magaly_carvajalLa legendaria voleibolista Magaly Carvajal (La Habana, 1968) se despidió esta semana de la disciplina del IBSA Gran Canaria tras poner fin a su extensa y laureada carrera. Ahora arranca una nueva etapa plagada de retos con la posibilidad, en negociaciones, de impartir su magisterio en Estados Unidos.

Magaly ya descansa en Tenerife, en su refugio de Los Abrigos, estudiando los desafíos que tiene sobre la mesa. «Ha sido un año muy duro por las lesiones en la espalda o en las rodillas, pero he tratado de aportar todo lo que llevaba dentro en favor de las compañeras», reconoce echando la vista atrás a su última experiencia. Rescata, además, el placer que le proporcionó entrenar a las jóvenes meritorias del club como función añadida a la de jugadora: «Es de los mejores recuerdos que me llevo de esta última etapa, tener ese trato tan lindo  con los niños. Me traje con mucha emoción las pulseritas y los chocolates que me regalaron. El miércoles pasado, en el último entrenamiento, todo fue bastante emotivo. Más allá de los títulos y las victorias, ese tipo de vivencias son las que me llenan».

Dice que seguirá ligada al deporte («el voleibol es mi vida») y no descarta prolongar su estancia en el Archipiélago («Canarias es mi segunda casa») pese a que le lleguen proyectos desde fuera.
«Lo de Estados Unidos está ahí. En conversaciones. Veremos qué pasa. Por lo pronto, entrenará en San Isidro a un equipo que me ha ofrecido un amigo mío. No lo hago por dinero. Ni mucho menos. Lo que me gusta es estar en la cancha, en contacto con la pelota y con la red, que es a lo que me he dedicado siempre», añade.
Cuando echa la vista atrás para escoger sus recuerdos, Magaly exhibe agradecimiento: «He ganado oros en Juegos Olímpicos, Mundiales, Ligas, Campeonatos de Europa… Todo muy lindo e importante. Pero tambien me quedo con gente que me ha ayudado, que me ha permitido alcanzar todos estos sueños y disfrutar muchísimo de mi deporte».

Magaly Carvajal alcanzó la excelencia en el voleibol. Modelada bajo la tutela de Eugenio George, uno de los grandes técnicos de la disciplina, fue campeona olímpica en Barcelona 1992 y Atlanta 1996 en un combinado que pasó a la posteridad bajo el sobrenombre de Las Espectaculares Morenas del Caribe.

Además de estos oros, en su palmarés con Cuba figuran un campeonato del mundo (Brasil 1994), tres Copas del Mundo (1989, 1991 y 1995), un subcampeonato mundial (Checoslovaquia 1986), tres Gran Premios Mundiales (1990, 1991 y 1992) y un Mundial juvenil (Italia 1985). Junto a nombres como Mireya Luis, Lázara González, Josefina Capote, Imilsis Téllez o Nancy González, formó parte de una selección cubana imbatible en el concierto mundial. A título individual, fue considerada como la mejor central del mundo desde 1989 a 1996, año éste en el que obtuvo también el reconocimiento de este deporte al ser nombrada una de las tres mejores jugadoras a nivel mundial.
Nacionalizada española en 1998, pasó por Suiza e Italia antes de dejar huella en España, donde ha ganado todos los títulos posibles (Liga, Copa de la Reina y Liga de Campeones) tras militar en el Hotel Cantur, Marichal, Alcobendas y Monforte de Lemos. Forma parte, además, del Salón de la Fama del Voleibol.

«No me puedo quejar de nada, la verdad. He conocido medio mundo, he jugado en grandes clubes, ganado muchos títulos y tratado con grandísimas compañeras en varios países. Si de pequeña, cuando estaba empezando, me dicen que iba a alcanzar todo esto, desde luego que lo hubiese firmado», finaliza.

(Con información de Ignacio S. Acedo / Canarias7.es)