por Andy Bermellón Campos

Durante las tres jornadas, el “coloso del Este” vivió bonitas rivalidades y, al margen de las dificultades, prevaleció el ambiente de júbilo entre la audiencia, atletas y organizadores del evento.

Decenas de personas desafiaron al sol y los recurrentes problemas de transporte para disfrutar de los mejores exponentes de un deporte que busca la fórmula para regresar a la élite mundial y a la preferencia del público.

Desde el punto de vista deportivo, cabe destacar la consecución de marcas nacionales, registros para la competición y cotas personales que avalan el trabajo que se viene realizando con una generación de atletas jóvenes que está convocada a sostener el presente y perfeccionar el futuro del atletismo. Pudimos apreciar el talento, y también los retos que entraña desarrollarlo.