NOEL DAVID sUÁREZ PÉREZ

26  JUL  2022 -MORÓN

La historia del béisbol cubano desde sus inicios la sellan grandes hazañas; anécdotas que narran la entrega de peloteros emblemáticos dentro y fuera de los diamantes. Al respecto, Rafael Recio -conocido como – “El Titi”-, nos abrió gentilmente las puertas de su casa en la ciudad de Morón para compartir historias inéditas del béisbol que se jugaba en Cuba, especialmente en los años 40 y 50 en Ligas Profesionales, así como peloteros que jugaron en la Gran Carpa. El diálogo que sostuvimos con el “Titi” en exclusiva para Deporcuba lo compartimos a continuación:  

Pregunta (P). ¿Cuál fue su vínculo con los Cubans Sugar Kings?

Respuesta(R). Fue en el año 58, que mandaron a Chiquitín Cabrera de La Habana, que era entrenador de los Cubans, con una preselección a formar dos equipos, Bando Rojo y Bando Azul, y entonces como nosotros nos pasábamos el día jugando pelota ahí “Cubiles”[1] nos dijo a mi amigo y a mí: -“Ustedes dos son los que van a ayudar a Chiquitín Cabrera de carga bates”-. Ese juego se hizo a puertas cerradas porque iban a hacer el equipo de los Cuban Sugar Kings, y da la casualidad que ese año ganaron La Pequeña Serie Mundial ante el Minneapolis de Estados Unidos en el Estadio del Cerro, la del 59, antes de que se eliminara el profesionalismo. Este equipo lo integraban peloteros cubanos, dominicanos y venezolanos, pero en general casi todos eran cubanos y el estadio de Morón fue varias veces sede de estos juegos.

 De ahí también salían peloteros para los equipos de la Liga Profesional Cubana, donde estaban los Alacranes del Almendares, los Leones del Habana, los Tigres del Marianao y los Elefantes del Cienfuegos,de estos equipos captaban jugadores para las Grandes Ligas, como el caso de Rockie Nelson que bateaba muchísimo aquí en Cuba con el Almendares y cuando llegaba a la grande no era igual. Pero están los casos de Miguel Cuéllar que fue captado y luego fue un gigante en las Grandes Ligas con los Orioles del Baltimore, igual que Orlando Peña que era de Las Tunas, Cuéllar de La Habana, estaba también el Haitiano González, que era de Bolivia o de Violeta (Primero de Enero), por esa zona, que daba buenos peloteros. Estos jugaban en Estados Unidos y cuando se acababa la temporada jugaban aquí en la Liga de Invierno.

La franquicia cubana que tocó las puertas de las Grandes Ligas. Foto: EcuRed

P. ¿Qué referencias puede ofrecer sobre el béisbol cubano en los años 50?

R.En Cuba se jugaba buen béisbol antes de 1959, los equipos de la Liga Invernal estaban integrados por varios jugadores que después hicieron historia en la MLB. También, en estos equipos había peloteros norteamericanos que dejaron su huella en Cuba, como fueron los casos del jardinero Oscar Charlestón, el receptor Josh Gibson y el lanzador Satchel Paige, todos del Almendares.

P. ¿Qué fue de los peloteros cubanos después de 1959?

R. Después de 1959 hubo  peloteros cubanos que se fueron del país, incluso algunos  venían a Cuba de vacaciones, pero llegó un momento en que les dijeron – o se quedan o se van-. En el año 1962 jugadores como Alberto Álvarez, Juan Delis y Asdrúbal Baró se mantuvieron en el país, pero no pudieron jugar más por haber sido profesionales, otros como Andrés Ayón (ciudadano mexicano) sí podía ir venir libremente-; Ayón jugó en la Liga Mexicana donde logró estar en el salón de la Fama, después en series nacionales dirigió al equipo de Industriales.

P. ¿Puede relatar  sobre las pequeñas series mundiales y los torneos que se celebraban en aquel entonces?

R. Las pequeñas series mundiales empezaron en el 49, mismo año en que se inauguraron en el Estadio del Cerro las Series del Caribe, de las cuáles Cuba ganó 7 entre 1949 y 1960, dos por los Alacranes del Almendares, los Tigres del Marianao dirigidos por Napoleón Reyes y los Elefantes del Cienfuegos, que ganaron la última en el 60, y una de los Leones del Habana, que los dirigió Mike González, por cierto este equipo que vestía de rojo fue dirigido también por Fermín Guerra, primer mánager campeón en Series Nacionales con Occidentales, en 1962.

P.  Retomando el tema de  los Cuban Sugar King, ¿es totalmente cierto que ellos pudieron haber formado parte como franquicia de las Grandes Ligas, después de ganar la Pequeña Serie Mundial de 1959?

R. Eso es lo que se pensaba que iba a pasar, pero al eliminarse el profesionalismo todo eso terminó, de haber continuado hubiera pasado igual que con el Montreal, y como sucede actualmente con los Azulejos de Toronto.

P. ¿Puede referir nombres de peloteros que se coronaron en la pequeña Serie Mundial?

R. El equipo de los Cuban Sugar King que ganó en 1959 tenía en la receptoría a Rafael Noble que era de Cienfuegos y a Oscar Sierra de La Habana. Después en primera base a Panchón Herrera que era también de La Habana, y Borrego Álvarez que después llegó a sentar a Panchón, tenían además a un americano, estaba el torpedero de Cienfuegos Humberto Fernández, el estelar tercera base del Almendares Héctor Rodríguez, y en los jardines estaba Román Mejías, Carlos Paula, que es otro de los que regresó después del 59, Ultus Álvarez, apodado como “El Mono Blanco”, que tiene una anécdota aquí.

Otros que vistieron la camiseta de los Sugar fueron los lanzadores Camilo Pascual, Julio Rojo padre, después el hijo lanzó con Industriales en las Series Nacionales y Luis Tiant que más adelante marcó una época con los Medias Rojas de Boston.

P. Al inicio de la entrevista Ud. refirió que guardaba un arsenal de anécdotas sobre el desarrollo del béisbol cubano ¿Cuáles puede referir?

R.“Está la de Miguel Cuéllar y su gorra. Cuéllar era el encargado de abrir por el Baltimore en el primer juego la Serie Mundial, pero se le quedó la gorra y le pusieron un avión que fuera a buscarla, cuando regresó lanzó y ganó el juego, a la postre se coronaron teniéndolo a él como uno de los artífices de ese triunfo, pues era el abridor estelar de los Orioles”

Camiseta de los Orioles de Mike Cuéllar, con la que lanzó en MLB. Foto: Prensa Latina

“Recuerdo una de Ultus Álvarez, él es natural de Mayagigua (territorio de Sancti Spíritus), y empezó a pitar con la máquina para entrar al estadio de aquí de Morón, a un juego que era de exhibición, y no le abrían la puerta del parqueo que estaba por la parte de la izquierda, y entró con el carro rompiendo la defensa de este y la puerta del parqueo. Luego fue para donde estaba el administrador del estadio y le dijo -después me pasas la cuenta de cuánto hay que pagar por eso-. 

“De esa misma época hay otra anécdota de cuando vino a jugar a aquí, al recién inaugurado estadio Morón, Habana y Almendares, con Willy Miranda, que el último año en que se efectuó la Liga Invernal lo vendieron para el Habana, después de su paso por el Almendares varias temporadas. Entonces vinieron a jugar aquí y la tapia de atrás de home estaba pintada de un color claro, y dieron un roletazo por el campo corto y la pelota se le perdió, y dijo que hasta que no mandaran a pintar la tapia de un color oscuro para que se viera la pelota no jugaba más, el juego se paró y no se reanudó hasta que pintó la tapia”.

P. Minie Miñoso con los White Sox hizo historia¿qué referente tiene usted de su paso por esta franquicia que actualmente cuenta con varios cubanos en sus filas siendo protagonistas?

R. Minie Miñoso, ya con una edad avanzada, con casi 50 años se presentó en el campo de entrenamiento de los White Sox, y pudo hacer el equipo, pero un muchacho de 19 años protestó a la Federación Internacional de Béisbol diciendo que cómo era posible que una persona tan longeva fuera a reemplazarlo a él siendo joven y teniendo un gran futuro por delante. Entonces lo sacaron e incluyeron al muchacho de 19 años. Luego de esto Miñoso se fue a la Liga Mexicana y ahí hizo maravilla.

P. En general con el tema de los cubanos en Grandes Ligas hay diferencias de una época a otra ¿Cuál es su opinión al respecto?

R. En 1959 Cuba tenía 54 peloteros en las mayores y República Dominicana solo 23, actualmente los dominicanos tienen más de 400 peloteros en todo el sistema MLB y Cuba tiene 29 peloteros activos, si pasan de 30 rompen el récord.

P. No  se debe cerrar esta fructífera conversación sin formularle la pregunta que muchos hacen, y más a un gran conocedor del tema como lo es Rafael Recio ¿Omar Linares o Yulieski Gurriel?

R. Esa es una comparación que no se debe hacer, pues son épocas distintas, Linares no se probó en el mejor béisbol del mundo, sin embargo, jugó en Japón y solo bateó 245, mientras que Yulieski llegó con 34 años a las mayores, más o menos con la misma edad en que Linares se fue a Japón y ha lucido inmenso, hasta con un título de bateo. Ahora bien, yo pienso que en la época de esplendor de Linares no había nadie como él, incluso en el mundo, era muy completo, al bate, a la defensa, súper rápido en las bases, todos recuerdan aquella final olímpica de Atlanta 1996 cuando dio tres jonrones ante Japón, uno por cada banda. Para mí es Linares.

Respecto a este tema, es muy famosa una entrevista que le hicieron a Álex Rodríguez cuando estaba encendido con los Yanquis, le preguntaron que se sentía ser el mejor pelotero del mundo, a lo que respondió: – yo soy el mejor pelotero de Las Grandes Ligas, el mejor pelotero del mundo se llama Omar Linares y juega en Cuba como amateur.

Epílogo:

Los Cuban Sugar King fueron el equipo sucesor de los Habana Cuban, la cual fue la primera franquicia profesional que existió en este país. Se puede decir que los Sugar King o Reyes del Azúcar fueron un fuerte influente en que el estadio de Morón, hoy Paquito Espinosa, reuniera las condiciones de élite en aquella época, pues uno de los propietarios de este equipo, Roberto “Bobby “Maduro Lima, que era un rico colono e la zona de Majagua, actual municipio de Ciego de Ávila, fue quien le aportó al estadio las ocho torres de alumbrado artificial, la emisora radial y la pizarra lumínica, siendo este el primer estadio en tener este tipo de pizarra en Cuba y el segundo en Latinoamérica.

Las Series Nacionales fueron las sustitutas de las Ligas Invernales, las cuales en poco tiempo se ganaron el cariño del público, que se ha mantenido luego de 61 ediciones, a pesar de todos los problemas de los cuales se ha visto afectada al paso de los años por diversos factores. Peloteros que jugaban amateurs antes del 59 eran los encargados de mantener la efervescencia beisbolera, fueron los casos de Pedro Chávez, Alfredo Street, Andrés Telémaco, Manuel Alarcón, Miguel Cuevas, Antonio González, entre otros, que brillaron con luz propia marcando un antes y un después en el béisbol en Cuba.

Mientras tanto, en las Grandes Ligas había cubanos que triunfaron e incluso forman parte del Salón de la Fama de Cooperstown, como el violetero Atanasio “Tany” Pérez, que hizo historia con los Rojos de Cincinnati en la década de los 70. Destacaron también los nombres de Rafael Palmeiro, Orestes Minie Miñoso, José Canseco, Luis Tiant, Tony Oliva y el mencionado Miguel Cuéllar, conocido como Mike Cuellar en la MLB.

Al respecto, los amantes del béisbol cubano recibimos con mucho orgullo la reciente noticia de la exaltación al Salón de la Fama de Cooperstown de Minie Miñoso y Tony Oliva. Ya son ocho los nacidos en Cuba que tienen su placa en Cooperstown. Ahora Oliva y Miñoso estarán junto al Inmortal Martín Dihgo, Tany Pérez, Cristóbal Torriente y José de la Caridad Méndez, así como el narrador radial Felo Ramírez y el ejecutivo Álex Pompez.

Recién develadas, las placas de estos dos gigantes del béisbol cubano. Foto: Reynier Batista, página oficial

En cuanto a lo abordado por nuestro entrevistado, esa cifra de 29 de un momento a otro puede subir, pues en Ligas Menores están Miguel Vargas con los Dogers de Los Ángeles, hijo del estelar antesalista de los equipos capitalinos Lázaro Vargas y César Prieto con los Orioles, que bien pudieran ser promovidos esta temporada por su buen rendimiento en triple A.


[1] Rolando Almanza Álvarez (Cubiles): Llegó a triple A y destacó en varios equipos norteamericanos como jardinero por su defensa, sin embargo, una lesión en su rodilla izquierda tras un choque contra las cercas tratando de fildear un fly, le impidió llegar a la Gran Carpa, pues calidad tenía para ello. Al retirarse del deporte activo se desempeñó como entrenador de categorías inferiores en su natal Morón. Hoy el beisbolito que está ubicado en los alrededores del IPU Nguyen Van Troi en la Ciudad del Gallo lleva su nombre como premio a todos los años que vivió para el beisbol.