Fue el 13 de enero de 2012 cuando la conocí. Se le veía extenuada por la jornada de acrobático entrenamiento que concluía pero aun así accedió, sin el menor de los reparos, a conversar bajo la sombra, pródiga a esas horas –pasaban de las 11:00am-, de un árbol aledaño al Complejo de Piscinas Baraguá.
Yo de salto con pértiga sabía todo lo que había podido aprender; resultado de haber seguido la especialidad desde 2004 y Atenas, por obra y gracia de andar tras la huella de la rusa Yelena Isinbayeva. Pero jamás había estado cerca de alguien que se atreviera a “meterle el cuerpo” a la complicada y arriesgada especialidad. Así, Yarisley ante mi era como un sueño hecho realidad y era, por demás, el pago a una promesa personal hecha en el mismo momento en que Daegu 2011 y sus resultados sorpresivos me mostraron que en Cuba teníamos pertiguistas.
Lo digo sin rodeos, yo no sabía que en Cuba se practicaba el salto con garrocha; fui, hasta entonces, una víctima más de la información basada en resultados, en la que si no “vales” internacionalmente, no existes.
Al lugarcito donde nos encontramos con ella, su profesor Navas y Daylis y Susana – que en ese entonces también eran sus discípulas – le decían “La Loma” y marcó, para mí, el inicio de una nueva era. El inicio de una existencia en la que el atletismo ha devenido en parte indisoluble de mi rutina y este pedacito de web (DeporCuba) se ha afianzado para avanzar detrás de mis locas ideas, esas que a veces trascienden como sueños y que tiran, todavía, de la gente.
Allí la entrevisté, a Yarisley Silva Rodíguez por primera vez; cuando aún era una niña que enrumbaba sus pasos en pos labrar una ruta hacia las alturas engalanada por triunfos únicos y méritos antes impensados para esta Isla del Caribe.
Hoy, a más de un año de la ocasión, el panorama ha cambiado un tanto; es una mujer, una de las más talentosas en su especialidad; protagonista de la mejor actuación cubana en el torneo de atletismo de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 al conseguir una histórica medalla de plata en el salto con pértiga para convertirse en la primera latinoamericana que obtiene una presea a esta instancia en la complicada especialidad.
Y ha despedazado el récord nacional y de Centroamérica y el Caribe con sus incursiones posteriores, aterrizando en el 2013 para mirar al resto (de sus co-especializadas en el planeta) desde arriba, para saltar con soltura, para superarse a sí misma y para convertirse en una de las atletas “elegidas” que llegará como un ineludible referente a la hora de pensar en medallas durante el venidero Campeonato Mundial de Moscú a celebrarse en agosto.
Para cuando este post irrumpa en la red, les cuento que ella ya habrá conquistado otro par de de metas, en su formación profesional y en su vida: desde hoy tendremos que hablar de la Licenciada Yarisley Silva Rodríguez, quien por demás, arriba hoy 1ro de junio de 2013 a su vigesimosexto aniversario de vida.
Sirvan entonces estas humildes palabras para FELICITAR, con el corazón entre las manos, a esta consagrada muchacha; que coexiste sin que el saberse la figura más prominente del atletismo cubano contemporáneo haya hecho mella en su naturaleza sencilla y desenfadada; y tampoco en sus sueños. Y que anda por ahí, con las ilusiones en ristre, totalmente convencida de que aun hay metas, muchísimas metas, por conseguir. Esos que en su especialidad “se construyen desde el cielo”” y esas que -entre amigos- suele resumir con el ya suyo “al infinito y más allá”…
FELICIDADES PRINCESA, NUESTRA PRINCESA DE LAS ALTURAS
Gracias por este comentario, y para la princesa muchas felicidades por su cumple y por haber concluido exitosamente su licenciatura. Felicidades campeona