otras pruebas. En fin, no hay un consenso científicamente respaldado en este aspecto. Son improvisaciones tras improvisaciones.

 

 

Ahora, debo completarte una idea, la especialización profunda temprana es una causa que considero fundamental, pero no todo está en este aspecto, también hay que asumir que sí hay atletas en las EIDE que los han preparado adecuadamente, porque conozco de procesos de entrenamiento llevados con mucho cuidado y calidad, esa es también una realidad. Entonces también es justo hablar de atletas que han llegado a la estructura nacional de alto rendimiento y en ellas no se les ha podido lograr el incremento del rendimiento requerido. Creo que, como deporte, en algunas pruebas con los años avanzamos mucho metodológicamente y en otras nos quedamos un tanto rezagados. Te pongo un ejemplo claro de la misma área como las carreras con vallas cortas que a partir de la década de los 90, creció y creció hasta patentizar el nombre que nadie niega en la actualidad a nivel mundial de Escuela cubana de carreras con vallas. 

 

 

En la actualidad contamos con una buena cantidad de talentos que van surgiendo con una gran proyección internacional en el atletismo cubano, ¿Cuál consideras es la causa fundamental de esta nueva oleada de portentos?

Al hablar de proyección internacional de los atletas lo primero a mencionar es el gran número de consagrados entrenadores en la base que hacen una buena selección, iniciación y formación de los talentos. Ya en los equipos nacionales se puede hablar más específico, refiriendo nombres pues son entrenadores que definen exitosamente la culminación de un proceso.

 

Por ejemplo, el salto de longitud masculino está en excelente momento, pero lo que hay que considerar que cuando Milán Matos fue designado solamente al salto triple, decayó el nivel del salto de longitud en el equipo nacional. Posteriormente Ricardo Ponce que también había hecho muy buen trabajo en el sector de saltos horizontales se fue de colaboración. Ahí hubo un vacío por unos años. Una aceptada incorporación a la selección nacional juvenil fue la promoción de un entrenador de la base (Juan Gualberto Nápoles) con años de experiencia y un recorrido de trabajar con atletas en el nivel provincial. Fíjate si hay que hablar de nombres que la reincorporación de Ponce inyectó el salto triple masculino, como ejemplo ahí está Jordán Díaz.

Han regresado algunos entrenadores como Luis Alberto Pinillo en el salto de altura que es uno de los que tiene más argumentos de la experiencia de grandes entrenadores como  Guillermo de Torre.  

Si hablamos de Yorgelis en el heptalón o la jovencita Adriana Rodríguez (subtitular mundial juvenil), no es extraño, Gabino Arzola revolucionó la metodología del entrenamiento de las pruebas combinadas en Cuba. En los Centroamericanos además de Yarisley,  la joven atleta Lisa fue medallista de bronce, Alexander Navas es joven pero ya sabe lo que es formar una pertiguista de primer nivel. En resumen, prima mucho que al buen trabajo que hagan los entrenadores de la base se acompañe de expertos en la selección nacional que completen la eficiencia del proceso. Y siempre el margen de error por ser una muestra más pequeña tendrá que ser en el Equipo nacional, es determinante la experiencia acumulada por los entrenadores en la formación de atletas de nivel mundial.

En el atletismo cubano te recuerdo que en un lapso de pocos años se perdió mucha experiencia, maestros de un valor incalculable que dejaron de trabajar en la selección nacional. Eso pesó muchísimo. 

 

En los últimos años hemos tenido varios cambios en la más alta dirección del atletismo cubano, ¿Consideras que la variabilidad en las políticas o estrategias de dirección ha afectado la proyección internacional del atletismo cubano?

 

Quería decirte que en estos días que he estado leyendo y estudiando una conferencia del padre del atletismo cubano Jesús Molina, sobre la evolución y desarrollo del atletismo en nuestro país. Que ustedes me contacten y que establezcamos esta conexión para darles mi humilde opinión al respecto es algo especial y lo agradezco mucho.

Respondiendo a tu pregunta, considero en primer lugar que variabilidad ha sido mucha y desafortunadamente no para el bien y progreso del atletismo, ello ha sido la causa fundamental de los descensos en los resultados internacionales en los últimos años. Tantos cambios e improvisaciones cambiaron la plataforma de dirección del atletismo confundiendo sensatez con autoridad.

Me refiero a qué en la evolución y desarrollo del atletismo cubano las decisiones se tomaban basada en los conocimientos del deporte y las expectativas de hacia donde se quería avanzar. Entre los dirigentes de referencia nacional todos conocemos de la capacidad de Jesús Molina y  Lázaro Betancourt por citar los más avezados. Ellos ganaron su liderazgo no solo por su capacidad de decisión en aspectos estratégicos, sino, porque podían argumentar sobre el proceso de desarrollo del atletismo cubano, conocían del cómo y el por qué. 

En los últimos ciclos olímpicos el rumbo del atletismo se vio dañado por la designación de directivos que no conocían el deporte. Es muy complicado empezar a dirigir un deporte y comenzar a aprenderlo a la misma vez.

¿Cómo vas a tomar buenas decisiones?, ¿cómo va a liderar un proceso de manera armónica y equilibrada?, ¿cómo vas a minimizar el margen de error en la toma de decisiones si no conoces a profundidad en área del saber que te corresponde dirigir?

Este ha sido el más grave error que ha desencadenado en la merma del atletismo cubano: “Incorrecta  toma de decisiones”, se olvidó el saber y fue primando el poder.

Desde hace unos años cuando comienzan los cambios constantes de directivos en el atletismo se puso de moda la designación de Comisionados Nacionales que llegaron sin haber tenido la vivencia de ni siquiera haber practicado este deporte, ni haber sido entrenadores, ni metodólogos en provincia, ni contar con actualización académica. 

¿Qué te dice esto?, Que en no pocos casos ha primado la improvisación.

Una cosa es tener autoridad y la otra es tener la preparación y conocimientos del área del saber para tomar decisiones estratégicas. Si entendemos estrategia como una serie de acciones planificadas que ayudan a tomar decisiones y a conseguir los mejores resultados posibles, entonces, la pregunta es, ¿puede haber buena estrategia sin conocer el área de desempeño que te corresponde dirigir?

¡Sencillamente, no! No creo que alguien se atreva decir que es un buen cirujano si nunca ha estado en un salón de operaciones. Una buena estrategia requiere de visión de desarrollo, poder transformar las amenazas en oportunidades y encontrar congruencias en tiempos de dificultades. En ocasiones cuando más se ha requerido de la interpretación científica, colegiada, humilde, han primado acciones marcadas por la autoridad que da un cargo y por criterios impositivos personales. No neguemos los hechos, no podemos hablar de buena estrategia cuando han mermado los resultados.

 

 

¿Cómo valoras el hecho de que una exatleta de nivel mundial como Yipsi Moreno esté ocupando cargos de relevancia en la dirección del atletismo cubano?

Es una gran oportunidad para Yipsi de poder ayudar al deporte que ama a que recupere su  camino. Ella está dentro del deporte desde los 12, 13 años de edad, vivió un largo proceso de atleta de alto rendimiento, tiene carisma y lo que puede ser lo más importante, se le sale por las venas su compromiso y agradecimiento por el sistema deportivo cubano. Con todos estos ingredientes tiene las bases para participar del cambio en la nueva era.

 

Conocemos que realizó una estancia de trabajo investigativo en Jamaica, a su juicio ¿Cuál es la causa fundamental del gran desarrollo obtenido por esa pequeña nación en las pruebas de velocidad?

 En realidad, el objetivo fundamental de mi estancia en Jamaica fue para asesorar la preparación de los talentos velocistas y saltadores del Kingston College. Tuve el honor de ser invitado por el jamaicano Neville Teddy MacCook, el entonces Presidente de la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe de atletismo. Por supuesto que aproveché la estancia para identificarme más con la magia de las pruebas de velocidad en ese país.

 

Como me preguntas por la causa fundamental voy a ser concreto, pudiéramos hablar desde un enfoque integral multifactorial que incluya la genética, la masividad, el sistema competitivo y las condiciones medio ambientales, pero muy fundamental es la experiencia acumulada en el perfeccionamiento de la metodología del entrenamiento de los velocistas por los entrenadores. Es evidente que hacen cosas tradicionales de manera diferente y cosas diferentes que no son tan tradicionales. Hay dos grandes clubes y entrenadores que marcan la diferencia, el Racers Track Club que tiene como entrenador principal Glen Mills entrenador de Usain Botl, Johan Blake entre otros y quien también guio a Raymond Stewart a ser subcampeón mundial en 1987 detrás de Carl Lewis y lograr un rendimiento personal de 9.96 en Tokío 1991. El otro es el Maximizing Velocity and Power (MVP), donde el cerebro es Stephen Francis entrenador quien entre sus aventajados ha tenido a Asafa Power, Nesta Carter, Shelly-Ann Fraser y Elaine Thompson. Por ponerte un ejemplo de la filosofía de trabajo de uno ellos, Shepen ha declarado que le encanta a veces tomar de los campeonatos nacionales de jóvenes los que llegan a la meta fuera de las medallas y ponerse el reto de convertirlos en primeros.

 

¿Con el retiro de Usain Bolt, visualizas una nueva estrella en la velocidad mundial?

Usain Bolt es único, pero varios velocistas jóvenes en la actualidad han marcado un ascenso vertiginoso en su rendimiento y pueden marcar un ciclo de dominio en las carreras de velocidad. Te puedo mencionar a Christian Coleman (22 años), Noah Lyles  (21 años) Estados Unidos y Clarence Munyai (20 años) de Sudáfrica. En los 400 metros Michael Norman con sus 43.61 segundos a los 21 años, y Akeen Bloomfield 43.94 con la misma edad. Sin olvidar por supuesto a Wayde van Niekerk quien debe regresar a recuperar su trono.

 

¿A su juicio quienes serían los mejores velocistas de todos los tiempos en Cuba en ambos sexos?

Los mejores son Alberto Juantorena y Ana Fidelia Quirot. Alberto es el único doble campeón olímpico del atletismo cubano, y el único doble recordista mundial en las pruebas de pista en nuestro país. Ana, es la única doble medallista olímpica individual de las pistas del atletismo cubano, y también la única doble campeona del mundo.  Ambos son bicampeones en la copa del mundo Alberto en Dusseldorf 1977, Ana en Barcelona 1989.

Claro, entre los grandes de todos los tiempos no podemos dejar de mencionar a Figuerola, Silvio, Miguelina, Silvia Chivás, entre otros.

 

¿Y en la actualidad?

Existen atletas jóvenes con mucha perspectiva, y eso es alentador. Entre las damas es esperanzador que Yumisleidis García (11.31), y  Adriana Rodríguez (11.39) tengas solo 19 años. En los 400 metros damas destacan Roxana Gómez y Gilda Casanova. En los hombres Reynier Mena  ha mantenido buena progresión en los 100 y 200 metros, él tiene el potencial para ser el segundo cubano en bajar de los 10.00 segundos; Roberto Skyers es un gran talento, pero su mayor rival han sido las lesiones.  En los 400 metros varones Lescay con sus 45.00 segundos en un gran competidor que puede seguir creciendo. Si llegamos hasta los 800 metros Rose Mary Almanza puede darnos una sorpresa importante en citas venideras.

 

Algo que desee agregar

Que soy y seré siempre del atletismo cubano. Me siento agradecido cuando puedo ser útil en cualquier acción por pequeña que sea, cuando converso con un atleta, cuando un entrenador me contacta para intercambiar puntos de vistas o requiere de un análisis colaborado sobre un tema actualizado, o me solicita un dato de una investigación, o me comparte un estudio que se le hizo a su atleta. La finalidad de un profesional es ser útil y eso nadie te lo puede quitar.

 

Muchas gracias a ustedes: DeporCuba, por este tiempo y espacio dedicado a entrevistarme. Ustedes quieren lo mismo que yo: que viva el atletismo cubano. Gracias.

 

 

 *Muñiz Sanabria, Ariel. (2018). Malformación de talentos velocistas en el proceso plurianual del atletismo impide el desarrollo de los 100 metros planos. Experiencia cubana para el mundo. Lecturas: Educación física y deportes, ISSN 1514-3465, Nº. 105, 2007.