Por Eddy Luis Nápoles Cardoso
El atletismo kenyano es pródigo en la conquista de medallas olímpicas, faena iniciada en Tokio 1964 por Wilson Kiprugut (bronce, 800mp), luego irrumpieron en “manadas” en México 1968, liderados por Kipchoge Keino, Neftali Temu, Amos Biwott; en Munich 1972 no fueron menos, allí una cuarteta integrada por Charles Asati, Munyoro Nyamau, Robert Ouko y Julius Sang, lograron un impresionante título en 4×400, mientras Kip Keino, Ben Jipcho y Mike Boit los secundaban con otras preseas.
Actualmente las medallas kenyanas en cualquier competición mundial están a la orden del día y sus portadores son bien conocidos. Hoy les comentaré sobre un fenomenal atleta keniata, que desafortunadamente, no consiguió ninguna presea olímpica ni mundial, pero constituyó todo un hito en el escenario atlético de finales de los 70s, su nombre, Henry Rono.
Rono es originario de la Tribu Nandi, linaje pródigo en el aporte de grandes atletas, baste señalar algunos de ellos; Kipchoge Keino, Moses Tanui, Peter Rono, Bernard Lagat, Rodgers Rop, Martin Lel, Wilfred Bungei, Pamela Jelimo, también de la región del Valle del Rift proceden, Eliud Kipchoge y David Rudisha. Henry Rono nació en Kapsabet, Nandi Hills, el 12 de febrero de 1952, durante su niñez el estrellato atlético no parecía estar al alcance de sus piernas. Un temprano accidente en bicicleta le imposibilitó caminar hasta los seis años. La pérdida del padre agravó las penurias familiares y su correcta formación educacional.
A los 16 años conoció la hazaña olímpica de su paisano Kip Keino en México y se sintió atraído por el atletismo. Se enroló en el ejército como una forma de poder practicar atletismo sistemáticamente. En 1975, a los 23 años aparece internacionalmente, logrando un tercer puesto (5000m) con 13:37.0 y un sexto lugar (8:34.4) en 3000c/o en los NzlG de Christchurch (NZL).
En 1976, sin ha haber mostrado todo su esplendor, consiguió el boleto olímpico en Mombasa, al ganar los 3000 con obstáculos (8:29.0), emprendiendo viaje hacia la urbe canadiense a inicios de julio. Allí en el escenario competitivo (Estadio Olímpico de Montreal) tomó parte en un torneo Pre-Olímpico celebrado días antes del comienzo de la justa atléticas, lo hizo en 5 mil metros, ubicándose quinto (13:30.8).
Ese primer sueño olímpico de Henry Rono se esfumó rápidamente, los países africanos se retiraron de Montreal, ante la presencia de Nueva Zelanda, país que mantenía relaciones deportivas con Sudáfrica, nación que estaba excluida del movimiento deportivo internacional por su política de apartheid. Que le hubiera deparado a Rono el desenlace final de los 3000 con obstáculos, nunca lo sabremos; vale recordar, que el sueco Anders Gärderud ganó con récord mundial (8:08.02), seguido del polaco Bronislaw Malinowski (8:09.11) y del alemán oriental Frank Baumgartl (8:10.36). Sus aptitudes atléticas destacaron a la vista de los ojeadores estadounidenses, que ya comenzaban a mirar hacia África (The Kenya connection), obteniendo posteriormente, una beca para la Universidad Estatal de Washington, teniendo a John Chaplin como coach.
La temporada de 1977 contribuyó a la adaptación de Rono a su nuevo entorno (Estados Unidos), todavía no logró destacar a nivel supremo, terminó primero en los 5 mil metros en Rieti (13:22.1), segundo en los 3000c/o en el NCAA de Champaign (8:31.1), tercero en 10 mil metros en el Coke de Londres (27:37.08) y quinto en la Weltklasse de Zürich (13:22.18).
En 1978 Rono marcó un hito en el atletismo mundial, durante esa temporada copó la cima de todas las pruebas (olímpicas) de fondo, excepto la maratón. La faena del versátil kenyano adquiere mayor relevancia por haberla conseguido en un período de 80 días, entre el 8 de abril y el 27 de junio. La primera cuota implantada llegó el 8 de abril, en Berkeley y correspondió a los 5000 metros, con 13:08.4, dejando atrás los 13:12.86 del neozelandés Dix Quax. Al mes y cinco días posteriores (13 de mayo), llegaba el segundo en Seattle, este en 3000 con obstáculos (8:05.4), mejorando los 8:08.02 del belga Gärderud. El tercer tope mundial apareció el 11 de junio en Wien (Wisconsin), con 27:22.47 en 10 mil metros, superando los 27:30.47 de su paisano y amigo Samson Kimobwa. Rono implantó un cuarto récord mundial, este en una prueba no olímpica, los 3000 metros planos, con 7:32.1, desbancando de la cima al inglés Brendan Foster (7:35.1).
La temporada de 1978 fue más allá de esos cuatro récords mundiales, durante ella Rono estuvo implacable con sus adversarios (Ilie Floroiu, Markus Ryffel, Venancio Ortiz, Gerard Tebroke, Franco Fava, Wilson Waigwa, Domingo Tibaduiza, Michael McLeod, John Cheruiyot, Michael Musyoki, James Munyala, Hillary Tuwei, Eshetu Tura, Henry Marsh), solo el polaco Bronislaw Malinowski pudo vencerlo y en el ocaso de la temporada (R-W Koblenza, 9 de septiembre). Rono recorrió unos 115 kilómetros triunfantes, que lo llevaron a vencer en, Pullman, Corvallis y Eugene (Estados Unidos); también lo hizo en el Crystal Palace (AAA Londres), en la Weltklasse de Zürich, en los World Games de Helsinki, en el BCG de Edmonton, en el CGT de Mombasa y en Milán, Rieti, Auckland, Al Jazair, entre otros.
El brillo de la temporada anterior no tuvo continuidad al año siguiente, factores asociados al alcoholismo y el aumento de peso, incidieron en los bajos rendimientos mostrados por Rono, quien solo realizó esporádicas apariciones en 1979, las que le valieron triunfos en Rieti (5000m), en el NCAA de Champaign y Eugene (3000c/o); mientras, Rodney Dixon lo venció en los Bislett Games de Oslo (5000m).
La llegada del año olímpico (1980) no presagiaba grandes expectativas para Henry Rono, sus potencialidades habían decrecido grandemente, al extremo, de no incursionar en los 3000 con obstáculos. Su único triunfo acaeció en 10 mil metros, el 6 de febrero en Melbourne, frente a corredores locales (William Scott, Stephen Austin, Robert de Castella, Garry Henry). En Europa sufrió dos contundentes derrotas (5000m), en la DN Gala de Estocolmo (quinto) y en Oslo (sexto). Con escasas opciones de ocupar podios en Moscú, se produce el boicot de Estados Unidos a la cita olímpica de la, entonces capital soviética, acción que fue secundada por varias naciones, entre ellas Kenya. Se esfumaba así la segunda oportunidad olímpica para Henry Rono.
Para 1981 se apreció un resurgir en Rono, que marcó algunos éxitos parciales, ganó el R-W de Koblenza, el Van Damme en Bruselas (10000m), el Coke de Londres (5000m), también escaló podios en el ASV de Colonia y en Rieti (5000m); teniendo el epilogo con el récord mundial (13:06.20-5000m) logrado en Knarvik (Noruega), el 13 de septiembre, el último de su trayectoria atlética.
Las últimas apariciones de Henry Rono acontecieron durante la temporada de 1982, sobresaliendo los triunfos en la DN Gala de Estocolmo (5000m) y en Eugene (10000m), con cuarto puestos en los Bislett Games de Oslo (5000m-10000m) y en Firenze (10000m). La despedida, no esperada, se produjo en la Weltklasse de Zürich, el 18 de agosto, con el séptimo puesto (13:16.14) en los 5000 metros. Lamentablemente, Rono no pudo alargar su trayectoria atlética más allá de 1982, lo que dejó trunca una “tercera” posibilidad olímpica en Los Ángeles 1984.
El legado, tres, de sus cuatro récords perduraron más que el tiempo de su época de esplendor; el primero en caer, los 13:06.20 (5000m), lo hizo antes del primer cumpleaños, cuando el 27 de julio de 1982 el británico David Moorcroft realizó 13:00.41; seis años de vida tuvo el de 10 mil (27:22.47), mejorado por el portugués Fernando Mamede con 27:13.81 en 1984. Lo más longevos cayeron once años después, en1989, el de 3000 con obstáculos (8:05.4) a manos de su paisano Peter Koech (8:05.35), mientras que el marroquí Saïd Aouita (7:29.45) mejoraba el de 3000 metros planos (7:32.1).
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