Por Lázaro Andrés Reyes Figueredo

La Serie Nacional Cubana logró lo inesperado, cuando gran parte la daba por muerta resurgió en el último asalto de la pelea o simplemente en el último minuto del tiempo agregado, como le gustaría a cualquier madridista.
El pasatiempo nacional después de una temporada bastante alejada de lo deseado por la afición, con múltiples problemas a los cuales no vale la pena referirse, logró prender la chispa gracias a la fiesta que constituyen los Play Off.
Estadio llenos a tope, juegos nocturnos, polémicas en las redes sociales o en las esquinas de cada parque, un Clásico del Béisbol Cubano, cientos de televisores prendidos a lo largo de toda la isla, fueron algunos de los ejemplos que demuestran el despertar de un deporte que constituye Patrimonio Cultural de la Nación.

¿Cómo llegan?


Por si fuera poco, toda esta efervescencia aún no llega a su esplendor, pues a partir de mañana sábado comienza el momento clave donde se definirá el nuevo campeón de la pelota cubana. Los Leñadores de Las Tunas, líderes durante la etapa clasificatoria, disputarán su tercera final en la última década. Los pupilos de Abeysi Pantoja avanzaron sobre los Tigres de Ciego Ávila en tan solo cuatro juegos, mientras en las semifinales no fueron muchos los contratiempos para robarle el puesto a la tropa yumurina. Del otro lado llegan los Azules de la Capital, el equipo que resurgió de entre las cenizas al concluir la primera parte de la etapa clasificatoria en la última posición. Guillermo Carmona y su tropa dispusieron de Santi Spirítus en siete peleados encuentros, y en un cierre donde no pocos aún se preguntan cómo Yosvany Peñalver logró quedarse con la pelota. En semifinales no fue distinta la historia, el derecho Raymond Figueredo tuvo que ser el héroe del Clásico beisbolero para dejar en el camino a las Avispas Santiagueras en el mismísimo Guillermón Moncada.

A falta de poco más de 24 horas para cantarse la voz de Play Ball en el Julio Antonio Mella, nos adentramos en un posible pronóstico. Aunque a decir verdad bien pudiera ser lanzarse a la piscina y esta no tener casi agua.

La historia

Tuneros y capitalinos se vieron las caras por primera ocasión en una postemporada en la serie 57, como parte de las semifinales. En medio de un Play Off pasado por agua, a tal punto de retrasar varios juegos, los orientales lograron avanzar a su primera final tras imponerse en siete juegos a los entonces dirigidos por Víctor Mesa.

División de honores en el Mella, con una brillante remontada en el inicio de Las Tunas tras una buena apertura Freddy Asiel Álvarez, por aquel entonces refuerzo de Industriales. Mientras que en el segundo turno el bullpen azul se encargaba de sobreponerse a la mala salida del pinareño Erlys Casanova gracias a los cinco remolques de Alexander Malleta. El Latino en aquel 2018 hizo su efecto sobre varios debutantes en esas instancias. Con grandes labores del propio Freddy, Erlys y el zurdo Misael Villa los occidentales se acercaban  a otra final, de no ser por el doble de Leonis Figueredo para prender la chispa que a la postre salvo la barrida en el mítico estadio del Cerro. Sin embargo, el regreso a Las Tunas llevó consigo los fantasmas del equipo con más coronas en el Béisbol Cubano, al no poder sobreponerse y sufrir por aquel entonces una eliminación inesperada.

El desenlace en la Serie 62

Precisamente en Las Tunas inició el resurgir de Industriales en la presente temporada, después de incorporarse tras su operación Guillermo Carmona. Tras varios tropiezos la nave azul logró salir airoso en tres de los cinco desafíos, lo cual constituyó un punto de inflexión en el resto de la temporada.

Los numeritos en bateo, pitcheo y defensa.

Si bien es cierto que las estadísticas hablan por sí solas, y para serles honesto, soy un apasionado de los números para analizar los juegos, no vale mucho hablar de la labor de ambos equipos durante la fase clasificatoria o los cuartos de final, pues ya bastante tiempo ha transcurrido. De esa forma vamos en busca de las matemáticas durante las semifinales, en pos de predecir un posible desenlace en esta Gran Final.

En términos de ofensiva ambos planteles durante la semifinal tuvieron un rendimiento bastante similar, con promedio de bateo de .283 (LTU) por .279 (IND). Aunque si revisamos la oportunidad no fueron tan parejos, pues los tuneros exhibieron un promedio de 345 con un OPS de 832 cuando encontraron corredores en circulación, mientras que sus rivales tan solo fue 259 con OPS 714.

Este deporte se gana por carreras y para fabricarlas es necesario batear a la hora buena, por lo tanto me quedo con esta estadística durante el análisis. Si los azules quieren la corona deberán ser más productivos a la hora buena y contar con el apoyo de hombres como Alomá, Oscar Valdés o Acevedo, mientras que los Leñadores solo necesitan que su núcleo compuesto por Baldoquín, los hermanos Alarcón, Castillo y Danel funcione para hacer soñar a la afición.

Desde el montículo no fue la excepción, si hoy hablamos de Las Tunas en la final es gracias a la labor de sus lanzadores frente a una tanda de Matanzas donde no son pocos los miembros de la selección nacional. En este renglón de juego me quedo con el WHIP 1.12 de los tuneros con un promedio de los bateadores rivales de solo 219, por 1.55 de WHIP Industriales con un promedio de 280.

Mantener el buen nivel de Raymond Figueredo será una de las claves para los azules, además de encontrar a estas alturas otro abridor como Marcos Ortega, capaz de apuntarse una salida de calidad, entre tanto será necesario el máximo rendimiento de Perdomo, Herrera, Peñalver y compañía para hacer historia. Por su parte Meneses, Rodolfo Díaz y Alberto Pablo Civil no tendrán mucho que cambiar, con repetir la hazaña de la semifinal estarían tocando la Gloria.

“La defensa gana campeonatos”, es una de las tantas frases de señores con experiencia en este deporte,… y a decir verdad no se equivocan.

Quizás el único aspecto a favor de Industriales en cuanto a números sea la defensa, pues tan solo cometieron un error con nueve dobles jugadas en las semifinales, un nivel extremadamente alto. Los Leñadores en esta ocasión no podrán dar muchas oportunidades, pues ya le dieron vida a sus rivales en las postrimerías del Victoria de Girón, y no siempre se corre con la misma suerte.

Mi pronóstico

Aventurase a dar un posible ganador en la Pelota Cubana es como lanzarse en una piscina sin agua, porque aquí dos más dos no siempre dan cuatro.

A pesar de todo y después de cerca de un mes de iniciada la postemporada voy a intentar lanzarme en busca de un chapuzón en este caluroso mes de agosto.

Para el título me quedo con Industriales, en mi opinión, por la gran motivación que trae el grupo después de verse prácticamente eliminados y ahora llegar a la final, por la razón de que Industriales es un equipo hecho para las postemporadas, y lo demostraron alejando los fantasmas que le quitaban el sueño de la corona, además, porque este equipo llega a la final horas después de su última victoria frente Santiago, no siempre el descanso suele ser bueno.

A pesar de todo, no creo que la definición llegue en menos de seis o siete encuentros, y para ser sinceros cualquier cosa puede pasar, pero yo confío en que este año se pinte de azul nuestra capital.