Rose Mary Almanza corrió 1:58.51 minutos este viernes (9) y finalizó en la última posición de la carrera de 800m de la parada de Mónaco de la Liga de Diamantes 2021. Tras una endemoniada primera vuelta, con parciales inferiores a los 56 segundos, la cubana no pudo sostener el ritmo y terminó cediendo posiciones.


Analizamos lo sucedido con su entrenador Frank Ayala, quien también ofrece sus valoraciones sobre la temporada y los objetivos de sus atletas en exclusiva para Deporcuba.


¿Qué pasó y qué nos deja Mónaco?


No hay que dar demasiadas explicaciones, el desenlace de la carrera se produce a partir de una indisciplina táctica de Sahily desde su rol de liebre que aceleró el ritmo cuando lo pactado para los primeros 400 metros eran 57 segundos. Rose Mary se fue tras ella, y pagó por eso en la parte final.

Cada carrera es una experiencia y cada experiencia nos ofrece la posibilidad de analizar lo hecho y detallar las cualidades de las rivales.


Nuestra planificación no ha variado, el objetivo siempre ha sido Tokio y sobre esa base estamos trabajando, ajustando, controlando, regulando.
Mónaco nos deja una experiencia increíble. Nos ofrece la posibilidad de anticiparnos para llegar a los Juegos Olímpicos con una visión diferente. Nos aclara dudas, y nos enseña el gran bloque de personas que nos quieren.


Mónaco nos ha dejado mejores cosas que Estocolmo, sobre todo porque nos ha brindado la indiscutible posibilidad de fortalecernos.

Bajo su tutela trabajan Sahily Diago y Rose Mary Almanza, ¿Cómo valora la temporada?


Sahily Diago, regresa al entrenamiento orientado tras haber estado tres años prácticamente fuera por completo del alto rendimiento. Luego, comenzamos a trabajar y aparece la pandemia. Son situaciones que indiscutiblemente le pasan factura al atleta. Porque además del ritmo físico, los atletas tienen un ritmo competitivo que al perderse puede llevarlos hasta a situaciones de temor a competir. Precisamente eso le faltó, ritmo competitivo, para lograr el objetivo que teníamos de alcanzar la mínima olímpica. A correr se aprende corriendo, como dice un gran amigo mío.


Al margen rescato lo positivo que es mucho. Hemos tenido la posibilidad de trabajar, hemos ganado en aspectos que no teníamos cuando corrió aquel 1:57.74 (Habana, 2014). Tenemos mayor conciencia de lo que queremos y sobre esa línea hay que seguir trabajando. Sahily ya no es aquella atleta, la rebeldía y el ímpetu de la juventud ha cedido su lugar a la madurez deportiva.

En el caso de Rose Mary siento que el problema es que estamos queriendo ver solo cosas felices. Y precisamente esa no es una virtud en el deporte. Si recordamos aquel Mundial de 2010 donde ganó España, no podemos hacerlo sin reparar en el sufrimiento ante Suiza en la fase de grupos, por ejemplo. Rose es una atleta que ha pasado por mucho, pero no ha renunciado. Su valentía es inmensa.


Rose Mary vive una temporada en la que ha mejorado todos sus parámetros de fuerza, de resistencia y de su técnica. Las deudas prevalecen en lo táctico, lo hemos podido ver todos. Pero son cuestiones que se erradican precisamente con la práctica. Hasta estas carreras aquí, habíamos corrido muy poco, unas tres carreras en Cuba durante todo el 2020 y este año, tampoco pudimos estar en el invierno. Hasta principios de junio no han salido de la burbuja en que han estado ellas dos.


Y no podemos obviar el hecho que desde Doha 2019 hasta hoy, Rose Mary ha tenido que pasar por muchos cambios, que incluyen nuevos métodos de trabajo y un nuevo entrenador.

Objetivos; metas


Nosotros hemos trabajado para Tokio. Los estados de la forma deportiva se materializan en la competencia, pero se obtienen en el período anterior, es decir, en las estructuras periódicas que corresponden a la etapa de preparación especial.


Nosotros trabajamos con teorías contemporáneas de preparación y ahí es donde entra la competencia como el momento para materializar esa forma.


Las metas y los objetivos se ajustan en el tiempo. No estamos trabajando para ver si llegamos a la final, sino que estamos trabajando con el enfoque de que tenemos que estar en la final y buscar allí un resultado.


Ahora la interpretación es otra, no se trata de la cantidad de carreras porque su preparación es óptima en ese sentido. Ahora el enfoque es: cómo afronto esas carreras para llegar de la mejor forma. En eso estamos, sin olvidar que Rose Mary nunca ha llegado a la tercera carrera y ahora no estamos pensando solo en llegar.


Ella también tiene un compromiso con el relevo, aunque en su caso el calendario nos da la posibilidad de centrarnos en nuestra carrera y luego en el relevo. Lo positivo es que sus niveles de rapidez están bien. De hecho, las dos, están bien. Quedaría hacer ajustes para llegar a esas carreras en la mejor condición, con el favor de Dios.


Con Sahily todo es ganancia. No pudimos llegar en individual a los 800m pues ahora su mente estará a disposición del relevo, donde creo que es necesaria su presencia. Lo hemos conversado con el colectivo técnico, y el calendario también le ha dado responsabilidad.


Quiero significar que todo esto ha sido posible por el apoyo de Yipsi Moreno. Su trabajo ha permitido rescatar a estas dos atletas y estamos seguros de que este es solo el comienzo. Que se hable de Rose y Sahily en las redes sociales es también un resultado, porque no son invisibles, y de eso se trata.