Por: Eddy Luis Nápoles / Foto: Reuters / Dylan Martinez

En la primera final diputada durante el séptimo día de las competencias del atletismo olímpico en la cita de Tokio 2020, el salto triple para los hombres, el portugués (nacido en Cuba) Pedro Pablo Pichardo, hizo realidad los vaticinios que lo ubicaban como el principal favorito a ocupar la cima del podio. Pichardo (17.92), líder de la temporada, se colocó delante desde el salto inicial (17.61) y nunca vio amenazada esa ubicación, repitiendo ese resultado en la segunda ronda, para reafirmarse primero, con 17.98 en la tercera vuelta, salto que le otorgó el título olímpico y que constituye récord portugués. El chino Yaming Zhu (17.39) dio la nota sorpresiva, al colocarse segundo (17.41) en la ronda dos, asegurándose la medalla de plata con su quinto salto (17.57), marca personal y en detrimento del burkinés Hugues Fabrice Zango (18.07 y 17.82), que no tuvo destaque, logrando 17.47 (tercero). El estadounidense Will Claye, escolta de su coterráneo Christian Taylor (ausente por lesión) en Londres y Río de Janeiro, tuvo que esforzarse ante la excelente competencia que desarrolló el Yasser Mohamed Triki, para ubicarse cuarto, con 17.44; mientras que Triki, con sus seis saltos sobre los 17.00 metros, terminó quinto, con 17.43. El cubano Cristian Nápoles, que había clasificado a la final con 17.08, no se encontró con sus momentos, quedando onceno con 16.63. El título de Pichardo, es el segundo para Portugal en la historia del atletismo olímpico en esta prueba, antes lo había conquistado Nelson Évora en Beijing 2008.

El estadounidense Ryan Crouser, otro de los atletas que se esperaba el triunfo en Tokio, dominó cómodamente la impulsión de la bala, Crouser que había establecido récord mundial en el selectivo estadounidense, con 23.37, realizó todos sus envíos sobre los 22.00 metros, iniciando con 22.83, marca que también le hubiera proporcionado el título, luego hizo 22.93, para terminar con 23.30, récord olímpico. La medalla de plata fue para su coterráneo Joe Kovacs, con 22.65; mientras el neozelandés Tomas Walsh (22.47) terminaba por completar el podio, idéntico a Río de Janeiro 2016. El brasileño Darlan Romani mejoró un puesto en relación a Río, ahora cuarto con 21.88. Estados Unidos conquistó su título 18 en esta prueba, decimocuarto 1-2, mientras Crouser es el tercer estadounidense que repite un título (Ralph Rose, 1904 y 1908 y Parry O’Brien, 1952 y 1956).

En los 110 con vallas, se esperaba el triunfo del estadounidense Grant Holloway, quien había logrado esta temporada la segunda mejor marca de todos los tiempos (12.81), pero en Tokio se mostró irregular (13.02 ronda uno y 13.13 en semifinal), ejecuciones que no le aseguraban el acceso a la cima del podio olímpico y así sucedió. En la final se vio superado por el jamaicano Hansle Parchment (13.16), quien había realizado 13.23 en las dos carreras previas, logrando ahora, 13.04, por 13.09 Holloway, mientras el también jamaicano Ronald Levy (13.10), era tercero. Parchment, bronce en Londres 2012, conquistó el segundo título (consecutivo) para Jamaica en esta prueba, Omar McLeod ganó en Río de Janeiro 2016.

El bahamés Steven Gardiner se coronó campeón olímpico en los 400 metros planos, venciendo en una carrera final que reunió a seis corredores del continente americano. Gardiner, uno de los favoritos previos, realizó 43.84, único que descendió de los 44.00 segundos; el colombiano Anthony Zambrano con buen remate final, se colgó al cuello la presea de plata, por delante del granadino Kirani James, quien completó un trío de medallas olímpicas, oro en Londres, plata en Río y ahora, bronce en Tokio. El título de Gardiner, es el primero de Bahamas en la historia olímpica de esta prueba.

En el salto con pértiga, entre las mujeres, en una atípica competencia, solo cinco, de las 15 saltadoras, lograron vencer los 4.50 iniciales, sin cometer nulos, otras cinco lo hicieron en su segunda oportunidad, mientras tres lo lograron en la tercera, pero los 4.70 despejaron el camino a las medallas, altura en la que solo quedaron cuatro en competencia (Katerine Stefainidi, Holly Bradshaw y Katie Nageotte), incluida la rusa Anzhelika Sidorova, que marchaba sin nulos; en 4.80, lo hicieron Sidorova, Nageotte, Stefanidi (xo) y Bradshaw (xo); en 4.85 terminó la griega Stefanidi (cuarta), quien hizo un nulo, renunció y se gastó dos saltos en 4.90, en tanto, Sidorova seguía perfecta, con Nageotte (xo) y Bardshaw (xo) acuesta, pero en 4.90, comete dos nulos, mientras Nageotte lo salta en su segunda oportunidad, obligando a renunciar a Sidorova, para poder aspirar al título en la altura siguiente (1), mientras Bradshaw terminó (tercera); en 4.95, Sidorova se gastó infructusamente su único salto, terminando segunda con 4.85, Katie Nageotte (4.90), sabiéndose campeona realizó un nulo sobre 5.01. Tres saltadoras terminaron quinta (Maryna Kylypko, Wilma Murto y Tina Sutej) y cinco concluyeron octava (Nikoleta Kyriakopoulou, Robeilys Peinado, Yarisley Silva, Huiqin Xu e Iryna Zhuk), todas con 4.50. El título de Katie Nageotte, es el tercero de Estados Unidos en esta prueba, antes lo conquistaron, Stacy Dragila (Sydney 2000) y Jennifer Suhr-Struczynski (Londres 2016).

La belga Nafissatou Thiam conquistó el título olímpico en la prueba de heptathlon, su segundo (Río 2016), ahora con 6791 puntos, su principal rival, la británica Katarina Johnson-Thompson abandonó la competencia durante la primera jornada. Las representantes de Holanda coparon los restantes peldaños en el podio, Anouk Vetter (6689), segunda y Emma Oosterwegel (6590), tercera. La colombiana Evelis Jazmin Aguilar (6214) concluyó en el puesto 14, mientras que la cubana Yorgelis Rodríguez tuvo que abandonar por lesión iniciando la competencia.

El canadiense Damian Warner (8995) partió como favorito, aun con la presencia del recordista mundial y plata olímpica en Río 2016, el francés Kevin Mayer (9126), quien no realizó competencias previas esta temporada. Warner apuntaló su título olímpico desde el primer día, abriendo con 10.12 en 100 metros (igualando la mejor marca para un decatlonista), seguidamente saltó 8.24 en longitud (mejor marca), terminando el primer día con 4722 puntos, sacando 81 puntos al australiano Ashley Molone (4641), Durante la jornada final, Mayer recortó distancias, apoyado en la pértiga (5.20) y la jabalina (73.09), pero Warner volvió a iniciar fuerte, con 13.46 en 110 con vallas y se mantuvo estable en el resto, manteniendo la primera posición durante la jornada conclusiva, logrando el título olímpico, con 9018 puntos, tercer atleta que supera los 9000 puntos, con la cuarta mejor marca de todos los tiempos. Mayer (8726) vuelve a ocupar el segundo puesto, mientras que el australiano Moloney (8649), era tercero.
Por último, en el Sapporo Odori Park se realizó la prueba de 20 kilómetros de caminata, entre los hombres, donde algunos de los principales candidatos al podio (Zelin Cai, Jun Zhang) no pudieron materializar ese objetivo. El triunfo fue para el italiano Massimo Stano, con 1:21:05; seguido de los locales Koki Ikeda (1:21:14) y Toshikazu Yamanishi (1:21:28). El mexicano Andrés Olivas (1:22:46), (onceno), lideró los latinoamericanos presentes (Brian Pintado, 12; Caio Bonfim, 13; Manuel Soto, 14; Eider Arévalo, 18; David Hurtado, 19; César A. Rodríguez, 21). El título de Stano, es el tercero para Italia en esta prueba, antes lo hicieron, (Mauricio Damilano (Moscú 1980) e Ivano Brugnetti (Atenas 2004).

En la ronda uno del relevo 4×400, para las mujeres, la posta cubana integrada por Zurian Hechavarría, Rose Mary Almanza, Sahily Diago y Lisneidy Veitía, garantizo la presencia en la final (07/08), al terminar segunda en su heat (Polonia, 3:23.10), con 3:24.04, segunda mejor marca cubana de todos los tiempos (3:23.21, Beijing 2008). El resto de las cuartetas que avanzaron a la final fueron, Estados Unidos (3:20.86), Jamaica (3:21.95), Polonia (3:23.10), Gran Bretaña (3:23.99), Holanda (3:24.01), Canadá (3:24.05) y Bélgica (3:24.08). La posta cubana contará en esta fase con Roxana Gómez, la mejor corredora criolla de 400 metros (49.71), finalista en esta prueba.